Refinería de Esmeraldas en crisis: retos en 2025 para no perder seguridad energética

El funcionamiento de la Refinería Esmeraldas, la más grande de Ecuador, se ha convertido en una de las principales preocupaciones para expertos en Geopolítica Energética, como Nelson Baldeón. En entrevista con EXPRESO, este consultor especializado compartió sus críticas sobre el mal desempeño de esta infraestructura, que afecta directamente la economía, el medio ambiente y la seguridad energética del país.

Las refinerías son esenciales para convertir el crudo en productos derivados como gasolina, diésel y gas licuado de petróleo (GLP); son fundamentales para la movilidad, la industria y los hogares ecuatorianos, explica Baldeón. Sin embargo, cuando estas no operan de manera eficiente, "las consecuencias son múltiples y costosas", advierte.

Impacto económico y dependencia externa

Ecuador, como productor de petróleo, enfrenta un problema estructural grave: exporta crudo a precios bajos, mientras que se ve obligado a importar combustibles refinados a precios elevados debido a su incapacidad para procesar todo su petróleo internamente. 

"Ellos mismos están conscientes de todo lo que importa, pero no ponen esfuerzo en la producción nacional y en la reparación de los refinería", lamenta Baldeón. En su opinión, una opción sería la implementación del net back, un proceso en el que Ecuador enviaría su crudo a una refinería a un costo de $17 por barril, y esta lo devolvería refinado como combustible. “Lo importante es tener la materia prima, que es el crudo, y devolverlo como combustible”, sugiere.

Otra alternativa sería un convenio con países como Rusia, que venden el barril de diésel a $ 65. Sin embargo, Baldeón critica la decisión de continuar importando combustibles a un precio mucho más alto, cercano a los $ 170 por barril. 

Esta estructura de costos, según el experto, ha tenido un impacto económico elevado para el país, que en los últimos 12 años ha gastado más de 68 mil millones de dólares en importar combustibles. "Se estima que en 2023 Ecuador gastó casi $ 7 000 millones en importación de combustibles, y el 2024 se espera un monto superior debido a la crisis energética que consumió más diésel para los generadores", ejemplifica el consultor en Geopolítica Energética.

Según un informe de Bloomberg Línea, Ecuador depende de importaciones para cubrir el 86% de su consumo de combustibles, y de los $ 7 000 millones que gastó en importaciones el año pasado, alrededor de $ 4 000 millones fueron destinados a subsidios. 

Baldeón exclama que repotenciar la Refinería de Esmeraldas es una medida clave para reducir la dependencia de importaciones y ahorrar cientos de millones de dólares anualmente. Sin embargo, hasta la fecha, las intervenciones han sido parciales, y los problemas estructurales, como fugas y emisiones contaminantes, continúan sin resolverse. Los informes técnicos sugieren que se necesitaría una inversión de entre 1.200 y 1.500 millones de dólares para una reparación integral de la refinería.

Las consecuencias de la inacción

La falta de atención a la refinería no solo afecta el aspecto económico, sino que podría desencadenar una serie de consecuencias graves. El consultor Nelson Baldeón comparte con Expreso cuáles son los escenarios:

• Incremento del déficit fiscal: Al no contar con una refinería eficiente, Ecuador continúa importando combustibles a precios elevados, lo que incrementa el gasto en subsidios y agrava el déficit fiscal. Esta situación limita la capacidad del gobierno para invertir en sectores clave como salud, educación y seguridad.

• Dependencia energética y vulnerabilidad: Ecuador se vería aún más vulnerable a las fluctuaciones del mercado internacional de petróleo, lo que podría poner en riesgo la estabilidad de los precios de los combustibles y aumentar la inflación. Esto, a su vez, podría desencadenar protestas sociales como las vividas en años anteriores.

• Impacto ambiental: La operación ineficiente de la refinería genera mayores emisiones de gases contaminantes y residuos tóxicos, contribuyendo a la crisis climática y afectando la salud de las comunidades cercanas, especialmente en Esmeraldas.

• Deterioro social: La región de Esmeraldas, donde se encuentra la refinería, depende en gran medida de esta infraestructura para generar empleo y dinamizar su economía. El abandono o mal manejo de la refinería podría empeorar la calidad de vida de los habitantes, aumentando la pobreza y la desigualdad.

Desafíos y falta de acción estratégica

A pesar de la crítica situación, Baldeón cuestiona que el Gobierno nacional sigue priorizando otros problemas urgentes, como la lucha contra la inseguridad y la reestructuración de la deuda externa, dejando de lado la necesidad de abordar los problemas estructurales del sector energético.

"La inacción frente al incremento de producción petrolera y arreglo de la refinería refleja una falta de visión estratégica. La priorización de problemas inmediatos sobre inversiones estratégicas perpetúa un ciclo de crisis y dependencia", sentencia Baldeón.

La reciente publicación de WorldOil reveló que los campos de EP Petroecuador enfrentan una declinación natural de producción del 23%, superando el 17% previsto, lo que pone en duda la sostenibilidad de la producción petrolera hacia 2025. Esto hace aún más urgente la modernización de la refinería para asegurar la estabilidad energética y evitar mayores importaciones de combustibles.

¿Qué repercusiones tendrá situación de la Refinería de Esmeraldas para Ecuador en 2025?

Según Baldeón, la falta de acción por parte de los funcionarios públicos refleja una desconexión con las necesidades del país. “Los funcionarios deberían ser más patriotas y priorizar el recurso petrolero del país, tal como lo hizo Brasil con la reciente reforma de su legislación petrolera”, señala. 

Mientras tanto, la situación de la Refinería de Esmeraldas, agravada por el mantenimiento prolongado y los daños estructurales, está llevando a Ecuador a un escenario de escasa seguridad energética, lo que pone en riesgo tanto la estabilidad del sector como la inversión extranjera.

Darío Dávalos también resalta los problemas críticos que afectan a esta infraestructura. Según el analista energético, los principales contratos de mantenimiento de la unidad FCC, conocida como el corazón de esta refinería, se encontrarían suspendidos debido al hallazgo de daños más profundos en esta unidad durante su apertura. 

Este deterioro es consecuencia de demoras en el mantenimiento, ya que el último se realizó en 2019 y "según la empresa licenciante UOP, debería haberse efectuado cada dos años, pero se ha postergado casi seis años", alerta Dávalos, quien agrega que esta situación ya ha impactado el conjunto de las operaciones de la refinería, lo que obliga a Ecuador a importar más combustibles, como Diésel Premium o más naftas, para la producción de gasolina Extra. 

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"En un contexto de crisis eléctrica, la situación de la Refinería Esmeraldas empieza a ubicar al Ecuador en un escenario de escasa seguridad energética, preocupante para cualquier tipo de inversionista extranjero", sentencia Dávalos.

¿Ecuador puede permitirse el lujo de seguir postergando decisiones críticas sobre su infraestructura energética? Para Nelson Baldeón "ignorar esta problemática no solo aumenta los costos económicos y sociales, sino que pone en juego la soberanía del país. El Gobierno, el sector privado y la sociedad civil deben presionar por una solución sostenible que contemple la modernización integral de la refinería como un eje estratégico para el desarrollo del país", culmina.

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