Un reglamento vuelve a la moto unipersonal
La medida de la Agencia de Tránsito apunta a la reducción de delitos. Las autoridades municipales podrán adecuar sus ordenanzas
Ayer en el norte de Quito la circulación de dos personas en motocicletas fue una constante. No hubo controles, al menos en la avenida Amazonas o en la Seis de Diciembre, en ambos sentidos. Eso a pesar de que ya es oficial: desde ayer está prohibida la circulación de dos personas en una motocicleta, según el reglamento de la Agencia Nacional de Tránsito (ANT) que se publicó en el Registro Oficial.
La disposición es para todo el país. La Policía y los agentes de Tránsito de las distintas localidades serán los encargados de hacer cumplir la normativa, que apunta a la reducción de los índices delincuenciales.
El reglamento norma la capacidad permitida de personas que se transportan en motocicletas. Solo un hombre podrá circular en esos vehículos.
Pero hay excepciones: cuando se desplacen el cónyuge o conviviente en unión de hecho, hijos o hermanos, personas con discapacidad, adultos mayores, mujeres y menores de 12 años. El incumplimiento traerá como consecuencia sanciones.
Hay al menos tres: el pago del 15 % del Salario Básico Unificado, la reducción de 4,5 puntos en la licencia de conducir y, de comprobarse desacato a la normativa, de uno a tres años de prisión.
El miércoles por la tarde el ministro de Transporte, Marcelo Cabrera, anunció que se extremarán los controles de las licencias de quienes manejan motos. Esto porque la ANT ha detectado alrededor de 85.000 documentos fraudulentos.
La medida es parte de la estrategia gubernamental que apunta a reducir los niveles delincuenciales en el país. Las autoridades han señalado que gran cantidad de delitos los cometen criminales que se desplazan en esos medios de transporte.
El ministro de Gobierno, Francisco Jiménez, dijo también que muchos asesinatos se concretan con el uso de las motos, especialmente en los casos de sicariato que se han producido en las provincias de Guayas, Manabí, Esmeraldas y Los Ríos. De acuerdo con las investigaciones, en Esmeraldas para el 77 % de asesinatos se emplean las motocicletas. Y en Guayaquil, el 60 % de delitos han tenido como autores a dos personas en motos.
Alrededor de 220 muertes violentas habrían sido cometidas bajo esta característica.
En Quito, al menos tres de cada 10 delitos se cometen en motos. La semana pasada se difundieron imágenes de dos policías que llegaron a asistir en una emergencia en el sector de la avenida Los Shyris, en La Carolina, y fueron sorprendidos por delincuentes que los apuntaron y sometieron con sus armas. Ellos huyeron en motos.
El artículo 3 del Reglamento faculta a los Gobiernos Autónomos Municipales, Metropolitanos, Mancomunidades o Consorcios para que, dentro del ámbito de sus competencias, establezcan reglas complementarias, bajo su responsabilidad, con la finalidad de garantizar la seguridad de sus habitantes.
La alcaldesa de Guayaquil, Cynthia Viteri, anunció que hasta la próxima semana aprobarán en el Cabildo porteño una ordenanza para que los motociclistas lleven escritas las placas en sus cascos.
La funcionaria indicó que la medida se acatará y el tema se está analizando en la mesa de Tránsito. Anunció cambios en Guayaquil por ese tema, porque había un horario para quienes se movilizaban en moto y lo que se buscará es afectar lo menos posible a las personas.
Van a tener el número de placa en su casco, pero necesitamos a la Policía al lado para que quite armas.
Ella observó que en 2022 no han dado placas a esa ciudad. “Cómo podemos controlar las placas si no nos han dado las placas”, cuestionó.
Aplicar la disposición les corresponderá a los órganos de control municipales, Policía y Comisión de Tránsito del Ecuador, de acuerdo con sus jurisdicciones. Según la Ley de Tránsito, la planificación de los operativos diarios constará dentro de una programación.
Para Cristóbal Buendía, del Observatorio de Movilidad de Quito, la decisión de la Agencia Nacional de Tránsito es acertada, ya que privilegia un bien jurídico de mayor relevancia: la vida de las personas, ante la peor crisis de seguridad que vive el país.
No obstante, señaló que debe existir una mayor y mejor socialización de las excepciones y alcance, para evitar abusos. “Debe ser una medida de carácter temporal cuya efectividad tiene que ser revisada periódicamente, ya que estamos limitando la posibilidad de movilidad de un grupo de personas en pro del bienestar general”, manifestó.
Según un informe de la Policía, en el primer trimestre de 2022, en promedio, se cometieron tres robos al día a bordo de motos, solo en Quito.
Los motociclistas rechazan la medida, a la que consideran discriminatoria en derechos y libertades en materia laboral. Diego Paladines, uno de sus representantes, contó que el tema estaba en análisis en el Cabildo capitalino, en donde se acordó conformar mesas de trabajo.
El Gobierno está trasladando la responsabilidad y buscando un culpable en materia de seguridad a un sector.
La resolución de la ANT les sorprendió. Dijo que una persona se moviliza en una moto con el amigo, el vecino o con quien le da un aventón. ¿Cómo es que dos personas en moto necesariamente son peligrosos delincuentes? ¿Cómo lo saben?, se preguntó. Él aclaró que los delincuentes se movilizan en camionetas, taxis, autobuses.
“No descartamos acciones de hecho y derecho”, advirtió. Además, informó que son 125.000 motociclistas en Pichincha y 800.000 o más en todo el país.
Delitos
Desde 2019 se incrementó en el país el índice delincuencial con la utilización de motos, según datos de la Policía. Las estadísticas indican que en su mayoría los delitos cometidos con el uso de motos corresponden a robo a personas, a entidades financieras, vehículos, bienes, accesorios y autopartes, casas y en carreteras.
Sectores
Según las cifras de la Policía, más de 20 delitos se cometen con la utilización de motocicletas en el país. Casi una decena de zonas del país son las más afectadas. Se menciona a Guayaquil, Los Ríos, Guayas, Quito, El Oro, Manabí, Santo Domingo y Santa Elena, que concentran el mayor número de delitos.
