La relación entre Ecuador y China necesita una 'revisión integral'
Los últimos acontecimientos exigen medidas. Es tiempo, según expertos, de ampliar el diálogo
Momento para definiciones y posturas firmes. Los últimos incidentes que se han producido entre Ecuador y China llevan a pensar a expertos en temas internacionales que llegó el tiempo de sentarse a revisar las relaciones bilaterales y establecer parámetros claros con una mirada multidisciplinaria.
En menos de una semana ha habido dos momentos de tensión. China restringió la compra de camarón ecuatoriano, la segunda industria más importante del país, bajo el argumento de que se encontró rastros de coronavirus en los empaques.
A renglón seguido, una nueva flota de barcos chinos se ubicó en el límite de 188 millas de la Zona Económica Exclusiva Insular de la islas Galápagos e iniciaron tareas de pesca que todavía se mantienen y son vigiladas de cerca por la Armada ecuatoriana.
En ambos casos la reacción de las autoridades ha sido de cautela frente a las acciones de uno de los principales socios comerciales y financistas del país. Para el tema del camarón, el canciller Luis Gallegos dijo que se activaron mesas de diálogo y se trabaja a contra reloj para encontrar una solución.
Pero para el internacionalista y autor del libro ‘Tercera Frontera’, Reynaldo Huerta Ortega, este debe ser el momento de abordar la relación con China desde varias aristas en conjunto y no por separado.
“Las relaciones internacionales en este milenio requieren de una acción de distintas áreas”, reconoce el experto, que considera que lo comercial, lo político y lo diplomático deben ir de la mano en este caso.
El abogado Oswaldo Molestina coincide con esta visión, aunque también advierte que al existir una relación desequilibrada entre ambos países siempre hay que manejar el tema con cautela, pero sin renunciar a los derechos que tiene el país.
El jurista cree que es el momento de abordar la relación desde lo comercial, pero también desde lo económico, cuando el país ha empezado a buscar una renegociación de la deuda con China, que es el más grande acreedor ecuatoriano.
El canciller Gallegos, en su primera aparición pública, señaló que durante su estadía al frente de la Cancillería se empeñará en afianzar y priorizar la asociación estratégica integral con Beijing, como puerta de ingreso a otros países asiáticos.
