Un relevo en la oscuridad
El nuevo comandante naval pide reflexionar sobre la disciplina militar. Patiño les recuerda a las Fuerzas Armadas lo que les ha entregado el Gobierno.
El relevo de mando en las Fuerzas Armadas fue en privado, en la Base Naval de Salinas, en una ceremonia presidida por el ministro de Defensa, Ricardo Patiño.
Entre los invitados especiales estuvieron el expresidente de la República, Alfredo Palacio, y los familiares de los 56 guardiamarinas que ayer se graduaron de alferes y tenientes en una ceremonia en donde no estuvieron presentes los medios de comunicación públicos y privados.
Lejos de los lentes de las cámaras de los periodistas, el vicealmirante Oswaldo Zambrano le entregó la jefatura del Comando Conjunto al teniente general César Merizalde; el vicealmirante Fernando Noboa le cedió el mando de la Armada al contralmirante Renán Ruiz; y un delegado de la FAE le entregó la comandancia de esa rama al brigadier general Patricio Mora.
En la parte final de la ceremonia, que duró cerca de dos horas, se escucharon los discursos. Frente a una escuadra de honor, impecablemente vestido de blanco el vicealmirante Zambrano se despidió de los marinos, a los que llamó camaradas, y les habló del respeto y de la disciplina naval.
Al finalizar les dijo: “No olviden que la defensa de la soberanía y de la integridad del Ecuador trasciende circunstancias y personas. Está más allá de egos o de dignidades, constituye la misión esencial del soldado, antes, ahora y siempre”.
A su turno el nuevo comandante de la Marina, el contralmirante Ruiz, emitió un discurso cargado de patriotismo, en el que invocó al Todopoderoso para que lo bendiga, proteja y dé sabiduría. Habló de “una naciente etapa institucional” y de su obligación de “escribir nuevas y brillantes páginas en la historia”.
Después agradeció al presidente Rafael Correa por su confianza y les recordó a los marinos su juramento de lealtad a la Constitución y a las leyes de la república.
Ninguno de los comandantes (entrante o saliente) habló de la nueva Ley de Seguridad Social de las Fuerzas Armadas, que ha sido el motivo de discordia en los últimos meses con el Gobierno; pero sí lo hizo el ministro Ricardo Patiño en su discurso, en el que también enfatizó en la necesidad “de oficiales sumamente disciplinados” y les habló de la esencia de la democracia.
“Las medidas tomadas fortalecen el sistema de seguridad social de las Fuerzas Armadas y permiten alcanzar nuevos niveles de dignidad... La lucha por una sociedad democrática implica incluir a los grupos históricamente relegados”, dijo a los presentes, a los que recordó los 1.800 millones de dólares que el régimen de Rafael Correa ha invertido en el robustecimiento de las Fuerzas Armadas.