¿Cómo remediar el conflicto diplomático entre Ecuador y México?

Luego de la irrupción de policías ecuatorianos a la Embajada de México en Quito, la noche del viernes 5 de abril, para aprehender al exvicepresidente Jorge Glas, la tensión entre Ecuador y México se ha disparado, a tal punto, que lo que se prevé son restricciones y suspensión de relaciones diplomáticas y bilaterales, según ha adelantado el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador.

No obstante, expertos consultados por EXPRESO mencionan que si bien, es complicado llegar pronto a una relación cuando el episodio y el resentimiento entre ambos países es reciente, sí existen vías que puedan remediar pronto el conflicto entre ambas naciones.

CONTEXTO

La entrada de la fuerza pública ecuatoriana a la sede mexicana se dio después de conocerse que el país norteamericano había concedido el asilo político a Jorge Glas quien tiene orden de captura por malversación de fondos destinados a la reconstrucción del terremoto de Manabí en 2016, cuando fue vicepresidente en el periodo de Rafael Correa. Glas permanecía en esa embajada como huésped, desde diciembre del año pasado para evitar ser detenido por la justicia.

Para el politólogo Efrén Guerrero experto en Derechos Humanos y Política Pública, la vía más rápida para reducir la tensión entre Ecuador y México, es que se haga un acercamiento al más alto nivel. Es decir, que la canciller de Ecuador Gabriela Sommerfeld y el Palacio de Carondelet llamen a ciudad de México y al Palacio Nacional a pedir disculpas, de manera directa.

Por otro lado, otra de las soluciones que expone Guerrero llevaría a un buen arreglo y que opina debería darse, es el pedido de disculpas desde Ecuador. “Debemos asumir que cometimos un error como Ecuador y pedir disculpas a México y a la comunidad internacional”.

A esta última, recuerda Guerrero, porque la mayoría de gobierno e incluso frentes políticos más inclinados a Noboa que a México como el Gobierno de Argentina y el partido de Derecha de España, han condenado la acción de Ecuador en la sede diplomática.

“Lo de decir que el presidente Noboa tuvo la valentía de hacer lo que hizo, hay que dejarlo de lado. México tenía derecho a darle el asilo a Glas. Que Glas nos caiga bien o mal, ante el derecho internacional es irrelevante. Tenía que respetarse la embajada”, enfatiza.

El también politólogo Rafael Silva y experto en comunicación y difusión gubernamental, coincide en que es muy pronto para remediar el conflicto que se ha levantado tras la irrupción a la sede mexicana. Sin embargo, también concuerda, sí hay vías, aunque en un mediano y largo plazo, para bajar la tensión y solucionar el problema.

Por ejemplo, dice, la solución al conflicto diplomático, sería que en las próximas elecciones mexicanas a darse en junio de este 2024, ganase un candidato acorde a la tendencia de Daniel Noboa, o en su defecto que, en las próximas elecciones de Ecuador, gane un postulante acorde a López Obrador. “Podría ser que así los diálogos entre ambos países se retomen para poder limar asperezas”.

El experto además indica que otra alternativa son los canales diplomáticos de instancias internacionales como la OEA y hasta la ONU, que actuarían como mediadores. “Y una solución por esta vía solo sería posible si ambos países estuvieran de acuerdo a un diálogo”.

Aunque esto último podría ser lo más cercano, se ve más complicado, destaca Silva, porque “estamos en plena curva del conflicto entre los países y esto es el inicio del deterioro absoluto de las relaciones diplomáticas entre ambos”.

Y es que el gobierno de Noboa se justifica indicando que el hecho fue en defensa de la soberanía Nacional y que así evitó la intervención extranjera en asuntos internos.

Guerrero señala que lo más próximo, antes de que puedan llegar las disculpas, es esperar el golpe de la ofensiva diplomática parte de México y que irá desde demandas ante la Corte Internacional de Justicia, pagos por reparación y el recordatorio constante del hecho ante foros internacionales que México va a hacer.

De no poner parte para hallar una solución pronto, añade Silva, las repercusiones también pueden avanzar hasta el retiro de visado a compatriotas en México, sanciones comerciales y hasta la deportación de ecuatorianos en tránsito. 

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