El retorno a clases, puntal del plan educativo de Lasso
En una primera fase se prevé el regreso progresivo de 1.301 instituciones. La propuesta del Gobierno suma voces a favor, pero también en contra
La ruta a seguir en educación está marcada. El presidente Guillermo Lasso firmó ayer en Quito un decreto con los cinco ejes que implementará su Gobierno en materia educativa durante los próximos cuatro años.
El primero de ellos es el que generó más expectativa. La ministra de Educación, María Brown, dijo que hay 1.301 instituciones educativas que han recibido luz verde para empezar desde el lunes 7 de junio a retornar a clases de forma “progresiva, segura y voluntaria”.
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Leer másTomando todas las precauciones es una medida adecuada y necesaria. La situación actual lo que ha hecho es profundizar la brecha educativa en los sectores menos favorecidos.
Según la funcionaria, en este grupo están desde unidades educativas iniciales hasta de bachillerato que habrían presentado un plan de retorno paulatino y controlado con medidas de bioseguridad a clases en el régimen Costa, Sierra y Amazonía.
Las escuelas y colegios son lugares de encuentro por excelencia. Con nuestro Plan de Educación, los niños, las niñas, los jóvenes y los maestros podrán reencontrarse y retomar sus procesos educativos. #JuntosLoLogramos con @mariabrownp y el compromiso de todas las familias. 🇪🇨 pic.twitter.com/D0pWeyiAD7
— Guillermo Lasso (@LassoGuillermo) June 2, 2021
Brown señaló además que la entidad rectora de la Educación ha recibido 15.132 planes de retorno. De estos, 5.089 solicitan una modalidad semipresencial para que con aforos reducidos o completos puedan tener encuentros en las aulas.
Lastimosamente el nuevo Gobierno está repitiendo las improvisaciones del anterior. No solo debe haber maestros vacunados, también los deben estar nuestros niños y jóvenes.
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Leer másEl presidente Lasso justificó su decisión asegurando que se debe reconocer que “cada día que un niño no va a la escuela y un joven al colegio es un día perdido para el país. No podemos seguir permitiendo que crezcan con vacíos, deben reencontrarse entre ellos, con sus maestros y, sobre todo, con el conocimiento y la creatividad”, señaló ayer en Tumbaco, al oriente de Quito.
En eso coincide Martha Córdova, presidenta de la Federación de Establecimientos de Educación Particular (Fedapel), que venía pidiendo el retorno progresivo a clases pensando, entre otras cosas, en la salud metal y emocional de los estudiantes que no acuden a las aulas desde hace algo más de un año, desde el inicio de la crisis sanitaria por la pandemia.
El retorno es paulatino y no obligatorio. Los más necesitados en regresar son los grupos menos favorecidos que no tienen condiciones para seguir haciendo educación en casa.
En la otra orilla está la expresidenta de la Unión Nacional de Educadores (UNE), Rosana Palacios, quien insiste en que los maestros agremiados en esta agrupación le dicen a Lasso lo mismo que, en su momento, dijeron al expresidente Lenín Moreno: “primero la vida”.
Según Palacios, no se oponen al retorno a las aulas siempre y cuando este se produzca una vez que concluya el plan de vacunar a nueve millones de habitantes del país en los próximos cien días. Esto sería en septiembre próximo.
No fue el único anuncio. Otro eje del plan de Educación es la reactivación y reapertura de 900 unidades educativas rurales. El tercer eje es el fomento de mayor autonomía y libertad para las instituciones educativas. El cuarto hace referencia a la elaboración de un nuevo escalafón con los docentes y finalmente, el Gobierno se comprometió a aplicar mecanismos para mejorar la calidad educativa.