El riesgo de “dineros oscuros” acarrearía la eventual reforma

La efectividad de la propuesta del presidente Daniel Noboa, para reformar dos artículos de la Constitución que permitan eliminar el financiamiento estatal de las organizaciones políticas, genera dudas respecto de las intencionalidad del proyecto. Según el Ejecutivo, el fin es que se deje de ver a una candidatura como “un negocio”.

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Dos expresidentes del Tribunal Supremo Electoral (TSE), antiguo ente de la Función Electoral que se transformó en el actual Consejo Nacional Electoral (CNE), advierten que el texto podría limitar la participación política y favorecería el aporte de organizaciones delictivas.

Medardo Oleas, extitular del TSE, califica a la propuesta de Noboa como “electorera”. Una eventual reforma, si es que supera el examen de la Corte Constitucional, debería apuntar a reforzar el control de los recursos estatales. “El financiamiento estatal evita que solo los grandes participen porque hay personas brillantes que podrían aportar al país, pero que por recursos no lo lograrían”, explica.

Un criterio similar comparte Carlos Aguinaga, expresidente del TSE. “No es la solución frente al sistema que no funciona. Se requiere un cambio total”, dice.

Riesgo de aportes de organizaciones delictivas

Ambos ven el riesgo que de “dineros oscuros” del narcotráfico, mafias y otras organizaciones delictivas se entreguen a los partidos con el pretexto de “financiamiento privado”.

Aguinaga recomienda evitar sistemas extremos: el actual, que permite la existencia de decenas de partidos; y el que propone Noboa, de limitarlos por recursos económicos.

Sostienen que falta más control por parte del CNE para verificar el gasto de esos fondos y sugieren establecer un sistema de partidos de forma técnica, que no obedezca a los políticos de turno. El ideal “sería uno moderado, entre ocho o 10 organizaciones políticas, que permita tener alternabilidad y que modifique la conformación de las circunscripciones y distritos”, recomienda Aguinaga.

Consejeros tienen criterios divididos

El vicepresidente del CNE, Enrique Pita, explica que los recursos estatales buscan una “contienda electoral de forma equitativa y en igualdad de condiciones”. Considera que la propuesta “es viable”. Cree que se deben ajustar los porcentajes máximos con lo que se calcula o proyecta el fondo de promoción electoral y que se modifique la utilización del fondo partidario permanente solo para la formación política.

Por su parte, la vocal del CNE, Elena Nájera, cuestiona que Noboa presente la propuesta a víspera de las elecciones generales. “Un tema tan delicado, como una reforma electoral con alta incidencia en el sistema político, no debía ponerse en debate en medio de unas elecciones. Se requiere un debate de altura, con la sociedad civil y política, pero también con la academia, que no se preste a los discursos de tarima o, mucho menos, que este tema sea utilizado como un distractor”, manifiesta.

El sistema de partidos, en la mira

La propuesta presidencial propiciaría la inequidad entre los partidos, anticipa Ruth Hidalgo, directora de la Corporación Participación Ciudadana. Añade que la participación y promoción de candidaturas es un derecho constitucional.

“Ecuador tiene una tradición dolorosa del uso opaco de los aportes privados sin control. Provoca el fenómeno de que la política termina siendo exclusivamente para aquellos que tienen más plata. ¿Qué pasa para los que no tienen los fondos? La regulación garantiza la equidad”, manifiesta. Añade que el problema no es el financiamiento, sino “el sistema de partidos que financia la actividad política mediocre”.

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