Riesgo de sarampión por el desfase en vacunación infantil
Hay dos casos confirmados y los sospechosos subieron de 16 a 62. Médicos recuerdan que hubo una baja en la inmunización regular entre 2020 y 2021
En 2020, debido primero al temor y luego a las restricciones por la pandemia, los padres dejaron de llevar a sus niños a los centros de vacunación. A fines de ese año e inicios de 2021, en cambio se toparon por varios meses con la falta de dosis para la vacunación regular infantil. Ahora, tras el reporte oficial de dos casos de sarampión en los últimos días de noviembre y un aumento de 16 a 62 sospechosos en dos semanas, hay médicos que alertan que ese desfase le puede pasar factura al país, por la población de menores que ha quedado vulnerable a esta contagiosa enfermedad.
La doctora y especialista en salud pública Catalina Yépez recuerda que si no se alcanza una cobertura de al menos el 95 % en la población infantil que debe vacunarse contra el sarampión con la triple viral, “siempre existirá el riesgo de reintroducción del virus”.
Lo que importa es que nuestra población infantil esté vacunada y que los adolescentes y adultos jóvenes hayan recibido la vacuna, para cortar toda posibilidad de brote.
Según reitera, dado que la vacunación del esquema regular no fue óptima en los dos primeros años de la pandemia, sobre todo en 2020, algunos niños rebasaron la edad para recibir la vacuna y probablemente no han sido inmunizados. A eso hay que sumar que se estima que se acumula en cada cohorte (anual) un 15 % de susceptibles (entre los no vacunados y los que aun vacunados no desarrollaron inmunidad), y “todo esto predispone al riesgo de brotes”.
Van 2 casos confirmados de sarampión de 16 sospechosos en cinco provincias
Leer másPara Yépez, quien trabajó en el Programa Ampliado de Inmunización en el Ecuador en 2015, habría que revisar el estatus vacunal de las cohortes de nacidos vivos desde el 2018 al menos, para ponerse al día.
“Pero hay que extender los grupos de edad a vacunar con una dosis contra el sarampión, independientemente de su estado vacunal, e implementar campañas de seguimiento como la de 2004, cuando se vacunó hasta los 39 años. Es decir, debemos revisar qué cohortes se han quedado por fuera y vacunar. Definitivamente, un análisis de los datos es clave para evitar la extensión de los brotes que se han generado en algunos puntos del país”, advierte.
Para poder mantener una inmunidad colectiva frente al sarampión debemos tener una vacunación de al menos el 90 % de la población, que es lo que se ha reducido.
La doctora, salubrista y epidemióloga Andrea Gómez coincide en que hay que revisar cuáles son las generaciones o cohortes que no han recibido las dosis completas, en las que hay un menor porcentaje de vacunación, que ella estima que deben estar entre los menores de cinco años, para fortalecerlas.
La OMS alerta de varios brotes de sarampión tras la disminución de la tasa de vacunación
Leer más“Uno de los problemas del sarampión es la rapidez con la cual se dispersa. La transmisión es por gotículas y, por lo tanto, hay un incremento de probabilidad de los casos, sobre todo si a esto le agregamos la reducción en la vacunación que hubo por la pandemia y luego por el desabastecimiento”, confirma.
El sarampión es una enfermedad contagiosa que se transmite por gotículas respiratorias, por lo que, como con la COVID-19, también son útiles para su prevención el uso de mascarillas, el lavado de manos, el aislamiento de las personas con síntomas y sus contactos, para así evitar su propagación.
- Vacunas en dos tiempos
Salud afirma que ante los casos de sarampión en Ibarra, está vacunando a toda la población infantil de la provincia de Imbabura entre los seis meses y 11 años de edad, en centros de salud y con brigadas móviles. Además, planifica una campaña nacional de inmunización para prevenir esta enfermedad.
En el resto del país, en el esquema regular, los niños reciben la primera dosis de vacuna contra el sarampión, rubéola y paperas (SRP) a los 12 meses y la segunda a los 18 meses, además de todos los menores de 8 años no vacunados.