Rifles con mira telescópica, los “juguetes” de los narcos
Cada vez más, en los operativos se encuentran armas sofisticadas y de uso exclusivo de grupos de élite policial o militar. Tras esta actividad está la droga
Una bala de fusil terminó con la vida del sargento primero Galo Quezada. Tenía 45 años y los últimos 22 los dedicó a ser policía.
Su crimen ocurrió el pasado 13 de julio, cuando los integrantes de una banda delictiva asaltaron una camaronera en la isla Puná. Llegaron en lanchas y al ver la presencia de dos uniformados, quienes custodiaban el sitio, abrieron fuego. Tenían fusiles y chalecos. El segundo policía resultó herido.
Armas y municiones circulan libremente
Leer másPara las bandas delictivas es más importante tener armas que dinero. El poder de las organizaciones no solo es económico, sino que “necesitan armas para ganar territorio, para las disputas con otras bandas o para sus acciones ilegales como robos, tráfico de drogas, minería ilegal, trata”, dice Alain Luna, jefe de la Dirección Nacional de Investigaciones.
Las cifras de decomisos, que se han incrementado en este año, muestran también que las organizaciones criminales buscan más armas sofisticadas y de grueso calibre (ver infografía).
El jueves 21 de julio, las FF. AA. hallaron dos escopetas Mossberg corta, calibre 12 mm, de fabricación estadounidense en una casa en Naranjal, en Guayas. En la misma vivienda también se encontraron una subametralladora de origen brasileño, una carabina, una pistola y un rifle con mira telescópica.
Para Luna, este tipo de armas sofisticadas son requeridas por organizaciones narcodelictivas y llegan al país por cuatro vías.
La primera puerta es la frontera sur, a través de pasos ilegales. La segunda ruta son las avionetas que salen del país desde pistas clandestinas y cargadas de droga, y regresan con armas y dinero en efectivo.
La tercera modalidad para conseguir armas es robarlas en los rastrillos de la Policía. Finalmente, el último camino es el uso de correos. A través de compras de mercadería, ya sea ropa, electrodomésticos o equipos mecánicos, los traficantes ocultan las armas desarmadas.
El 1 de julio, en una de las bodegas del Servicio Nacional de Aduanas (Senae) se halló un paquete que venía de Perú y que externamente parecía contener una televisión plasma de 32 pulgadas.
Pero al revisar, los uniformados encontraron una pistola de 9 mm desarmada, una alimentadora de tambor para 250 municiones o más; un rifle automático en piezas, alimentadoras y rifle de francotirador, con mira telescópica. Su uso es exclusivo de las FF. AA. o de grupos de élite policiales.
“Este tipo de armas requiere del personal adiestrado para usarlas. Incluso dentro de la institución no todos pueden usar armas para francotiradores. No solo sirve tener el equipo, sino que hay que saber usarlo”, dice Luna.
¿Las bandas criminales tienen a francotiradores adiestrados en sus filas? “Hasta ahora no se ha registrado ninguna muerte violenta con una bala de francotirador”, agrega. Sin embargo, el número de asesinatos con armas de fuego, como el del sargento Quezada, crece.
¿De dónde vienen las armas?
La frontera sur es actualmente la puerta principal para el tráfico de armas. Sus pasos ilegales, que son más de 80 trochas, permiten que armas fabricadas en Estados Unidos, Asia y Europa ingresen al país en piezas, indica Mario Pazmiño, oficial de Inteligencia retirado. La ruta comienza en Chile.
Según el portal InSight Crime, muchas de las armas son compradas en los Estados Unidos, en donde es legal su tenencia. Estas son enviadas a los países en donde hay una fuerte actividad narcopolítica. Ecuador, por ejemplo, alcanzó este año el tercer puesto en decomisos de drogas del mundo. Sin embargo, el país no es productor, pero desde los puertos y pistas clandestinas se envía droga al mundo y en su economía dolarizada se lava.
Los datos de decomisos de armas indican que en este año, de enero a junio, se han aprehendido 1.842 armas de fuego. La mayoría han sido en Guayas y Guayaquil, en donde también hay más sicariatos.