ASAMBLEA NACIONAL
La Asamblea Nacional está integrada por 137 legisladores entre nacionales, provinciales y distritales.CORTESIA

La rigurosidad es el punto flaco de la selección de candidatos a la Asamblea

Los casos Rosa Cerda, Bella Jiménez y otros abren el debate. Aumentar filtros para ser legislador no ayuda. Para ser asambleísta se deben cumplir tres requisitos básicos

Debate abierto. Luego de una gestión legislativa salpicada por bochornosos casos de corrupción protagonizados por algunos de sus miembros, surgió la expectativa de que la nueva administración limpiara en parte esa mala imagen. Todo quedó en meras esperanzas. En los primeros 100 días de gestión, la imagen legislativa en lugar de recuperarse se deteriora.

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Los casos de Rosa Cerda y  Bella Jiménez y los ahora salpicados Darwin Pereira y Elías Jachero empujan a pensar si el problema de fondo está en las reglas o en el sistema. ¿Son suficientes los requisitos que establece la ley para ser asambleísta o deben endurecerse? ¿O el sistema está tan corrupto que por más filtros que establezca la ley, la persona más honesta terminará corrompida? Guido Chiriboga, actual legislador y presidente nacional del movimiento CREO, no cree que más requisitos, sobre todo académicos, son la solución de fondo. “Recordemos que en los 14 años anteriores hubo gente con muchos PhD que hicieron un desastre de la administración pública y del manejo correcto de los fondos de los ecuatorianos. Más filtros, necesariamente académicos, no te garantiza el tener una conducta adecuada”.

Poner a la cabeza a gente honesta sirve como guía para arreglar el problema de corrupción. No se puede evitar que alguien transgreda la confianza de los electores, pero que sea la excepción.

Guido Chiriboga, asambleísta.

El artículo 119 de la Constitución establece que para ser asambleísta se requiere tener nacionalidad ecuatoriana, haber cumplido 18 años de edad al momento de la inscripción de la candidatura y estar en goce de los derechos políticos.

Pese a estar ideológicamente en polos opuestos, la exasambleísta y presidenta del movimiento Compromiso Social, Marcela Aguiñaga, concuerda con Chiriboga. Más filtros, concluye, pueden mermar la participación, por ejemplo, de dirigentes sociales que no han tenido la oportunidad de ingresar a la universidad o de sumar experiencias. Aquí otra coincidencia entre ambos: las organizaciones políticas deben ser más meticulosas en la selección de sus candidatos. “Creo que hay que exigirle más a las organizaciones políticas. Hay que ser más rigurosos. Que los cuadros que elijan sean gente valiosa. Desde el origen de su dinero, su condición social, con cuánto dinero llegaron y con cuánto salieron de la política. Es indispensable generar ese debate de forma transparente y pública entre todos los actores de la sociedad”.

Creo que hay que trabajar en la carrera legislativa. Hoy tenemos castigada la experiencia de un legislador luego de dos periodos los mandan a su casa y la experiencia política se acaba. Hay que debatirlo.

Marcela Aguiñaga, exasambleísta y presidenta de Compromiso Social. 

A diferencia de las dos voces anteriores, Mario Cuvi, decano de la Facultad de Derecho y Gobernabilidad de la Universidad Ecotec y excandidato a legislador, cree que sí hay que establecer requisitos más rigurosos, pero no como una herramienta para detener la corrupción, sino como una para elegir a personas aptas. “Debe haber requisitos mínimos que se cumplan con base en un perfil funcional al cargo y que entre ellas se elija libremente... Llegar un cargo al que no se está preparado es corrupción”.

El sistema electoral actual lo que provoca es un exceso de obediencia partidista donde los caudillos mandan y un montón de asambleístas obedecen y el ciudadano no sabe quién lo representa.

Mario Cuvi, decano de la Facultad de Derecho de la Ecotec y excandidato a legislador.

Esto, a criterio de Cuvi, debe ir de la mano con una reestructuración del sistema electoral. Considera que se debe caminar al sistema de distritos unipersonales, es decir, que cada ciudadano escoja a un asambleísta. “Eso permitirá que los ciudadanos tengan mayor capacidad de discernimiento y el nivel de rendición de cuentas del ciudadano es distinto. Le puedo exigir más”. El debate está abierto.