Passailaigue  es el rector encargado y titular de la Comisión de Intervención y Fortalecimiento Institucional (CIFI) para la Universidad de Guayaquil.

Roberto Passailaigue: “Queremos que la alcaldesa nos reciba y revise el plan”

La autoridad de la Universidad de Guayaquil recibió a EXPRESO para hablar, entre varias cosas, sobre el Plan Maestro.

Passalaigue recibe a este Diario en su despacho. Allí, entre sus documentos, destaca el Plan Maestro que, asegura, no solo le agrada porque apunta a transformar el corazón de la ciudad; sino porque responde a la necesidad de reducir la contaminación y mejorar el entorno para recuperar a sus habitantes y volver el sitio amigable para los peatones locales y extranjeros.

- ¿Qué significa para usted esta propuesta y más aún las reacciones que ha logrado? EXPRESO ha sido testigo de cómo los lectores, ambientalistas y expertos en urbanismo lo han visto como una solución a una necesidad, por años, relegada.

- Más que para Roberto Passalaigue, el significado es para la Universidad de Guayaquil porque demuestra que existe un grupo de estudiantes que desea aportar y avanzar dentro de sus estudios y prácticas; lo que evidencia un contraste total con aquel grupo que ya tiene que salir. El grupo anquilosado, que no trabaja, quiere corrupción o la politiquería. Esa es la página oscura de la universidad que tiene que desaparecer. Está floreciendo la nueva universidad, que tiene que ser liderada por personas como las de este equipo, integrado por el arquitecto Felipe Espinoza y una serie de estudiantes y docentes que están a la vanguardia del pensamiento futurista. Que le apuestan al cambio.

- Teniendo en cuenta la respuesta de la comunidad, ¿prevé presentarle el proyecto a la alcaldesa Cynthia Viteri?

- Sí. De hecho le envié un oficio el pasado 10 de octubre y otro el 5 de noviembre. Esperemos que pronto nos den la cita para que ellos lo expongan, es por el bien de Guayaquil. Estamos fomentando esta investigación y otro tipo de trabajos que son viables. El proyecto de ahora representa la nueva fase de lo que se está construyendo. La universidad no se va a reconstruir en uno o tres años, el cambio es generacional, pero siempre con personas como estas. Ahora tenemos un cuadro de decanos que está luchando contra el pasado. Estamos ajustando la academia.

- Sabiendo que estos proyectos desarrollados bajo la metodología ‘living lab’, que es una práctica con conocimientos, dan resultados eficaces, ¿se prevé instrumentalizarlos en todas las facultades?

- Hay facultades, como las de Ingeniería y Arquitectura, donde es más factible hacer los trabajos de docencia bajo esa metodología: con la adquisición de conocimientos, conjugándolos con la ciencia y vinculándolos con la sociedad. Hay otras facultades, como las de Derecho, en las que no se ven proyectos físicos (como edificios, por ejemplo) que puedan ejecutarse, pero que dan servicios. Nosotros tenemos un consultorio jurídico que lo estamos readecuando para sacarlo al centro para que sirva a la colectividad. Este tipo de metodología entonces se la está aplicando. Las prácticas, si bien se las hacían antes, eran incipientes.

- ¿Qué harán para incentivar a sus estudiantes a que se sumen a ejecutar proyectos similares?

- Todas las semanas visitamos a las facultades en donde ya se está generando esta nueva conciencia del aporte social. Esta semana hemos abierto los procesos correspondientes a las admisiones y capacitaciones a 7.800 estudiantes y ellos ya van con esa mentalidad innovadora que necesitamos para que decodifiquen la ciencia, sean críticos y opten por investigar, como lo han hecho últimamente.

- Si son tan buenos los resultados y la visión de los alumnos, ¿será posible solicitar al Consejo de Educación Superior (CES), reformar los reglamentos de régimen académico?

- Estos resultados no son cuestión de leyes ni reglamentos. Si en el pénsum académico está la materia, depende del profesor que nazcan estas iniciativas. Es la metodología que se utiliza la que debe fomentarse en todas las áreas. Y es lo que estamos haciendo.

- Si el proyecto de peatonización del centro tiene que ver con el espacio público, ¿la universidad tiene previsto proponer alguna reforma para enfatizar los derechos de los peatones en el Código Orgánico Territorial (Cootad)?

- Pensamos que el grupo de trabajo está haciendo algo positivo. Irnos a una reforma de ley para lograr lo que ya se está haciendo, no es pertinente. Lo que hay que generar es este tipo de trabajo y lograr la receptividad de las autoridades locales para que analicen si está dentro de sus planes de acción y presupuesto. Lo que hace la universidad son propuestas. Y de igual forma como se lo ha hecho ahora con la alcaldesa, se lo hará con el Consejo Provincial para que puedan mejorar los servicios que prestan a la comunidad.

- ¿Qué tanto pesa el presupuesto con el que cuenta la universidad para generar proyectos similares? Esto teniendo en cuenta que la universidad podría recibir un presupuesto menor al estimado para el 2020, según lo dio a conocer esta semana.

- El hecho de que se produzcan estos estudios sin presupuesto real, como ahora la facultad de Arquitectura lo ha hecho, evidencia que sí se los pueden hacer. Pero se necesitaría, para tener mayor aporte, buenos laboratorios, mesas de trabajo, implementos de computación..., y para ello, sí es necesario el presupuesto. No se necesitan grandes sumas, pero sí debe haber un presupuesto destinado.

Hay proyectos de investigación en los que todas las universidades tienen la obligación de apoyar, lo malo es cuando el Ministerio de Finanzas no asigna de manera oportuna el presupuesto y en los dos últimos meses del año lo hace para que hagan corriendo los procedimientos y se pierda entonces el dinero porque no se lo puede hacer.

- ¿Cómo mejorar el proceso?

- Si hubiese una correcta calendarización por parte de Finanzas, el resultado sería otro, mucho mejor. Ese equipamiento del que hablo podría hacerse porque es necesario. Universidad que no tiene laboratorios para investigar, no practica investigación interna; y universidad que no investiga, no es universidad. Sin embargo, si me preguntan si aún sin este presupuesto se pueden hacer grandes cosas, pues la Universidad de Guayaquil está demostrando que sí.