La robotica despierta la creatividad de los alumnos del IPAC
Estudiantes de cinco años participaron en la feria de proyectos. Expusieron frente a los padres lo aprendido en el aula.
Un pequeño robot, en forma de abeja, sirvió este miércoles para que los estudiantes de primero básico del Instituto Particular Abdón Calderón (IPAC) demuestren frente a sus padres, lo aprendido en el primer quinquemestre, en el área de robótica.
El aparato lo programaron los estudiantes de cinco años y, a través de la manipulación de sus botones, han aprendido direcciones como delante, atrás, izquierda, derecha y borrar.
También han aplicado conocimientos de colores, números, cantidades, lecto-escritura, reforzado habilidades como las motrices, de lenguaje o espaciales, fortaleciendo el trabajo en grupo, así como la autoestima de los pequeños.
Este aprendizaje es el resultado de la innovación educativa que la entidad ofrece desde edades tempranas, al realizar el acercamiento de la robótica en la etapa inicial.
“A estas edades los pequeños tienen una imaginación innata, que les permite aprender jugando y responder a la demanda del siglo XXI”, dijo Dionne Martínez, directora de preescolar del IPAC.
Cerca de 120 estudiantes participaron en la feria de proyectos que este año tuvo como temática la robótica.
Las aulas patios y corredores de la primera estuvieron adornadas con robots elaborados con cartones. Algunos tenían movimientos; otros luces que llamaron la atención de los presentes.
Con un pedazo de plastilina conectado a una batería, los niños enseñaron lo que es una masa conductora y observaron los cambios que se producen a través de su manipulación.
Experimentaron el material robótico, actuando sobre ellos, al construir circuitos eléctricos y comprobar su funcionamiento y cambios producidos.
“Hemos introducido a los pequeños en este mundo mágico de la programación. Es el área de computación, con trabajo parvulario, el encargado de hacer el primer acercamiento a la robótica”, anota Alexandra Garnica, coordinadora de computación.
Asevera que estas actividades han despertado el interés por la ciencia, usando colores y símbolos que permiten desarrollar la motricidad fina y potenciar las matemáticas tempranas, la imaginación, la creatividad, el pensamiento computacional y el progreso de la comunicación en los niños.
Los padres de familia dejaron a un lado su jornada laboral y acudieron al plantel para palpar el conocimiento de sus hijos. “Me siento satisfecho de ver cómo ha ido evolucionando el aprendizaje del niño. Lo he visto desenvolverse bien y estar seguro de lo que expresa”, menciona Gabriela Rojas, una madre de familia.