Rosh Hashaná: la 'mitzvá' de escuchar el Shofar se ve truncada por el coronavirus
Algunos judíos en Ecuador no podrán asistir a sus sinagogas para evitar la propagación del coronavirus. Rabinos locales hacen lo posible para que esta festividad pueda ser "buena y dulce".
¡L’shaná tová umetuká! Es la expresión que se dice cuando llega el año nuevo judío y que este sea "bueno y dulce", pero para Leví (Luis Peña) este tiempo tiene una particularidad: es inédito. ¿La razón? Covid-19.
A pesar de que en el mundo hay restricciones, prohibiciones y limitaciones –a causa de la pandemia- este judío sefaradí celebrará el Rosh Hashaná (año nuevo) con el mismo entusiasmo de siempre, pero a la interna y sin tanta pompa.
“Nunca he celebrado una festividad con el ambiente actual. Estoy a la expectativa a lo que pueda acontecer durante esta fiesta y celebrarla físicamente hasta donde se lo permita”, dice Leví. Y es que según la Torá (biblia hebrea), la creación fue hecha en seis días como está escrito en el libro de Bereshit (Génesis) donde Moisés escribe que en el séptimo día el creador del universo descanso de todo de lo que había creado.
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Leer másPara el Rabino y líder de la Comunidad Sefaradí de Guayaquil, Ysrael Villacís, el primer día de la creación cayó el domingo pasado (13 de septiembre), que en el calendario hebreo fue el 25 de Elul. Incluso, en el pensamiento hebreo Shofar viene de la raíz leshaper, que significa mejorar e invita al alma judía a volver a su creador.
Además, Rosh Hashaná es la celebración del nacimiento del primero hombre en la tierra: Adam HaRishon, y es desde ahí que los judíos empiezan a contar los años, siendo este viernes 18 de septiembre -a la puesta del sol- el año 5781.
“Obviamente este es un año muy diferente. Es un año que nunca se experimentó antes porque el mundo ha atravesado una serie de eventos lamentables. Pero nosotros nos encontramos con una incertidumbre: si paramos o nos obligamos a retroceder ante esta pandemia, o si la enfrentamos y continuamos con aquello que nos mantiene vivos: nuestro deseo y amor tanto para la humanidad como para el creador del universo”, comenta a EXPRESO Villacís.
Rosh Hashaná vs. Coronavirus
Teniendo consciencia de que la Torá no pide sacrificar la vida, dice el rabino, han tomado las medidas necesarias para esta celebración.
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Distanciamiento social, reducción de la capacidad de ingreso a la sinagoga, alcohol, desinfectante, alfombras, mascarillas, guantes y toma de temperatura serán los visitantes extranjeros que tendrá la comunidad judía para este tiempo. Además de eso, Villacís agrega que tuvieron que modificar la comunidad.
“Tuvimos que abrir ventanas en las paredes para permitir mayor circulación del aire. También hemos reducido el aforo a la mitad y hemos sido muy estrictos en darle prioridad a los miembros de nuestra comunidad”, agrega, ya que todos los años tienen invitados y personas que están en búsqueda de una conversión hacia el judaísmo.
Para las personas que no van a poder asistir, cuenta, han tenido el trabajo de enseñarles las leyes del sonido del Shofar y que cada uno tendrá que tocarlo en sus hogares por si no alcanzan a estar en la sinagoga.
“La idea es cumplir con la mitzvá y que nadie se quede sin escuchar este ‘llamado’”, expresa el también matarife.
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Leer másEl líder de la Comunidad judía El ELohei Israel, Nery Montiel, afirma que este sonido tiene misterios que causan que los corazones se humillen y el espíritu pueda ser conectado al creador.
“Cuando nos conectamos con Dios mediante este sonido, en ese momento le estamos pidiendo que detenga su mano para que estas situaciones difíciles y calamitosas puedan ser cambiadas”, apunta.
La fiesta en medio de la pandemia
A pesar de que el nuevo año judío ha caído en medio de una pandemia sin precedentes, los judíos en Ecuador están dispuesto a tirar la casa por la ventana, pero con moderación.
“Para mi tirar la casa por la ventana dentro de lo que la ley judía y se seguridad permite es reunirme con mi gente, hacer los rezos de la festividad, comer y beber, escuchar el Shofar; de esta manera celebraré esta festividad”, dice.
En Rosh Hashana, como en todas las fiestas judías, existe una liturgia y esta empieza con la anulación de promesas, porque según Villacís, cuando “nosotros hacemos promesas tenemos que hacer lo posible por cumplirlas, pero si no lo hacemos tenemos que anularlas para no ser juzgados por las mismas”
Pero hay una parte simbólica: el seder o la comida representativa que “insta a mejorar y anular el pensamiento de nuestros enemigos”, dice Montiel. Por ejemplo, se acostumbra a comer granadas, porque según la tradición judía, este fruto tiene 613 pepitas, al igual que Dios le dio a los judíos 613 mitzvot (mandamientos).
“Cuando comemos la granada le pedimos al creador de universo que en este nuevo año estemos llenos de mandamientos y por ende poder cumplirlos”, dice. También hay cabezas de pescado, que cuando se las comen dice: ¡Que este año seamos cabeza y no cola!
Además, la razón por la que se dice que sea un año dulce y bueno es cuando se come una manzana acaramelada. Pero hay más elementos que buscan concienciar al judío a que rectifique su camino y pedir al creador que sean mejores.
La razón de escuchar el Shofar
A criterio del religioso, una persona puede pedir perdón y arrepentirse cualquier día de su vida y no tiene que esperar Rosh Hashaná o Yom kipur (Día de la Expiación), ni siquiera esperar el mes de Elul (mes donde se lee selijot), sino cuando uno quiera.
Asimismo, Montiel precisa que el objetivo es que el pueblo de Israel busque mejorar su camino, porque ese día todos los seres humanos serán juzgados ante el tribunal celestial.
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Leer másNo obstante, el hombre -por naturaleza- tiene un alma que le pertenece al creador, pues es un alma divina y está conectada con la Shejiná (Divinidad).
“Muchas veces nosotros nos olvidamos del creador y cumplir con los mandamientos, rezos y servir al prójimo. No creo que sea porque somos malas personas, sino que estamos envueltos en esta vida material”, lamenta el rabino, porque buscar trabajo, riquezas, tener buena salud y amigos no son actividades males, son buenas, pero mucho de esto “nos aleja del creador porque nos distrae”.
“Esas distracciones es como un adormecimiento espiritual (..) Entonces tocamos el Shofar en el mes de Elul y Rosh Hashaná para decirle a nuestro cuerpo que nuestra alma está pidiendo despertarse”, acota.
El misterio de la pandemia, según el judaísmo
Viilacís trae a colación el Talmud (enciclopedia judía) donde se habla de las pandemias. Y justamente explica que cuando Hashem (uno de los nombres de Dios) quiere algo con los judíos manda tempestades, por lo que el judío debe tomarlo como un llamado de Dios para integrarnos como humanidad y ser más humildes.
“Esta pandemia trajo cosas buenas, como estar con la familia, valorar el tiempo, saber cuánto importa el prójimo. Cada vez que se iba apagando una vida, la gente tomaba más conciencia del valor a la vida. Tanto los judíos y no judíos tenemos la obligación de escuchar las palabras del creador y ser mejores seres humanos para abrir nuestras manos para dar más que nuestras bocas para hablar”, argumenta.
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Leer másPero a EXPRESO le nace una duda, ¿Este sonido es exclusivo para los judíos? La respuesta del Rabino Villacís es que hay dos ocasiones que las que se escuchará este Shofar.
“Este Shofar que se toca en todos los Rosh Hashaná es exclusivo para todos los judíos del mundo, personas cercanas a Israel y al pueblo. Pero este sonido nos prepara para un segundo estruendo: el toque del Shofar que hará el Mashiaj (mesías judío)”, aclara.
Según el experto en Torá, la profecía “Tekia Shofar Gadol lejorotenu” expresa que, en el tiempo de la redención, el mesías judío tocará este instrumento para que todas las naciones vivan en paz y regresen a la casa de Dios.
“Acercarse a las cosas de religiosas de antaño hace que nuestro corazón se adhiera a lo que una vez fue practicado, pero lo importante es que retornemos a nuestro creador para que ponga fin a esta pandemia”, concluye el rabino Montiel.