Rubén Cherres: una llamada da las primeras pistas del momento de su muerte
El guardián de la residencia, encontrado junto a Cherres, se había comunicado minutos antes con su esposa
Los cuerpos de Rubén David Cherres Faggioni, de 64 años; César Eduardo Amador Sotomayor, de 67 y Josselyn Katiuska Rivadeneira Luzardo, fueron trasladados la mañana de este 1 de abril de 2023 desde la morgue de Santa Elena hacia la ciudad de Guayaquil en completo hermetismo. Mientras que el féretro de Juan Antonio Ángel Perero fue llevado a Libertador Bolívar, al norte de Santa Elena, donde era oriundo. Ficha clave en este caso.
Las cuatro víctimas fueron asesinadas en un inmueble en el balneario de Punta Blanca, en el área conocida como entrada 1, todos con impactos de bala calibre nueve milímetros. La casa está ubicada al pie del mar. Perero Ángel, quien era el guardián tenía dos orificios por los perdigones. Los otros tres fueron encontrados con más de cinco disparos.
Según las investigaciones, la vivienda fue alquilada por Cherres Faggioni desde inicios de enero y el contrato finalizó el 30 de marzo, pero al aparecer este decidió pernoctar otro día más y fue justo para su asesinato.
La policía estableció dos escenas del crimen en el mismo inmueble, el primer hecho en el pequeño departamento donde se encontró al cuidador que yacía maniatado y con cinta de embalaje en su rostro y en la sala de la vivienda en donde yacían los tres inquilinos boca abajo asesinados.
Los allegados de Ángel Perero indicaron que este laboraba en el inmueble desde hace más de una década, el día de su asesinato estuvo en Libertador Bolívar porque ya no tenía inquilinos en la vivienda, pero en horas de la tarde recibió una llamada porque las personas que estaban ocupando la casa habían decidido regresar.
A las 20h00 del jueves 30 de marzo la esposa lo llamó por teléfono y le dijo que estaba a la espera de la llegada de los señores, pero a las 23h00 que lo volvió a llamar ya no contestó, los investigadores deducen que en ese tiempo se produjo el crimen.
En el área donde ocurrió el asesinato están ubicadas viviendas vacacionales y la mayoría de las casas tienen guardias, estos aseveraron no haber escuchados disparos durante la noche. Además, dijeron que muy pocas veces vieron a las personas que habían alquilado el inmueble, sabían que eran mayores de edad, pero desconocían que tenían problemas con la justicia.
Por lo general venían unos cuantos días y luego se regresaban a Guayaquil
“Más salían a la playa los fines de semana, por lo general venían unos cuantos días y luego se regresaban a Guayaquil. Eso si llegaban en carros de lujo, pero por aquí los dueños de las casas también tienen ese tipo de carros, a nadie le pareció extraño”, dijo el custodio de una de estas residencias.
El fiscal de Santa Elena, John Tipantasi, es el encargado de la investigación, junto con los peritos han procedido a revisar los indicios encontrados a las víctimas, entre estos están los teléfonos móviles que podrían tener información valiosa. Así mismo ciertos documentos. Los asesinos destruyeron las cámaras de videovigilancia del inmueble.
