Una ruidosa precandidatura con más rédito que riesgos
El CNE reconoce 15 binomios y una precandidatura presidencial. Analistas creen que la estrategia es dar a conocer al postulante del correísmo
Riesgosa y a la vez beneficiosa. La precandidatura a la Vicepresidencia del expresidente Rafael Correa, a criterio de expertos en materia electoral, es un juego a dos bandas. La primera. Son las piedras en el camino a la inscripción formal, una de ellas la negativa del Consejo Nacional Electoral (CNE) de entregarle el acta de proclamación de la precandidatura para que su hermana y apoderada, Pierina Correa, la firmara en su reemplazo cuando la ley no permite delegar ese acto “personalísimo”.
Esto, de momento, ya pone en entredicho su eventual postulación. El consejero electoral, José Cabrera, sin mencionar un caso en específico y ciñéndose estrictamente al reglamento, aseguró en entrevistas que quien no haya firmado no puede inscribirse.
El exvicepresidente del CNE y miembro del Observatorio Electoral, Fausto Camacho, considera que las intenciones del correísmo están “en el filo de la navaja. “Predecir lo que va a pasar es imposible, pero si presentan una inscripción con la firma del expresidente Correa que no conste en el acta de proclamación de precandidatura, lo más seguro es que el CNE lo rechace”.
No sería lógico que un elemento de esta naturaleza impida la participación, lo que sí es evidente que no puede ir una papeleta incompleta. La candidatura es de un binomio.
Pero no todo pinta oscuro. La segunda banda. El rédito que tiene la exposición de su eventual compañero de fórmula a la presidencia, Andrés Arauz. Si bien los reflectores se posan ahora en el futuro electoral de Correa, esto, a criterio del jurista y expresidente del Tribunal Supremo Electoral, Carlos Aguinaga, no deja de iluminar también al “desconocido” precandidato. “No solo es una estrategia legal, es una política y de comunicación. De consolidación del candidato frente al voto duro e indeciso. Hay varios elementos que le están utilizando... Es un tema que produce réditos. Y saben que en el momento que esté descalificada la candidatura tienen un plazo de 48 horas para reemplazar al candidato por uno nuevo. Deben tener varias opciones”.
Es una estrategia política para posicionar a un precandidato desconocido... Saben que podrán poner un reemplazo, pero si este no cumple los requisitos ahí sí están en peligro.
Y alternativas hay. Arauz, en su primera rueda de prensa en Guayaquil desde su firma oficial como precandidato presidencial, dijo ayer que en la lista de eventuales reemplazos de Correa en la papeleta electoral hay varios nombres que prefirió no adelantar. Insistió en que la precandidatura de su compañero de fórmula, ahora residente en Bélgica, con orden de prisión preventiva y con sentencia condenatoria por cohecho, está en firme y cuestionó al CNE por un tuit informando lo contrario.
Se refiere a la publicación en la cuenta oficial de Twitter del ente electoral que da cuenta de la firma de aceptación de 15 binomios presidenciales y una precandidatura presidencial, desconociendo así que el expresidente haya firmado su aceptación. “Nuestro plan A es el poder que firmó el expresidente a su hermana. Nuestro plan B es la firma electrónica. Nuestro plan C es defender el derecho de participación de Rafael Correa”, dijo Arauz, quien adelantó que acudirán incluso hasta el Tribunal Contencioso Electoral.
Una disyuntiva que solo puede dirimir una sentencia en firme del caso Sobornos o una decisión del CNE que puede subir a otras instancias. Mientras tanto, Arauz y Correa siguen disfrutando el rédito del ruedo en el tablero electoral que provoca un binomio incompleto.
