El cadáver del hombre quedó cerca de la entrada principal de la Junta Parroquial. Tenía una herida de arma blanca.

Ruquearon con el muerto

Dos personas que lo acompañaban se quedaron dormidos junto a la persona sin percatarse de que se había ‘marchado al otro mundo’.

Una vela encendida y dos huellas de zapato que mancharon el suelo tras pisar un charco de sangre fueron lo único que quedó de la muerte de Juan Maisincho, de aproximadamente 50 años. Todo eso se miraba al interior de un portal junto a la entrada principal de la Junta Parroquial de El Quinche, al nororiente de Quito.

La mañana de este sábado 30 de noviembre, los moradores conocieron de la desgracia, cerca de las 08:00. En ese rincón, al que se accede por una rampa, quedó el cadáver de Maisincho, quien tendría heridas de arma blanca en su cuerpo.

Una residente que prefirió mantener su nombre en reserva dijo que el individuo estaba sentado. Había quedado sentado, como si estuviera dormido, acotó la muchacha.

Presuntamente, otras dos personas que lo acompañaban se habrían quedado dormidos cerca de él. Al parecer, no se dieron cuenta de que su compañero había fallecido.

“Nos llamaron a decir que el tío estaba muerto. Que necesitaban a alguien que se hiciera cargo”, comentó Blanca Maisincho, sobrina del fallecido. Ella se posó, por un breve lapso, cerca de la escena del supuesto crimen.

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Estaba acompañada de una joven y otros parientes que llegaron para conocer lo sucedido. Sin embargo, la allegada no tenía idea de cuál fue el motivo que le llevó a su tío hasta El Quinche. “Nosotros vivimos en Checa. Hace poco lo vi y todo estaba bien”, dijo la mujer, quien lloró al recordar el infortunio de ser querido.

El hombre no tenía un trabajo estable y cuando se le presentaba la oportunidad, hacía pequeñas obras en el área de la construcción, precisó la mujer. Vivía con una hermana, no era casado ni tampoco tenía hijos, finalizó antes de partir de esa localidad.

La hipótesis

Hubo moradores que explicaron lo que supuestamente pudo ocurrir. Un residente, quien tampoco quiso identificarse, detalló que la noche del viernes se organizó una fiesta cerca del característico santuario de esta parroquia.

“Alrededor de las diez y media de la noche alguien se habría contactado con la Policía para decir que lo estaban asaltando”, indicó el habitante. Pero no hubo ningún auxilio ni tampoco se detalló quién sería la víctima de ese atraco.

Aunque uno de los agentes policiales que se acercó para indagar la situación, solamente mencionó que posiblemente se trató de una riña. Trascendió en el lugar que un hombre fue retenido para las investigaciones y sería uno de quienes acompañaba a Maisincho.

Los pobladores empezaron a reunirse alrededor de la escena del homicidio. Comentaban entre ellos que, luego de conocerse del supuesto robo durante la celebración, la víctima pudo ser Maisincho.

Agregaron que alrededor de la iglesia de El Quinche hay mucha inseguridad. Los fines de semana, en especial los domingos, serían los días predilectos para cometer los asaltos, precisaron con indignación.

Una vez que se fijó el lugar donde yacía Maisincho, los policías levantaron el cadáver y lo trasladaron hasta Medicina Legal para culminar con las indagaciones.