La ruralidad enciende sus alarmas por el incremento de casos de COVID-19
Las parroquias rurales de Quito registran más contagios. En Tungurahua también se evidencian novedades
El riesgo no para sino que se extiende. Los casos de COVID-19 continúan creciendo y comienzan a apuntar a otras localidades. En Pichincha, y en varias provincias, las alarmas se sienten en lo rural.
El último reporte epidemiológico de Quito evidencia, por ejemplo, que una de las parroquias rurales más turísticas registra un porcentaje de contagios del 100 %. En Pacto, localizado a menos de tres horas de la capital del país, de las pruebas y muestras tomadas, todas fueron positivas en las últimas semanas.
Trabajadores de los centros nocturnos piden que se retomen los planes piloto
Leer másLo mismo pasa en otros sectores de Pichincha. San Antonio, donde se ubica el monumento a la Mitad del Mundo y es el referente turístico de la Sierra, también reporta una importante cantidad de contagios de coronavirus. Las autoridades de la zona están preocupadas.
Mario Cevallos, presidente del Gobierno Autónomo Descentralizado de San Antonio de Pichincha, realizó un recorrido por los centros de salud del sector, esta semana. Luego de conversar con los pacientes explicó que las aglomeraciones y la falta de cuidados están elevando la tasa de contagios que hasta el año pasado se mantuvo en niveles manejables. Altos, pero no tan alarmantes, afirmó.
De 400 pruebas de coronavirus tomadas el fin de semana, 100 tuvieron resultados positivos.
En San Antonio de Pichincha hay comercio y actividades informales que se consideran peligrosas y focos de contagio. Carlos Cancino, obrero que vive en la parroquia por más de 40 años, cree que esos lugares y las ventas ambulantes le están pasando una factura alta a la provincia.
“Hay controles de la Policía y las autoridades pero, en cuanto termina el operativo, los vendedores ambulantes vuelven a salir. San Antonio se convierte en una feria libre con aglomeraciones”, señala Cancino.
EXPRESO realizó un recorrido por otras parroquias rurales de la capital y evidenció lo dicho por los ciudadanos. Aglomeraciones y ventas informales en las calles generan riesgos de transmisión de coronavirus. Además, no todos los ciudadanos utilizan mascarilla ni cumplen con las medidas de bioseguridad.
Según la Secretaría de Salud del Municipio de Quito, la situación todavía es alarmante porque la ocupación de las camas hospitalarias de cuidados intensivos llega al 96 %. La disponibilidad de espacios está determinada por los grupos prioritarios de atención, pero no hay lo necesario. La lista de espera, en estos casos, es de más de 72 personas.
El resto de camas en los hospitales públicos y privados tienen una ocupación que supera el 90 %. Números rojos.
Las autoridades sanitarias expresan su preocupación porque la mortalidad en exceso, solo en las primeras semanas de enero, llegó al 22,1 %.
El barrio La Tola le apuesta a las ferias y talleres para reactivarse
Leer másLa Secretaría de Salud solicita “extremar el control para el cumplimiento de las medidas de bioseguridad y mantener las estrategias implementadas por las entidades del Distrito Metropolitano de Quito.
A escala nacional también se siente el riesgo de contagio que crece en zonas alejadas de los centros más poblados. Pichincha, Guayas y Manabí continúan a la cabeza, pero provincias como Azuay, Tungurahua y Los Ríos evidencian números rojos.
En Tungurahua, como muestra, cantones como San Pedro de Pelileo y Baños ya superaron la barrera de los 1.000 contagiados, según el reporte del Ministerio de Salud.