La ruta de la guitarra se queda sin herederos

San Miguelito es considerada la cuna de Rumiñahui. Según la historia se cree que el guerrero indígena nació en el sector Huaynacuri que está a 15 minutos de la cabecera parroquial. Pero también es la cuna de los artesanos de la guitarra. Está ubicada en el cantón Píllaro, provincia de Tungurahua.

En honor a los artesanos las autoridades provinciales trazaron una ‘Ruta de las Guitarras’ donde los turistas pueden visitar los talleres y conocer sobre su proceso de elaboración. Sin embargo, la tradición está en riesgo de perderse porque los herederos de los maestros no han seguido el legado.

De los 27 talleres que existían hasta hace menos de una década, ahora apenas sobreviven 4. Uno de ellos es el taller de Eddy Robayo Barrionuevo, donde trabaja junto a su esposa Fanny.

Aquí el olor a madera se impregna en las fosas nasales. En una sala espaciosa tienen distribuido un espacio para las herramientas heredadas de su padre y los diferentes bocetos que utiliza para elaborar las guitarras, arpas, charangos y otros instrumentos de cuerdas.

Eddy lamentó que, al parecer, esta es la última generación de quienes elaboran las guitarras. Él aprendió de su padre Segundo, quien trabajó hasta los 75 años, cuando apenas tenía 9 años.

Eddy es muy cuidadoso y en cada instrumento que elabora entrega su pasión y todo su amor. Mencionó que a sus hijos no les gustó aprender el arte y se dedican a otras profesiones.

Robayo tiene 57 años, es la segunda generación y espera que Dios le brinde fortaleza para continuar unos 15 años más en la profesión.

El artesano conoce una buena guitarra solo con tocarla. Pues aseguró que la madera hace una buena guitarra. “Si no hay madera buena de nada sirve. De eso depende un buen sonido y acabados”, expresó Robayo.

Sus productos son a base de capulí antiguo, cedro, aliso, pino extranjero y otras maderas ancestrales. Ha elaborado instrumentos como guitarras, arpas, charangos, para artistas nacionales e internacionales, entre ellos Susanita Aymara, Los Hermanos Núñez, Trío Colonial y otros.

Una guitarra estudiantil puede costar 120 dólares. Una profesional hasta 3.500 dólares en el mercado internacional, aseguró Robayo. Mientras que los charangos hasta 800 dólares, de acuerdo a la madera y accesorios que utilicen.

Víctor Sisa, de 60 años, es otro de los últimos artesanos de guitarra. El taller lo tiene en el barrio San Vicente, al ingreso de San Miguelito.

Se resiste a dejar perder esta tradición y por eso estará en la actividad hasta el último día de su vida. Aprendió cuando fue adulto. Con la madera del capulí, ébano, pino y otras fabrica los finos instrumentos. A más de elaborar las guitarras, también domina cada una de las 32 cuerdas. Una nieta de 14 años lo acompaña al canto, aunque en su familia también se interesaron en aprender el oficio.

Algo de historia. Rumiñahui

• Según la historia se cree que por el año de 1482 nació Ati II Pillahuaso (Rumiñahui) en la parroquia San Miguelito, hijo del inca Huyana Cápac y Nary Ati, princesa de Píllaro.

Artesanos

• Esta parroquia parece que estuviera habitada solo por artesanos. En este sector se elabora desde la pirotecnia hasta las guitarras, pasando por arpas y todo lo relacionado en madera, cuero, paja toquilla y alfarería.

Turismo

• San Miguelito es uno de los sitios más importantes de Píllaro. Está rodeado por el Parque Nacional Los Llanganates, la Ruta de Rumiñahui y el Valle de Quillán donde alrededor de 20 emprendedores ofertan la gastronomía.