Salinas quedó bajo el agua luego de fuertes lluvias
El balneario tiene hoy problemas de movilidad y daños en locales comerciales. Turistas y habitantes critican la falta de obras.
La fuerte lluvia caída entre el domingo y amanecer de este lunes 14 de marzo, dejó inundado al principal balneario de la Península de Santa Elena.
“Esto es un problema de todos los años. Llevó 14 años viviendo en Salinas y cada vez que llueve o hay aguajes fuertes, las principales calles se inundan. Las autoridades deben preocuparse por esto”, dijo el guayaquileño, Luis Jarrín, quien habita en la segunda avenida del balneario peninsular.
En la misma avenida, se ubica el negocio de ropas de Segundo Cárdenas, quien esta mañana tuvo que alzar su mercadería para evitar que el agua se lleve las prendas. “Es un caos esto. Cuándo será que Salinas supere este inconveniente”, manifestó el hombre.
Comercios como: despensas, minimarkets y restaurantes, ubicados en esta zona que tuvieron inconvenientes debido al agua que se acumuló en el asfalto, luego del torrencial aguacero
“Después que drene aparecerán los huecos en la vía. Solo una lluvia provoca esto. No quiero imaginar si lloviera siempre”, manifestó la moradora Esperanza Valverde.
Alrededor de ocho cuadras de la arteria en mención fueron las más afectadas. Tanto vehículos como los transeúntes tuvieron dificultades en la movilización. Los reclamos de choferes y turistas no faltaron.
Pero no solo hubo inundación en la segunda avenida, sino también en el área residencial del sector de San Lorenzo, allí algunos ciudadanos que debían viajar temprano hacia la ciudad de Guayaquil tuvieron dificultades para salir con sus vehículos.
Obreros municipales y personal de la Empresa de Agua Potable y Alcantarillado de la Península (Aguapen), acudieron al lugar para evacuar las aguas, el trabajo consistió en destapar los sumideros que en algunos casos estaban taponados.
Los trabajadores encontraron acumulación de basura en las alcantarillas, entre estos: restos de madera, botellas de vidrio, ropa y más objetos, que los malos ciudadanos depositan en los canales, “las mismas personas son culpables de esto”, manifestó uno de los obreros.
