Salud privada, con creciente demanda en el país pese a los costos que implica
Las deficiencias en el servicio médico del Seguro Social la vuelven necesaria. Hay empresas y trabajadores que recurren a ella, aunque aportan al IESS
Las falencias del Seguro Social en atención médica motivan a afiliados y empleadores a contratar un seguro privado o planes de medicina prepagada. El fin es tener la certeza de recibir el servicio, aunque supone costos adicionales y, muchas veces, superiores.
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Leer másEsto lo confirma un sondeo efectuado por este Diario entre varias empresas privadas sobre el costo de un plan para un trabajador de 25 años de edad sin enfermedades preexistentes. Los más económicos implican un pago de 40 o 50 dólares mensuales para recibir a cambio una cobertura de 15.000 dólares en caso de incapacidad y atención médica ambulatoria en un grupo de centros.
De allí hacia arriba hay una amplia variedad de precios, según se agreguen beneficios. Por ejemplo, si la cobertura por incapacidad es de 25.000 dólares, el pago sube a 63 dólares mensuales. Si los programas ofrecen atención en grandes clínicas y centros especializados, los costos superan fácilmente los 100 dólares. Más aún si se trata de planes familiares o para pacientes de enfermedades crónicas o catastróficas.
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En cambio, como publicara este Diario, el aporte promedio de los afiliados del IESS al seguro de salud individual y familiar es de $ 35, 40. Incluye la atención médica, entrega de medicinas y dispositivos que se requieran, así como cobertura por enfermedad permanente, invalidez o muerte. Aunque en realidad, la mayor parte de los afiliados percibe el sueldo básico de $ 450, por lo que su aporte para salud es de solo $23,22, que incluye la cobertura a su esposa e hijos menores de edad.
En otras palabras, el seguro privado de salud y los planes de medicina prepagada son en promedio más caros que el sistema público, pero su demanda se explica por las falencias de este.
“El Seguro Social de nuestro país es probablemente uno de los seguros con las mejores coberturas que hay en el mundo en función del valor que se cancela; el problema que tiene es que el acceso y el servicio que brindan es deficiente”, dice Raúl Alcívar, presidente de la Asociación de Clínicas y Hospitales Privados.
“El Seguro Social de nuestro país es probablemente uno de los seguros con las mejores coberturas que hay en el mundo en función del valor que se cancela; el problema que tiene es que el acceso y el servicio que brindan es deficiente”
Al comparar los dos sistemas, Alcívar pide partir del hecho de que hay una normativa que regula el funcionamiento de la salud privada. En ese marco, estima “muy útil” contar con un seguro o medicina prepagada “porque hay una parte muy amplia de la salud que está descubierta por las deficiencias del sistema público”.
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Leer másEstima que la salud privada sirve a alrededor de 2 millones de usuarios, el 11 % de los 17,8 millones de ecuatorianos. Les permite acceder a un servicio médico de manera más ágil e inclusive, de libre elección. Y destaca que esto le ahorra al Estado recursos en la atención a un paciente que puede solventar esos gastos.
Pero reconoce que en el caso de quienes aportan al IESS y además en uno privado, esto supone recargarle los costos y un doble pago. En ese sentido, apoya la idea de que en la parte de salud, el trabajador debería tener la opción de elegir a cuál seguro aportar.
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El exministro de Salud Francisco Andino coincide en atribuir a las falencias del sistema público la creciente demanda de salud privada, que él estima ha captado a más del 10 % de la población. Pero acota como principal diferencia que, además de su alto costo, “en un seguro privado usted ahorra para usted mismo, pero en la seguridad social usted aporta también en la parte solidaria”.
Afirma que la salud pública es mucho más barata y con mejor calidad y servicios en los países con sistemas sanitarios que tienen la universalidad como principio, los cuales buscan proteger a la mayor parte de su población, como ocurre en países europeos.
Lo cual supone trabajar más en prevenir que en curar. “Nosotros esperamos a que venga un paciente con cáncer para atenderlo, cuando deberíamos tener una política preventiva. ¿Cómo puede usted creer que invertimos más en tratar las insuficiencias renales que en tratar de vencer las malnutriciones y entre ellas la diabetes y la hipertensión?”, reitera.
Andino lamenta que ningún candidato o gobierno plantee este asunto y que la discusión se centre en la falta de medicamentos o insumos, cuando es el sistema de salud pública el que está fallando. Y dice que, por lo mismo, se busca una solución en lo privado en lugar de mejorar lo público.
Nos hemos centrado en la falta de medicamentos, de insumos, de dispositivos, cuando es el sistema de salud el que ha fallado. Y buscamos las soluciones en lo privado, cuando hay que mejorar lo público.
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