Un salvavidas para aliviar los negocios de la avenida Delta
Protestas. En junio del año pasado, los comerciantes de esta zona protagonizaron un plantón en rechazo al levantamiento de las rejas que dividen la Delta.
Que ya no pueden sostener más sus negocios, era hasta hace un par de días la queja unánime que hacían los comerciantes de la avenida Delta, ubicados frente a la facultad de Odontología de la Universidad de Guayaquil, quienes viven de la venta de comida o el negocio de imprentas, fotocopias y cybers.
El inconveniente no es nuevo, pues inició en mayo del año pasado, cuando se colocó una cerca metálica con la finalidad de precautelar la integridad de los transeúntes.
La barra de metal terminó apartando a los estudiantes de los negocios más lejanos, provocándoles una disminución de ingresos económicos a los comerciantes de la zona, y a otros, incluso la quiebra.
Un año después del levantamiento de esta malla divisoria que ocasionó problemas, finalmente los funcionarios de la Autoridad de Tránsito Municipal (ATM), han anunciado la apertura de un nuevo cruce peatonal más cercano a la puerta principal de la Universidad de Guayaquil, para aliviar de forma provisional el reclamo de los mercaderes.
De acuerdo a Andrés Roche, gerente de la ATM, este paso será temporal, pues la propuesta definitiva es realizar la construcción de un paso elevado en la zona. “Momentáneamente, hasta que se haga el paso elevado, vamos a estudiar la posibilidad de hacer un nuevo cruce peatonal. Iremos probando varias circunstancias, con la finalidad de mejorar la circulación de los peatones en función del flujo vehicular”, explicó.
Asimismo, aclaró que una vez que se realice esta obra definitiva, los pasos temporales serán cerrados para “encauzar el paso seguro de los transeúntes”.
Para los comerciantes, el anuncio de esta nueva obra les llegó de sorpresa la tarde de ayer. “Aquí estamos muy emocionados, esperamos que por fin se arreglen nuestros problemas”, mencionó Juan Palacios, comerciante del lugar.
Mariana Posligua, otra de las afectadas, comentó que el problema que ellos viven en el lugar ha provocado que sus ventas disminuyan a la mitad. “Yo antes vendía de $ 100 a $ 120 diarios, ahora llego a los $ 60 máximo”, se lamentó.
Asimismo, Johanna Orellana es la única empleada que quedó de un puesto de comidas ubicado en una plazoleta frente a la facultad de Odontología. Ella cuenta que desde que se levantó la reja en la mitad de la Delta, “mi jefe tuvo que despedir a los otros tres chicos que trabajaban aquí, porque el negocio ya no resultaba rentable”, expresó.
Por su parte, Roche, también aclaró que el nuevo paso que se abrirá solamente será una prueba para ayudar a los comerciantes. “Si esa prueba no sale bien, y llegamos a tener nuevos atascos al tráfico en la zona, tendremos que volver a cerrar ese paso”, mencionó.
Desde la ATM, aún no se han fijado fecha para la apertura de este nuevo paso cebra. “No podemos dar una fecha exacta de cuándo empezaremos con la medida provisional, en unas dos semanas quizá daremos información más certera sobre este tema”. Respecto al paso elevado definitivo, aclaró que la obra está en estudios para verificar, cuán factible resultará.