Los secretos de la masoneria en una muestra
La exposición del artista plástico Fernando Insúa, titulada Guayaquil masónico, se inaugurará el próximo jueves 4 de abril, en el Museo Municipal.
La marca registrada de las obras del artista plástico Fernando Insúa se la dan los símbolos y la historia. Lo demostró en Diosas, hace dos años, donde escudriñó el rol de la mujer en diversas aristas de la sociedad, incluida la religión, o en exposiciones en las que abordó el nacimiento de la humanidad o el judaísmo.
El símbolo representa algo mágico de conocimiento, suele explicar. “Detrás de los símbolos puedes descubrir civilizaciones enteras”, afirma en tono catedrático, al hablar de su nueva muestra, Guayaquil masónico, que se inaugurará el próximo jueves 4 de abril, en el Museo Municipal.
Esta vez, Insúa elige los secretos de la masonería para desmitificar algunas ideas que han permanecido en la cultura colectiva. “En el área de la simbología, es inevitable echar revista a elementos masones”, sostiene.
Son 15 obras las que llevará a exhibir. Incluye símbolos de la masonería que son conocidos en la cultura popular, pero de los que no se conoce su verdadera interpretación, sino que tienden a deformarse, por la naturaleza reservada de la organización.
Uno de ellos es la calavera. “La ven y dicen: ‘eso es un símbolo satánico o de magia negra’, cuando lo que en realidad representa el memento mori (recuerda que morirás)”. No faltarán el ojo de horus, que representa al gran arquitecto del universo, o los pisos ajedrezados, que aluden al principio de dualidad de luz y oscuridad que son parte de la humanidad.
Insúa busca que el espectador entienda los elementos masónicos en su contexto, y que de esta manera se facilite el nexo de la organización con la comunidad.
Su cercanía al tema nace de su misma curiosidad por las reservas que guarda esta doctrina. Se hizo un estudioso de la masonería. “Necesitamos el pasado, y el estudio de los símbolos nos permite acceder a este”, sostiene el también gestor cultural y comunicador.
El historiador Melvin Hoyos y los maestros Víctor Hugo Briones y Víctor Hugo Arellano, además de otras fuentes personales, hicieron posible la investigación esta muestra.
Hoyos, director de Cultura del Municipio de Guayaquil, ayudó a que amigos masones ofrezcan al artista los significados de los tableros, las columnas, el delantal que usan en las sesiones algunos miembros de la masonería. Todo será parte de la muestra.
“Hay que recordar que en el pasado, muchos miembros de nuestra sociedad, de toda la comunidad guayaquileña, eran masones que trabajaron por el principal atributo que tiene la organización: luchar por cultivarse”, explica Hoyos.
La vinculación entre la masonería y el tradicional guayaquileño del ayer es muy estrecha, continúa el funcionario. “Hay personajes, un sinnúmero, desde la época de la independencia, desde Vicente Rocafuerte hasta Eloy Alfaro... No hay una sola etapa de progreso en Guayaquil que no haya tenido a masones en su historia”, concluye.