Seguros para efectos de cambio climático: así se obtiene el beneficio
Es el tercer seguro más demandado y sus principales clientes son las grandes compañías. Cubren eventos catastróficos
Cada año las temperaturas serán más intensas en el mundo. Habrá más olas de calor, más frío y los fenómenos naturales se reforzarán. Todo, como efecto del cambio climático por la contaminación del medio ambiente, según lo advierten las instituciones del clima.
De la mano con este incremento también ha ido subiendo la compra de seguros contra incendios y desastre naturales por parte de las empresas del país. Este seguro, que después del seguro de salud y de carros, es el tercer más demandado en Ecuador porque además de incendios, extiende su cobertura a “riesgos catastróficos” tales como deslaves, fuertes lluvias e inundaciones.
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¿Qué tipo de empresas pueden acceder a este seguro? Patricio Salas, presidente de la Federación Ecuatoriana de Empresas de Seguros (Fedeseg) explica a EXPRESO que este seguro está dirigido para todas las empresas grandes y pequeñas, así como oficinas. “Este seguro está diseñado para proteger los activos fijos de una empresa, negocio o de una familia porque asegura, además del bien inmueble (edificio), su contenido como maquinaria, equipos, mercadería y si es solo oficina, el mobiliario de oficina: mesa, sillas, etc.”, detalla.
Esta póliza, explica Salas, también cubre desde daños pequeños como una avería en las tuberías del edificio que impida por ejemplo el pase del agua hasta el grifo o que moje las oficinas, hasta un terremoto y en caso de los negocios asentados en la Costa, de un maremoto.
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La Fedeseg registra un total de 20 compañías aseguradoras en Ecuador, cuya mayoría brinda este seguro como servicio a las empresas del país, por un costo promedio de $400 al año, para un edificio de 100 mil dólares. Generalmente, explica Salas, el seguro cuesta al año el 0,4% del costo del bien inmueble de la compañía y se lo puede financiar a 12 meses plazo. “Es un seguro barato porque ese tipo de eventos no ocurren con frecuencia, pero cuando ocurre es catastrófico. Lo contratan usualmente las empresas, porque son las que tienen mayor conciencia del riesgo”.
No obstante, todos los años las aseguradoras del país deben cubrir los costos de inundaciones en bodegas, mobiliarios, universidades privadas (que son clientes) y desprendimiento de tejados por las fuertes lluvias, por poner algunos ejemplos.
Según los datos de Fedeseg, desde el terremoto de 2016, las ventas de seguros por eventos catastróficos en el país se elevaron hasta 2020. Ya en 2021 la demanda cayó como efecto de la emergencia sanitaria, pero a raíz de 2022 se volvió a incrementar con fuerza, a tal punto que el 2023 ha sido el año con más venta de seguros contra incendios y riesgos catastróficos (ver infografía).
En este último año 2023 las empresas de seguro vendieron 282.8 millones de dólares y pagaron 55.3 millones de dólares por estos siniestros. No obstante, fue en el 2016 tras el terremoto cuando la Fedeseg pagó mucho más.
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