En seis salas de un museo de Cuenca se recrean costumbres del Ecuador
Son espacios con muestras descriptivas de las tradiciones de las diversas regiones del país
Es la panorámica de las diversas manifestaciones polifacética, pluricultural y multiétnico de los pueblos y etnias de Ecuador, reunidos en el Museo Etnográfico de Cuenca. Son seis salas donde se recrean la vida y costumbres del Ecuador en sus cuatro regiones: Galápagos, Costa, Sierra y Amazonía. A lo largo del recorrido de las 4 regiones se va fragmentando en las 24 provincias con las evidencias culturales de los numerosos grupos humanos, etnias y nacionalidades.
Al inicio del recorrido está un hombre shuar simulando en su entorno geográfico. Con su clásica vestimenta, itip (falda) y el twasapa (corona de plumas) parece dar la bienvenida a un viaje imaginario por Costa, Sierra y Oriente ecuatoriano.
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Se exhiben más de 2.200 objetos de uso ancestral cotidiano de las culturas del país, con los que se permite ver al ser humano como parte de un todo, y donde el entorno geográfico es un factor determinante de su identidad cultural, según la experta Tamara Landívar.
El recorrido por el museo no dura más de una hora; comienza por la representación de la cultura Shuar. Se hallan las efigies de un hombre y mujer shuaras con su vestimenta nativa y la corona de plumas, mientras sus cuerpos llevan adornos elaborados con semillas naturales. La vivienda es en forma elíptica y representa el camino del sol.
La muestra contempla también al grupo afroecuatoriano que llegaron en la época de la colonización; se caracterizan por ser alegres y festivos y sus instrumentos musicales elaborados por ellos mismos y con materiales nativos.
Del perfil costanero se representa al cholo pescador de Manabí, El Oro y Guayas, cuya característica es el de vivir de la pesca y llevar vestimenta liviana, particularmente de color blanco.
Le acompaña el montubio, que habita una vivienda por lo general de una sola habitación construida con caña guadua.
En el espacio que representa a la Sierra, sobresalen los Otavalo, que comparten su territorio con los Karanqui, Natabuela y Kayambí; muy orgullosos de raíces culturales y dedicados al comercio. Los Salasacas, es otro de los grupos étnicos representados en el Museo.
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