Selección y transparencia, la receta para dirigir hospitales
Las unidades del IESS tienen problemas crónicos. Especialistas atribuyen a directivos designados ‘a dedo’ y opacidad en la gestión y compras públicas
Los curiosos videos de animales caminando en círculos que se han vuelto virales en estos días evocan la situación de algunas entidades públicas. Por ejemplo, el de la falta de medicinas e insumos en los hospitales; el consecuente reclamo de los pacientes; la designación de un nuevo directivo que atribuye el problema a su antecesor y promete solucionarlo; y al poco tiempo nuevas protestas de usuarios porque sigue el desabastecimiento.
Así lo evidencia, por ejemplo, la protesta del lunes pasado de los pacientes que se realizan hemodiálisis en el hospital Teodoro Maldonado Carbo, del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS). Esta se produjo tres meses después de otra por la misma situación, que la entonces nueva administración le endosó a la directiva anterior y ofreció solucionar.
El exministro de Salud, Luis Sarrazín; el coordinador provincial de la Comisión Anticorrupción, Ricardo Ramírez, y la representante de grupos de pacientes, María Fernanda Reyes, señalan diversas razones por las que esto se repite y dan algunas recetas para evitarlo.
Entre ellas, algunas ‘medicinas genéricas’ que se pueden aplicar con la simple voluntad de los directivos; y valen para cualquiera de los hospitales.
Primero, señalan la designación discrecional de los gerentes (‘a dedo’, dice Sarrazín; por amistades o cuotas políticas, apunta Ramírez); y no porque haya un proceso de selección por méritos y capacidad.
Propusimos un observatorio ciudadano para el seguimiento y control de los procesos de compras.
El resultado es que llegan personas sin capacidad ni el conocimiento para esa función, dice Sarrazín. O en otros casos, según Ramírez, solo van a cumplir alguna consigna de quien los nombró. A su criterio, para hallar culpables, “habría que mirar más arriba”.
Nueva protesta de pacientes renales del IESS por la falta de insumos para sus hemodiálisis
Leer másLo segundo es la opacidad en la gestión y en las compras de fármacos, insumos o en la contratación de servicios. Eso se refleja en las denuncias de coimas, sobreprecios y otras irregularidades, “porque se prioriza el beneficio propio sobre el de la institución y los pacientes”, dice el exministro.
Ramírez y María Fernanda Reyes creen que esto se podría evitar o reducir con una veeduría o un observatorio ciudadano junto a una transparencia absoluta de los procesos de compras y contrataciones: que todos puedan saber lo que se va a adquirir, quiénes concursan, con qué productos y a qué precios. Reyes también plantea que los hospitales utilicen todos los sistemas o vías de compras y no se limiten a uno que no siempre es el más ágil.
Y comprar con anticipación, para terminar con los concursos de emergencia o último momento, “donde el único que se entera a tiempo y gana es el amigo o el compadre de quien lo organiza”, ironiza Sarrazín.
Algunos gerentes de hospitales están prófugos o acusados. También hay que ver quién los puso allí.
Cirugía mayor
Veeduría y decisión de los afiliados
Los consultados coinciden en que si bien hay acciones que los directivos de los hospitales pueden ejecutar sin necesidad de una reforma legal: en realidad el modelo de gestión y el sistema de salud del IESS requieren un cambio estructural. Ricardo Ramírez está entre quienes defienden que los afiliados y jubilados deben tener más presencia y poder de decisión en el Seguro Social; en temas como la distribución de los recursos y cómo se realizan las compras y los contratos.
El detalle
Medicina genérica. Si bien las recomendaciones son para un hospital, estas pueden ser aplicadas en cualquiera de las otras entidades, dicen los consultados.