Sembrar vientos

Hay proverbios aleccionadores en la vida. “Siembra vientos y cosecharás tempestades; siembra amor, cosecharás amor”. Este adagio es oportuno recordarlo con la situación que vive el expresidente Rafael Correa, por sus excesos en el ejercicio del cargo, por su permanente afán de confrontación con quienes se oponían a sus tesis, lo criticaban o simplemente no compartían su forma de proceder, a los que persiguió u ofendió con su poder.

Los halagos y adulos de aquellos que estaban cerca de él, de los que se beneficiaban de su gobierno, de los que real o aparentemente estaban de acuerdo con él, lo envanecieron al extremo de creerse dueño de la verdad, de creer que tenía la razón en todo, por eso trataba a los que discrepaban con sus ideas de mediocres, de enemigos de la equidad social. El amplio poder que tenía lo volvió soberbio y en ese campo serán los psicólogos los que establezcan si lo traicionó el subconsciente o si conscientemente actuaba como lo hizo.

Hoy tiene que enfrentar la dura realidad de una prisión preventiva. Quienes creemos en la justicia, aspiramos a que sea juzgado conforme a la ley y al debido proceso, sin privilegios ni temores, sin actitudes vengativas que degraden a esa justicia.

Sin duda nunca comprendió que no se debe hacer a otro lo que no quisiera que le hagan a uno. Olvidó la sabia expresión de Michel de Montaigne: “nos burlamos a menudo de nuestros mismos defectos al considerarlos que son de los demás”. Igualmente olvidó como cristiano que “no hay que mirar la viga en el ojo ajeno sino en el propio” y si algo es fundamental en el mensaje del mártir del Gólgota, es que el camino a transitar en la vida no es el de cuestionar u ofender a los demás, es el de la concordia, la alegría, la paz y el amor al prójimo.

La vida enseña, las vivencias buenas o malas construyen una personalidad. El expresidente perdió la oportunidad de conducir al país hacia una democracia sólida, lo cual exige pensar en todos y no solo en camarillas.

Como seguidor de la cantautora Mercedes Sosa, también olvidó el mensaje de la canción “todo cambia”. Su canción de Patria no pasó de ser parte de la propaganda política. Una pena por el país.