El pasado 13 de diciembre, miembros de la autodenominada Comisión Técnica y Jurídica Portón de las Lomas quitaron casi todas las señales de sus emplazamientos. Pero a raíz de aquel episodio, el Directorio vecinal decidió recolocar tres de ellas en algunos

Las senales de la discordia

Unos colocaron las señales, según los otros “sin previo aviso”. Los otros, enojados, las quitaron, según los unos de forma unilateral. Y al final, la Autoridad de Tránsito Municipal (ATM), que había colaborado en el proyecto, terminó desmarcándose por

Unos colocaron las señales, según los otros “sin previo aviso”. Los otros, enojados, las quitaron, según los unos de forma unilateral. Y al final, la Autoridad de Tránsito Municipal (ATM), que había colaborado en el proyecto, terminó desmarcándose por “los permanentes reclamos y desacatos” de algunos residentes, así como por la falta de cuórum.

El pasado 17 de septiembre, la urbanización Portón de las Lomas, en Urdesa, amaneció ‘adornada’ con treinta señales de tránsito. Los más reacios aseguran que les ocasionaron “un tremendo impacto”. Pero el presidente de los moradores, Manuel Gárate, aclara a EXPRESO que la iniciativa no surgió del actual Directorio, sino de los dos anteriores, que habían solicitado asesoramiento a la ATM para regular el tránsito en la urbanización.

Al poco tiempo de que él y su junta tomaran posesión, Gárate recibió un primer plano y unas recomendaciones de la ATM. Fue el 2 de junio. Tres meses y medio más tarde, se llevó a cabo la instalación. También estaba previsto que agentes de tráfico pudieran sancionar a quienes infringieran las normas viales. “En el estudio se nos decía que las calles eran públicas, a pesar de estar cerradas. Pusimos la señalización e, inmediatamente, comunicamos a los vecinos. A mí me interesa que todos estén contentos, aunque obviamente no se va a conseguir”, afirma el presidente del Directorio.

El costo de los letreros, que ascendió a 5.272,5 dólares, corrió a cargo del colectivo. Gárate alega que se limitó a cumplir lo dispuesto por la ATM, que el plan se emprendió a modo de prueba para añadir mejoras más adelante. Y prefiere ser precavido a la hora de analizar los conflictos que propiciaron los primeros contactos con la entidad: “El problema es el alto número de vehículos y la escasez de parqueos”.

Poco después de la colocación, los críticos se constituyeron con el nombre de Comisión Técnica y Jurídica Portón de las Lomas y comenzaron a recopilar firmas (hasta la fecha suman “146”). Askley Delgado, uno de sus integrantes, considera que el trazado vial les obligaba a dar rodeos de varios minutos. “Nunca hubo choques ni acciones descorteses. La gente aquí no busca rencillas, pero esto está provocando mucha angustia”, recalca.

Desde el 14 al 30 de noviembre, se sucedieron los encuentros entre representantes de este grupo y la ATM para efectuar correcciones. Y el 22 de ese mismo mes, el gerente de esta entidad, Andrés Roche, remitió al Directorio un segundo plano. No sirvió de mucho. Los críticos volvieron a expresar su disconformidad.

Gárate aún recibió un tercero “el 6 de diciembre”. Pero tres días después, Roche envió un contundente oficio a los dirigentes vecinales: “Debido a los permanentes reclamos de residentes, al desacato de los conductores a respetar la señalización, así como a la falta de común acuerdo entre directivos y residentes, esta empresa deja sin efecto lo aprobado mediante oficio el 22 de noviembre”. El documento no hacía referencia a los planos del 2 de junio y del día 6.

La decisión de la ATM generó nuevas tensiones, agravadas a raíz de que miembros de la comisión retiraran casi todas las señales el día 13. “No fue un antojo”, enfatiza Delgado.

Pero su acción tuvo respuesta. Y apenas 48 horas más tarde, el Directorio mandó una circular a los habitantes. En ella les informaba que mantendría “vigente” el primer plan, del 2 de junio, hasta socializarlo. “Si fuera una cosa bien consensuada, aceptaríamos, pero siempre que intenten no perjudicar a nadie. Aunque si la ATM no se responsabiliza, no hace falta señalización”, remarca Delgado.

Porque lo cierto es que en su oficio, la empresa pública lanzó una advertencia ante posibles incidentes que acontezcan en el futuro: “Por tratarse de una urbanización cerrada, con accesos a vías controladas con garita de seguridad, en casos eventuales, de producirse accidentes de tránsito, la responsabilidad será exclusivamente de los administradores”.

El Directorio, no obstante, aún confía en hallar una solución que calme los ánimos de todos. “Estamos esperando un estudio para proponerlo a las personas contrarias, convocar una asamblea y socializarlo”, precisa Gárate.

“Antes, el desorden era total”

Freddy Granda, jefe de Planificación de Tránsito en la ATM, se muestra prudente, pero deja claro que el proyecto nació con el fin de subsanar un problema. “Había gente que no hacía caso a las normas de tránsito, que parqueaba en contravía, se subía a las aceras... Antes, el desorden era total, así que hace un año los administradores nos pidieron apoyo. Y la ATM recomendó un plano con más vías de un sentido para corregir esos hábitos”, recuerda.

Granda no cierra la puerta a colaborar de nuevo con los vecinos, siempre y cuando estos alcancen un acuerdo. Por eso les sugiere que se reúnan en una “mesa redonda” y se conciencien sobre la importancia de la seguridad vial: “En un 80 por ciento de los casos, la conducta de los conductores ha mejorado bastante en el último mes”.

Aunque Portón de las Lomas es una urbanización cerrada, subraya que, en caso de considerarlo necesario, su entidad, la Policía Nacional, el Cuerpo de Bomberos y la empresa eléctrica pueden actuar “en todas las calles de Guayaquil”.