Senescyt: "El Gobierno dio $ 55 millones a universidades cofinanciadas para becas"

La titular de la Senescyt resalta que para este período académico hay 121.000 cupos en universidades, escuelas politécnicas e institutos tecnológicos públicos. A ello agrega 20.000 becas para estudiar en institutos tecnológicos privados; y 10.000 en las universidades particulares cofinanciadas (que reciben dineros del Estado), con lo que ella suma unas 150.000 plazas.

¿Esas becas en institutos tecnológicos y universidades particulares las asigna la Senescyt o son manejadas directamente por esas instituciones?

Las manejan directamente, pero se estableció una normativa para que haya un adecuado uso de los recursos. Son cerca de 55 millones de dólares que el Gobierno este año dio a las universidades cofinanciadas. ¿Qué sucedía en años anteriores?, por ejemplo, que las becas no resultaban una solución porque en muchos casos eran del 10 %, del 15% (del costo total de estudios). Lo que hemos establecido, en articulación con las universidades, es que ese rubro responda a becas de entre el 78 % y el 100 %.

Aunque cada universidad tiene su propia normativa, lo usual es que asignen becas a alumnos que ya están en la institución, por méritos académicos, deportivos, artísticos, etc. ¿Pero puede ahora un bachiller postular a una carrera en esa institución a través de una de estas becas?

Esta es justamente la política y la normativa que se ha establecido, que estas becas, previo al ingreso, existan y estén disponibles para la ciudadanía. Hemos realizado y vamos a realizar visitas y haré reuniones con los jóvenes que no tuvieron un cupo en la universidad (pública) en este momento, para hacerles conocer, por un lado, las becas en institutos tecnológicos privados, 20.000 becas; y de la misma manera, en conjunto con las universidades cofinanciadas, hacerles conocer el proceso que deben seguir para obtener su beca.

¿Por qué si el traspaso de los procesos de admisión de nuevos estudiantes a las universidades y politécnicas públicas se anticipó un año antes y se realizaron reuniones de socialización, al final casi la mitad de ellas volvió a dejar esto en manos de la Senescyt?

Estamos haciendo un cambio radical en un proceso de admisión nacional y en esa línea, pues, se estableció este período de contingencia. Las universidades lo que hacen es ver cómo funciona el proceso en esta nueva modalidad, como lo hicieron las otras, para ellas hacerlo en el siguiente semestre. He hablado con varios rectores de universidades asistidas y ya están estableciendo sus procesos de admisión. De hecho, muchas ya los tenían listos para pilotarlos, pero considero que hubo un poco de prudencia, pues quisieron esperar para ver cómo funciona, para ya poder asumirlo de manera integral.

¿Y el temor de no tener el suficiente presupuesto?

Pues claro, este temor ante una posible no disponibilidad de presupuesto, pero ahora que ya se les hizo una asignación de más de 200 millones de dólares, todas tuvieron un aumento de presupuesto.

¿Prevén entonces que para el segundo semestre de este año más universidades manejen sus propios procesos?

Sí, varias universidades ya lo van a hacer también en el uso de su autonomía, porque ya ven cómo funciona el proceso. (...). Lo que queremos finalmente es un sistema de educación superior donde los jóvenes tienen libertad de elegir cuál es la carrera a la que quieren postular, en qué universidad, pero también, y como política pública, hacer conocer a la ciudadanía cuál es la oferta académica que existe en el país.

A propósito de este tema, los chicos siempre optan por las mismas carreras y desechan la mayoría o no las conocen. Por ello, en procesos anteriores se han quedado entre 8.000 y 10.000 cupos que nadie pide o acepta. ¿Qué se ha hecho para cambiar esta situación?

El principal cambio y el más importante es el de eliminar el examen de la Senescyt, eliminar un proceso en el que los jóvenes no podían conocer la oferta académica y tan solo tenían a su disposición un examen que se tomaba a 280.000 personas y un listado de carreras que existían. Ahora hay un sistema en el que las universidades promocionan sus carreras, cuáles son los servicios adicionales que dan. Y, por otro lado, pues eliminando está sobrerregulación, empezamos a ver carreras en distintas modalidades, una oferta mucho más dinámica, mucho más creativa.

EL CONTEXTO: En el primer semestre de 2023, la admisión de nuevos estudiantes a las 31 universidades públicas del país avanza en dos vías: en 14 esto es manejado por la Senescyt; 15 desarrollan sus propios procesos; y 2 no lo harán hasta el siguiente período. Las del segundo grupo ya están en la etapa de la asignación de cupos.