La detención temprana de esta enfermedad ayudaría a salvar a los pacientes.

Que es la sepsis

La septicemia o sepsis es una infección grave y generalizada en el organismo ante una contaminación en el interior del cuerpo.

“Pueden originar una septicemia las infecciones por bacterias, hongos, virus y parásitos, si bien las infecciones bacterianas son la causa más habitual”, destaca la Organización Mundial de la Salud.

“Reducir la mortalidad por sepsis sigue siendo una de las principales necesidades médicas de nuestro tiempo”, manifiesta Jonathan Cohen, profesor emérito de la Brighton and Sussex Medical School del Reino Unido.

La Sociedad Española de Medicina Intensiva Crítica y Unidades Coronarias señala que la sepsis es una enfermedad tiempo-dependiente, en la que los casos de éxito están directamente relacionados con la rapidez con la que se instaura el tratamiento.

“Nunca podré olvidar el primer paciente. Era un hombre joven, de 46 años, que murió debido a una infección del tracto urinario a pesar de que se le administraron antibióticos contra la bacteria que la originó. Cada día, muchos pacientes mueren de sepsis sin que exista un motivo claro para ello y todavía no podemos ayudarlos”, manifiesta el doctor Evangelos Giamarellos-Bourboulis.

Para este profesor de Medicina de la Universidad de Atenas y especialista en sepsis, la solución pasa por aunar fuerzas en la lucha contra la enfermedad.

SIEMPRE HAY UNA INFECCIÓN PREVIA.

La sepsis o septicemia “es la respuesta extrema del organismo ante una infección. Se trata de una enfermedad potencialmente mortal que, sin el tratamiento oportuno, puede causar rápidamente daño en los tejidos, fallo orgánico y, finalmente, la muerte”, detallan los especialistas de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC).

“La sepsis aparece cuando una infección previa (en la piel, en los pulmones, en el tracto urinario o en alguna otra zona) desata una reacción en cadena por todo el organismo”, aclaran.

Del mismo modo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) expone que la septicemia “se produce cuando la respuesta del cuerpo a una infección lesiona sus propios tejidos u órganos. Pueden originar una septicemia las infecciones por bacterias, hongos, virus y parásitos, si bien las infecciones bacterianas son la causa más habitual”.

Esta entidad subraya la importancia de la detección precoz para poder tratar a los pacientes antes de que la sepsis se agrave y cause la muerte.

“El reconocimiento precoz de los síntomas y el inicio de un tratamiento adecuado en las primeras horas pueden reducir la mortalidad de forma significativa. Los estudios muestran que los pacientes tratados de forma adecuada durante la primera hora sobreviven en un 80% de los casos, cifra que se reduce hasta el 15% o el 20% a partir de las 12 horas”, manifiesta esta entidad.

Para poder superar la sepsis es fundamental saber reconocer sus síntomas y obtener atención médica inmediata. Sin embargo, no hay síntomas exclusivos de sepsis.

POR ENCIMA DE LOS CASOS DE ICTUS.

Según explican los especialistas de los CDC, “éstos pueden consistir en una combinación de cualquiera de los siguientes: confusión o desorientación, respiración entrecortada, latidos cardiacos rápidos, fiebre, escalofríos, dolor, malestar y piel sudorosa”.

Desde los CDC, subrayan la importancia de buscar ayuda médica con rapidez ante una sospecha de sepsis o si hay una infección que no mejora o que empeora.

Según los datos aportados por la SEMICYUC, la estimación es que cada año “unos 27 millones de personas sufren un episodio de sepsis, cifra por encima de los casos de ictus, cáncer, infarto de miocardio y VIH”, destaca.

“De estos pacientes, fallecen ocho millones al año y los supervivientes pueden presentar importantes secuelas a largo plazo con alteraciones funcionales, cognitivas y mentales que impactan en su calidad de vida”, apunta.

“Reducir la mortalidad por sepsis sigue siendo una de las principales necesidades médicas de nuestro tiempo. Cuando les digo a los estudiantes de medicina que la sepsis todavía mata al menos al 30% de las personas a las que afecta, incluso aunque estén en la más moderna de las unidades de cuidados intensivos y reciban los mejores antibióticos, pueden estar seguros de que aprecian la importancia de aprender más y de hacer más sobre esta enfermedad”, narra Jonathan Cohen, profesor emérito de la Brighton and Sussex Medical School del Reino Unido.

“He pasado muchos años trabajando en este campo y estoy muy contento de que colegas de todo el mundo se unan para mantener el impulso tanto de la investigación básica como de la clínica con el objetivo de intentar mejorar las cosas para los pacientes en el futuro”, concluye el especialista.