La sequía más severa en Ecuador: racionamientos en la historia y desafíos actuales
Expertos en sectores estratégicos coinciden en la dimensión del fenómeno actual y enlistan causas de la crisis energética
En la historia reciente del Ecuador, ha habido varios períodos de sequía cuyas afectaciones aún permanecen en la memoria de muchos.
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Leer másUno de los episodios más recordados de racionamientos de energía, debido a la falta de precipitaciones, ocurrió durante el gobierno de Sixto Durán Ballén. Entre noviembre de 1992 y febrero de 1993, el entonces mandatario decretó adelantar una hora en el país para aprovechar la luz solar y reducir la demanda de energía en hogares y empresas. Adultos y jóvenes familiarizados con la historia nacional recuerdan la expresión "La hora de Sixto" o "La hora sixtina".
"Ese cambio de horario generó inconvenientes para las familias. Por ejemplo, las madres tenían que preparar a sus hijos con más anticipación, y los niños, con sueño, iban a clases. En las fábricas, trabajar de noche era más complicado. En tono humorístico, la gente decía en las calles que los gallos se estaban volviendo locos", recuerda la historiadora Ivonne Velasco.
En comparación con esa época, y debido al evidente incremento de la población y los asentamientos urbanos e industriales, ella sostiene que los racionamientos actuales son más severos.
Esta percepción podría relacionarse con la gravedad de la sequía que atraviesa el país en este segundo semestre. Expertos en sectores estratégicos consultados por EXPRESO coinciden en que la sequía actual es grave y que su impacto se ha intensificado por problemas que pudieron haberse abordado en gobiernos anteriores, así como en el actual.
Los efectos se sintieron antes en comparación con el año pasado
Jorge Jaramillo, ingeniero eléctrico y dirigente del gremio de Ingenieros Eléctricos del Litoral, destaca un detalle clave para comprender el origen y la magnitud del fenómeno natural, considerado por profesionales como un escenario de cambio climático.
"Analizando los cortes eléctricos, se evidencia que la sequía actual es más severa que la del año pasado, que afrontó Guillermo Lasso al inicio y al final de su mandato. El año pasado, el estiaje comenzó en octubre; este año prácticamente desde septiembre", señala Jaramillo.
Otros períodos de sequía que provocaron racionamientos de electricidad durante las jornadas laborales se registraron en los gobiernos de Rafael Correa (2019) y Guillermo Lasso (2023).
Además de la sequía, Jaramillo señala otro patrón recurrente en estos y otros gobiernos de las últimas décadas: la falta de una inversión significativa en el parque térmico, es decir, en las plantas termoeléctricas, que actualmente no funcionan como se espera.
"No se ha realizado una inversión fuerte en el parque térmico. Ese es el mayor problema de Ecuador. Se ha confiado demasiado en los recursos hídricos y se ha descuidado el parque térmico, y en los últimos años por corrupción, negligencia, entre otras razones", afirma el ingeniero eléctrico.
Una historia similar de sequía
Jacinto Rivero, ingeniero hidráulico y exdirector de la Comisión de Estudios para el Desarrollo de la Cuenca Baja del Río Guayas (Cedege), también concuerda en que la sequía actual es severa. Explica que sus efectos son más notorios debido a los racionamientos, aunque recuerda un evento de grandes proporciones que tuvo su pico en 1968 y que afectó el caudal del río Daule.
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Leer más"Hubo una sequía de casi 35 años. No significa que no llovió, sino que el promedio de esos 35 años estuvo por debajo del promedio histórico. El punto culminante de esa sequía fue en 1968, cuando el río Daule prácticamente se secó. En Balzar, se podía cruzar caminando. El caudal bajó a 5 metros cúbicos por segundo, cuando el promedio supera los 200 metros cúbicos", relata Rivero.
"Lo que ocurre ahora se parece mucho a esa gran sequía de 1967-68, al punto de que estamos ante racionamientos de energía. La diferencia es que el río Daule ya no sufre ese problema, gracias a que después de esa sequía, el país reaccionó y se comenzaron a desarrollar proyectos. Así surgió el gran proyecto Jaime Roldós Aguilera, cuyo componente principal es la represa Daule-Peripa. Desde su construcción, el río Daule no ha sentido las sequías. No es el caso de los proyectos hidroeléctricos en la vertiente del Oriente, que tienen poca capacidad de almacenamiento", explica.
Las omisiones que pasan factura
Los problemas heredados de gestiones pasadas también tienen que ver con la falta de mantenimiento o repotenciación de la infraestructura eléctrica: líneas de transmisión y subestaciones. También existen omisiones más recientes que pasan factura al país. El exministro de Energía, Iván Rodríguez, critica que el Gobierno actual no haya tomado las acciones necesarias a principios de este año, cuando, asegura, se conoció un informe del Operador Nacional de Electricidad (CENACE) que advertía sobre el déficit de generación energética por la falta de operación de las hidroeléctricas.
"Una forma de reducir la demanda de energía es pedirle al sector productivo que active sus generadores de emergencia. Eso recién se hizo hace dos semanas, cuando debió haberse hecho hace cinco o seis meses. Además, se debería facilitar el acceso a combustible para que esos generadores funcionen", señala Rodríguez.
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Leer másEste Diario ha solicitado una entrevista y datos al CENACE, pero no hay una respuesta, por correo electrónico. El Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi) tampoco ha contestado un pedido.
El ingeniero eléctrico también recomienda al Gobierno implementar incentivos para reducir la demanda. Por ejemplo, activar un sistema de descuentos en las planillas eléctricas basado en el ahorro de energía en los hogares: si en una casa se reduce el consumo en un 20 %, que ese sea el porcentaje que se reste del valor a pagar. Otra forma de disminuir el consumo de electricidad, sugiere Rodríguez, es incentivar el uso de bombillas LED en lugar de las incandescentes.
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