¿Qué significa para Ecuador ser catalogado como un 'narcoestado'?

La publicación de The Economist, que señala que Ecuador es "el nuevo narcoestado del mundo", no se ajusta a la realidad del país, aseguran expertos en seguridad y defensa nacional. Lo sostienen al aclarar que la nota del medio internacional habla de la presencia criminal en zonas puntuales y no en todo el territorio nacional.

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La consultora en seguridad, Katherine Herrera, dice que catalogar de esa forma no es adecuado y afirma que lo que existen son "ciudades fallidas". Se explican así a los territorios en donde las organizaciones delictivas han avanzado ante la ausencia del Estado, no entendido solo como Gobierno nacional, sino gobiernos locales y sector privado. 

Mauricio Alarcón, director de Fundación Ciudadanía y Desarrollo, coincide. "Formalmente no se puede catalogar así, no es una categoría internacional o basada en estamentos internacionales", acota.

Para Herrera, lo que existen son zonas con índices de violencia. Además, recalca que, a diferencia de lo que ocurría en Colombia en los años 80 con Pablo Escobar, quien contaba con la voluntad de la población, los ecuatorianos no están de acuerdo en el avance de la criminalidad. 

"¿Dónde se deja a ciudadanía? En Ecuador, los ciudadanos están en etapa de miedo y aceptan o ven una forma de subsistir en las actividades criminales, pero no es que estén 100% de acuerdo. Es criminalizar a la ciudadanía", insiste.

¿Qué implicaciones internacionales genera señalar a Ecuador como un "narcoestado"

Sin embargo, ambos especialistas advierten que aunque esa categorización no involucra a Ecuador sí genera efectos que traspasan el daño a la imagen del país a nivel internacional.

Aunque "no hay un impacto automático o directo como la declaración dura que ha hecho The Economist, puede tener efectos muy fuertes a nivel económico porque desincentiva la inversión extranjera, la nacional y nos complica el acceso a créditos internacionales que terminan siendo negativos para el financiamiento de deuda", advierte Alarcón.

Otra afectación es que aumenta la percepción de inseguridad en ciertos territorios, añade Herrera. La situación también abona a la desigualdad social, la pobreza, el aumento de la presencia de la criminalidad, que propicia las economías ilícitas.

También desincentivan el turismo, pues la imagen internacional que se proyecta como un lugar inseguro hace que los potenciales visitantes desistan de viajar al país.

¿Cuánto afecta el hablar de un "narcoestado" a la democracia del Ecuador?

La investigadora Herrera señala que referirse al Ecuador como un "narcoestado" afecta el Estado de derecho más que a la democracia, porque lo debilita. Menciona que factores como la corrupción y la impunidad contribuyen a mermar la estructura estatal.

En consecuencia, el efecto inmediato que se genera es la desconfianza en la Fiscalía y el sistema de justicia desde la permisibilidad en la ocurrencia de delitos comunes. "No se radica solo en desarticular grandes organizaciones, sino en la impunidad en robos, asaltos, violencia de género, estafas. Eso hace que la ciudadanía no denuncie y las actividades delictivas avancen en los barrios por la incapacidad de hacer cumplir la ley", explica Herrera.

Alarcón expresa una opinión similar. "Internamente, el que se hable de Ecuador como narcoestado, implica la nula existencia de instituciones o de vivir bajo el Estado de Derecho e imperio de la ley y pasar a depender de criterios subjetivos de autoridad de turno, o de los grupos de delincuencia organizada (GDO). Hablar de "narcoestado" es prácticamente hablar del Estado fallido y eso es grave".

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