El silencio del régimen de Maduro por el caso de Ronny Aleaga y su hijo

Ahora no, estamos en la campaña... El Gobierno de Venezuela, liderado por Nicolás Maduro, guarda silencio pese a las denuncias públicas que realizó Carolina Jiménez, exesposa y madre del hijo de Ronny Aleaga; acusado por la Fiscalía General del Estado (FGE) de ser colaborador dentro del esquema de delincuencia organizada del caso Metástasis.

"Estaban personal de tribunales de menores judiciales y fiscales venezolanos, los cuales hicieron caso omiso al pedido de mi hijo, diciendo que ellos están velando el bienestar del niño y que el bienestar del niño es quedarse con el papá; siendo el papá un prófugo de la justicia de Ecuador", declaró a la prensa Jiménez, exesposa del exasambleísta del correísmo y prófugo de la justicia Ronny Aleaga.

La mujer detalló que el pasado viernes 17 de mayo intentó salir de Venezuela junto al menor, pero autoridades venezolanas retuvieron a su hijo de 12 años de edad para interrogarlo por varias horas: "Él declaró, claro y conciso: yo quiero estar con mi mamá y me voy a ir con mi mamá". 

Sin embargo, narra Jiménez, fueron retenidos en la ciudad de Barinas, frontera con Colombia, para luego ser trasladados en una avioneta militar hasta una localidad cercana a Caracas. Allí estaba esperando Ronny Aleaga, para llevarse al menor. 

Desde esa fecha, Carolina Jiménez asegura no saber nada de su hijo y que este se quedó junto a su expareja, Ronny Aleaga, en Venezuela. 

 Venezuela no dice nada sobre Aleaga y su hijo

El viacrucis que vivió Carolina Jiménez junto a su hijo se da un día después de que la Cancillería ecuatoriana informara que la ella y el menor "abandonaron las instalaciones del Consulado del Ecuador en Caracas, por su propia iniciativa, de manera libre y voluntaria, el 16 de mayo de 2024".

Pese a estas declaraciones y la noticia de que el prófugo de la justicia solicitó asilo político para él y toda su familia al Gobierno de Nicolás Maduro, las autoridades venezolanas no se han pronunciado al respecto. 

Carolina Jiménez también declaró que fue intimidada por la Policía de Venezuela y que le confiscaron su teléfono, un computador y un pendrive con información confidencial.

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