El sismo revela pasos aprendidos y falencias
Hubo mejor reacción donde se preveían simulacros. Después hubo fallas como el reingreso a los edificios sin revisión previa.
La realidad fue la mejor examinadora del simulacro. Veinte minutos antes de que se iniciara todo un operativo de ensayo ante un sismo de 7,4 en la escala de Richter, los guayaquileños sintieron que la tierra temblaba de manera fuerte y trepidante. En tiempo real, el temblor alcanzó los 6,2 grados y su epicentro estuvo a 28 kilómetros de Guayaquil.
El alcalde Jaime Nebot llegó hasta el salón donde se había programado la conformación del Comité de Operaciones de Emergencias (COE) cantonal para el ensayo. “El simulacro ha sido tan real que incluyó un temblor”, dijo, aludiendo al humor de los guayaquileños ante la coincidencia. En lo formal, calificó como muy buena la reacción general (ver nota adjunta).
Una visión similar tuvieron otros funcionarios del COE, quienes estaban presentes en este salón en el momento en que ocurrió el movimiento telúrico. Observaron, por medio de las 508 cámaras del sistema ‘Ojos de águila’ distribuidas en la ciudad, cómo los guayaquileños buscaban los sitios seguros.
Polo Terán, del Cuerpo de Bomberos, se atrevió a calificar con 9 puntos de 10 esa reacción. Gustavo Zúñiga, director de la Corporación de Seguridad Ciudadana, fue más optimista: Entre un 8,5 a un 9,2.
“Es encomiable ver cómo las evacuaciones se dieron en un orden, con calma, hasta ubicar los sitios de seguridad seleccionados. Esto demuestra que la cultura de prevención y participación está en buen camino”, agregó el funcionario, quien estuvo al frente de un megaoperativo que por más de una hora, movilizó hasta 530 recursos de organismos de respuesta y la participación de 216 instituciones.
Además, 48 observadores, entre nacionales y extranjeros, ya estaban movilizados a sitios diferentes, por lo que pudieron revisar cómo los guayaquileños respondieron ante el sismo.
Una visualización similar ejecutaron 17 psicólogos, quienes entregarán un informe. Ellos presenciaron situaciones de crisis luego del temblor, como el que se vivió en el colegio Enrique Gil Gilbert, donde siete alumnas entraron en shock, al igual que la profesora que estaba encargada de la unidad de seguridad del plantel. “Es que una cosa es la reacción en el simulacro y otra el evento real”, dijo uno de los psicólogos.
El sismo también dejó en evidencia aspectos que no se han previsto o se deben mejorar. Por ejemplo, en el mismo plantel, que no cuenta con patio, los alumnos fueron llevados a la calle y sentados al pie de un alto y antiguo edificio, en lugar de hacerlo en una zona despejada.
Y, en múltiples casos de empresas y otras entidades, luego del susto, los trabajadores reingresaban a los edificios, sin considerar que estos acaban de soportar un sismo de 6,2 grados y no habían sido revisados.
Todo ello aparte de la aglomeración en el tránsito y en las puertas de los planteles que causaron los padres de familia que querían saber de sus hijos.
Lo positivo
Equipos
Durante un recorrido realizado por EXPRESO, se pudo constatar que las empresas y sitios de afluencia masiva cuentan con personal de respuesta ante sismos.
Cultura
Los ciudadanos se mostraron predispuestos a evacuar los edificios y mostraron una cultura de prevención.
Protocolos
Debido a los ensayos anteriores y el terremoto del año pasado, la mayoría de instituciones locales tiene y aplicó sus protocolos de prevención y evacuación .
Sitios seguros
La identificación de los puntos de encuentro también fue primordial. Los parques y plazas se llenaron de guayaquileños.
Hospitales Públicos y Privados
Las visitas salieron primero
El temblor agarró al personal médico y administrativo del Omni Hospital en medio de la preparación del simulacro. De pronto, empezaron a sonar las alarmas y los guardias de seguridad abrieron las puertas de emergencia y bloquearon el ingreso a los ascensores. Los visitantes, entre risas y confusión, intentaron salir por la puerta principal; mientras que los empleados, con las manos en la cabeza, caminaron hacia el punto de encuentro. Después de 15 minutos las operaciones se reanudaron. Lo mismo sucedió en el Luis Vernaza, donde los médicos y pacientes se reunieron en la plaza principal. En el hospital del IESS de la Martha de Roldós, en cambio, parte del personal médico reingresó a las 10:30. Salud informó que ninguno de sus establecimientos tenía afectaciones. CBS
Los colegios
Los padres, los más asustados
Llantos, exigencias y hasta malhumor. A algunos padres de familia, los protocolos de emergencia les importan poco. La desesperación arriba y se queda. De nada sirven los ensayos, eso quedó claro ayer.
Una vez activada la alarma del simulacro, que se hizo real durante una coincidencia con un sismo, cientos de padres corrieron a las diferentes instituciones educativas a verificar que sus hijos estuvieran bien luego del temblor.
Ocurrió, por ejemplo, en el colegio Vicente Rocafuerte, donde Carlos Reyes y otros representantes se apostaron en la puerta principal de la entidad para exigir que les entreguen a los menores. “No pueden cerrarnos las puertas, tenemos derecho a ver a nuestros chicos”, gritaba en la puerta, enfadado con el portero, quien le explicaba que no era posible por los protocolos que se deben seguir durante un caso así.
En la escuela adjunta, hubo niños muy asustados que lloraban. Más tarde, el Ministerio de Educación dispuso suspender las clases en todas las jornadas. BIMP
En la Terminal
La evacuación tomó 4 minutos
Se habían preparado para el simulacro. Las brigadas estaban listas. Solo esperaban la llamada de la activación para iniciar. Habían preparado varios eventos que se desatarían producto del sismo trucado: un cortocircuito que terminaría en incendio, personas heridas y atrapadas.
El plan quedó a un lado cuando las alarmas sonaron antes de lo esperado. Un sismo real se producía y con ello el afán de las personas de resguardarse.
Hubo confusión. Mientras muchos sintieron el remezón, unos cuantos pensaban que era la práctica que se había anunciado por lo que no ponían empeño en salir rápido. Incluso un usuario de un banco salió de la agencia e intentó utilizar el cajero automático hasta que un guardia de seguridad le insistió que debía salir, pues era un evento real, en el que no importaba si cubrían sus cabezas, la consigna era salir.
Romario Miralá no entendía cómo su vecina, Zoila Gutiérrez no había sentido el sacudón “si fue fortísimo. Yo iba en el ascensor y fue horrible, desesperante. Recordé el terremoto del año pasado. Me asusté bastante”. KSG
Todos hacia los sitios seguros
El examen fue antes de lo previsto, pero quienes se habían preparado salieron mejor de la sorpresiva prueba. Los guayaquileños que a las 08:40 estaban en sus sitios de trabajo fueron a los lugares seguros establecidos por sus entidades. En la imagen, empleados de la terminal de carga aérea.
Ayuda en el simulacro a 54 metros de alto
Un carro escalera de los bomberos que llega hasta 54 metros de altura apoyó el simulacro de incendio en el Hilton Colón. Consistió en el rescate de dos personas que estaban en una habitación. Según el gerente de Seguridad del hotel, Jorge Montanero, lograron reducir el rescate de 10 a 5 minutos.
Salir o ingresar a la terminal se hizo difícil
El tránsito vehicular alrededor y dentro de la terminal terrestre ‘Jaime Roldós Aguilera’ se volvió difícil y por momentos fue imposible ingresar o salir en carro de la estación. La evacuación de pasajeros hacia las zonas de parqueo y de paradas de los buses urbanos contribuyó a ese problema.
Los más pequeños lidiaron con el miedo
Algunos no controlaron las lágrimas por el miedo, otros, más valientes, no pudieron evitar reflejar la angustia de que la tierra tiemble una vez más. Pese a ello, siguieron el protocolo y esperaron salir en orden de las escuelas para encontrarse con sus padres.
A salvo, pero con intranquilidad incluida
Sabían que habría simulacro, pero nadie les avisó del temblor. Por eso, cuando estaban en clases, no todos los estudiantes de la Facultad de Ciencias Matemáticas de la Universidad de Guayaquil pudieron reaccionar con serenidad. Una hora después del sismo, el susto aún se sentía en el patio.
El sacudón dejó pocas casas afectadas
Una casa ubicada en las calles 41 y callejón F, en el suroeste de Guayaquil, registró cuarteaduras en una de sus paredes como consecuencia del sismo. El número de edificaciones afectadas fue menor en comparación con el que dejó el terremoto del 16 de abril del 2016, con epicentro en Manabí.
Guayaquil
Granasa hizo el simulacro y redujo los tiempos
Cerca de las 10:00, el personal de Gráficos Nacionales S.A. empresa editora de EXPRESO y EXTRA realizó un simulacro de sismo. Los brigadistas a cargo indicaron que se mejoró no solo la cultura preventiva ante un desastre, sino también el tiempo de reacción. El personal ya había cumplido antes una evacuación real, debido al temblor de las 08:40.
Daule
Un estudiante herido y seis desmayados por el susto
Un estudiante con heridas leves en el colegio Juan Bautista Aguirre; seis desmayados en la unidad educativa José Luis Tamayo y una mujer con síntomas de parto en el hospital Vicente Pino Morán, en Daule, fue el saldo que, sobre todo por el susto que provocó, dejó el temblor en el lugar. ERS
El Triunfo
Cuatro desmayadas tras el temblor
Pese a que durante el sismo los alumnos y docentes de las escuelas y colegios del cantón El Triunfo evacuaron sus aulas con rapidez, en una institución fiscal se registraron cuatro alumnas desmayadas, entre ellas una embarazada, que fue atendida en el hospital.
De igual manera, cinco habitantes presentaron problemas respiratorios causados por la presión arterial. MUC
Playas
Hubo un recorrido para verificar posibles daños
En el cantón Playas el sismo no trajo consigo consecuencias. Aún así, por precaución, las clases se suspendieron en las unidades educativas privadas y públicas del balneario. Hasta el cierre de esta edición, la Policía Nacional, las Fuerzas Armadas, la Cruz Roja, el Cuerpo de Bomberos, entre otras entidades, recorrieron la población para verificar posibles daños. NM