Sobrevuelos: el exembajador Carrión no llegó a la Asamblea
Alegó que no había sido notificado de la cita en la Comisión de Soberanía para aclarar la discrepancia con la cancillería sobre el marco legal que legitima los vuelos de EE. UU. en territorio nacional
No llegó el exembajador del Ecuador en Washington, Francisco Carrión, a la Comisión de Soberanía y Relaciones Internacional de la Asamblea Nacional. Tenía que comparecer este jueves 16 de enero, junto con el canciller José Valencia, para explicar el programa de cooperación entre EE. UU. y Ecuador en materia de vigilancia aeronáutica: la manzana de la discordia entre él y su ministerio.
Minutos antes de que se instalara la sesión, Carrión tuiteó desde Washington que no había sido invitado. Los correístas, que en la comisión son tres y querían sangre, estaban indignados. ¿Cómo? ¿No le invitaron? Nos retiramos”.
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Leer másDejo constancia de que no he sido convocado a la sesión de la Comisión de RRII de la Asamblea prevista para esta tarde. Solo se escuchará la versión de Canciller y MinDefensa y no la mía. Si bien estoy en Washington tengo mi presentación lista para ser conocida por la Comisión.
— Francisco Carrión (@fracarrion_ING) January 16, 2020
Aclaró las cosas Fernando Flores, presidente de la Comisión. Mandó a ver todas las invitaciones. La de Carrión se envió a su correo electrónico. Así todo, se fueron los correístas: Augusto Espinosa, Esther Cuesta, Lexi Loor, dignísimos ellos. Algo quiso decirles Flores antes de que salieran. No quisieron ni oír. Nadie los extrañó. Fabricio Villamar incluso los desdeñó: lo que se debe discutir aquí, dijo, es en qué acuerdos se sustentan los vuelos de aviones de radar estadounidenses sobre territorio ecuatoriano. “Lo que no se puede hacer es convertir esta comisión en una comisaría para el careo. Eso está bien para los que se fueron".
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Leer másValencia llegó con una tonelada de información: la cronología detallada de cooperación entre ambos países, que empezaron en noviembre de 2017, cuando EE. UU. propuso los vuelos a Ecuador y que están a punto de concluir en la redacción de un convenio; los acuerdos internacionales que, en ausencia de ese convenio, legitiman la cooperación en materia de vigilancia aérea; los protocolos que se aplican en cada vuelo; los resultados obtenidos...
Hasta el momento se han realizado 53 vuelos de aviones radar P3 y Awak, con un costo de 50 millones de dólares cubiertos por Estados Unidos. Esos vuelos, según el canciller, “hacen la diferencia” en la lucha contra las drogas: del 10-15 % de lo incautado en el país es fruto de esa tarea de vigilancia. 30 toneladas en total. Por cada operación se tramitan permisos individuales con las autoridades ecuatorianas. En tres ocasiones, tales permisos fueron negados.
La actividad de los aviones estadounidenses se sujeta al Código Aeronáutico ecuatoriano, todos los procedimientos son concertados y, en el caso de capturas, los detenidos son sometidos a las leyes nacionales. Los aviones son de vigilancia electrónica y no llevan armas.
Valencia entregó una gran cantidad de información confidencial: todos los permisos, todos los trámites, todos los informes.... Los integrantes de la comisión quedaron satisfechos. Carrión, mal parado.