Solca atiende a 2.800 pacientes al mes derivados desde Salud
La red de salud pública no se da abasto. Los hospitales de la Sociedad de Lucha contra el Cáncer (Solca) atienden, todos los meses, a pacientes enviados desde los hospitales del Ministerio de Salud y del Seguro Social.
La red de salud pública no se da abasto. Los hospitales de la Sociedad de Lucha contra el Cáncer (Solca) atienden, todos los meses, a pacientes enviados desde los hospitales del Ministerio de Salud y del Seguro Social.
En el primer caso, unos 2.800 pacientes, en promedio, fueron derivados a Solca cada mes, durante 2015 y los dos primeros meses de 2016. La cifra correspondiente al Seguro Social no se ha hecho pública.
El Gobierno, sin embargo, no ha pagado totalmente por ese servicio. La deuda asciende a 46 millones de dólares, dijo ayer Verónica Espinosa, viceministra de Salud. Los desembolsos, aseguró, dependerán de una auditoría.
El presidente de la República precisó las cifras, desde la Amazonía. Según sus cuentas, la deuda con Solca es de 22 millones de dólares. Y 27 millones están en auditoría.
Esa división difiere de la que hace Solca. La semana pasada, en Quito, la institución de salud informó que la cuenta pendiente de cobro por los servicios prestados al Ministerio asciende a 32 millones de dólares. Había, además, 11 millones aprobados para el pago después de las auditorías.
Esa es solo una parte de la deuda estatal, asegura Solca: sumando la deuda del Gobierno central, la del Seguro Social, el Issfa e Isspol, serían unos 130 millones de dólares.
Y, en el medio del conflicto están los pacientes. Enfermos vulnerables que piden un acuerdo urgente.
Diana Pérez tiene leucemia, es estudiante de periodismo y parte de la Fundación Jóvenes contra el Cáncer. Ella empezó su tratamiento en un hospital público. “Gracias a Solca estoy viva”, contó ayer. Ella requiere de medicación permanente, por eso pide que se mantenga la cooperación entre Solca y el IESS. “Nuestra vida depende de eso”, advirtió.
A esta fundación, por ejemplo, están vinculados 549 pacientes. De ellos, el 45 % es atendido en Solca; el 35 % en el Eugenio Espejo, el 10 % en Carlos Andrade Marín y el resto en otras casas de salud.
Gustavo Dávila, vocero del colectivo, reconoce avances en los servicios públicos y que existe el equipamiento, pero está seguro que, “difícilmente el Estado podrá hacerse cargo de todos los pacientes”.
“Necesitamos los tratamientos, las consultas, los exámenes”, lamenta Cynthia Caraguay. Ella es paciente de Solca hace seis años.