
Estos son los tipos de jefe
Existen varios estilos. El democrático es el más acertado. La clave es el vínculo.
Hablar de jefatura es hablar de liderazgo. Vital no solo por la repercusión en la producción de una empresa, sino también por la motivación de los empleados, parte dinámica de la misma.
La forma de ejercer su labor será influenciada por su personalidad, historia familiar y vida. “Si tuvo padres rígidos que no le dejaban opinar, puede repetir esa tendencia con su equipo”, indica José Ramírez, psicólogo de Salud Ocupacional, quien indica que el vínculo es básico, esto es conocer y sensibilizarse con el otro, que no significa ser amigos.
Los comunes
Esteban Salazar, coach experto en liderazgo y desarrollo organizacional, menciona la clasificación del padre de la Psicología Social, Kurt Lewin:
El autoritario
De estilo confrontativo basado en el poder y control. Su relación está fundada en el temor al castigo, que afecta la alineación del equipo con el objetivo común, así como su motivación. La iniciativa, empatía, creatividad y fidelidad, flaquean.
El liberal
Procura ser amigo de sus colaboradores. Vela por el bienestar individual y del equipo, que lo hace manipulable, generando falta de control y ausencia de efectos prácticos para lograr metas. En casos extremos hay caos, libertinaje y la mala calidad en los resultados.
El democrático
Crea espacios de autonomía, responsabilidad y participación del grupo; facilita el proceso de tomar decisiones, integrando el pragmatismo del autoritario con el enfoque emocional del liberal y el propósito ético-social que inspira y alinea al equipo para lograr propósitos. Ninguno es perfecto, pero este suele dar mejor rendimiento.
Depende de la situación
Ramírez coincide con la clasificación anterior, pero cita otra, la teoría del liderazgo situacional, que habla de un liderazgo directivo que asigna responsabilidades a su equipo. El participativo pide al grupo que contribuya en la toma de decisiones, para juntos optar por la mejor.
El delegativo encomienda objetivos específicos o pequeños, para en conjunto cumplir con el fin general. El persuasivo convence, motiva y crea cambios de creencias, actitudes, mostrándole a su personal sus fortalezas y limitaciones.
Lidiar con ellos
Con el democrático no habría problema, es el estándar ideal. Respecto al autoritario, converse con él. Si eso no ayuda, busque al supervisor inmediato e instrúyase sobre la normativa interna de la empresa y notifíquelo a RR. HH. Si su jefe se caracteriza por ser permisivo (liberal), usted siga desempeñando su labor, pues por lo general ellos no duran mucho tiempo en una compañía, a menos que sea amigo de la alta gerencia, indica Ramírez, quien afirma que no hay un estilo puro de liderazgo.