Aplicación. La Perimetral será uno de los sectores que serán reforzados con más fotorradares.

Se suman 22 fotorradares al control de la velocidad

Los dos fotorradares que este año se instalaron en la avenida Francisco de Orellana han resultado insuficientes frente al aumento de los accidentes de tránsito.

Los dos fotorradares que este año se instalaron en la avenida Francisco de Orellana han resultado insuficientes frente al aumento de los accidentes de tránsito.

Lo dicen las estadísticas de la Autoridad de Tránsito Municipal (ATM): entre enero y octubre del 2016 se registró un promedio mensual de 13 siniestros; mientras que en el mismo periodo del 2017 es de 15.

El 24 agosto de este año, EXPRESO publicó una nota sobre el peligro que representa circular en la Orellana. Con el 65 %, la principal causa de los accidentes es por el exceso de velocidad. Le sigue con un 11 % el cambio brusco de carril; y un porcentaje similar el no mantener la distancia prudencial del vehículo.

Los antecedentes motivan a la ATM instalar cuatro fotorradares en la avenida. Por lo pronto los puntos determinados son a la altura del Riocentro Norte y parque Samanes.

No serán los únicos dispositivos que se instalarán en la ciudad. En máximo tres meses, otros 18 se los distribuirán en otras zonas donde la accidentabilidad es mayor: las avenidas Barcelona, Raúl Gómez Lince (Las Aguas), del Bombero y 25 de Julio; además la Perimetral y carriles de servicio de la autopista Narcisa de Jesús.

En la ciudad operan 38 fotorradares, distribuidos en arterias como la autopista, vía a la costa, Pedro Menéndez Gilbert y salida de los túneles.

El director de Informática de la ATM, Xavier Sandoval, indica que la Ley de Tránsito exige como parámetros técnicos que en un rango menor a un kilómetro de un radar debe haber la señalización preventiva. “La ley no obliga que advirtamos que el conductor está cerca de un equipo, pero lo hacemos para concienciar al conductor”.

Sandoval considera indispensables los dispositivos ante la falta de cultura en el respeto de los límites de velocidad.

El director de Estadísticas de la ATM, Cristian Rochina, resalta que un promedio del 25 % de los accidentes se ha reducido en los sectores en donde se instalaron los equipos. “Lamentablemente los conductores necesitan de un instrumento adicional de control para cumplir con la ley”, enfatizó.

En avenidas como la Francisco de Orellana se coloca en la calzada señalización con pintura termoplástica.

Los radares tienen el certificado de homologación avalado por la Agencia Nacional de Tránsito (ANT). Los equipos deben calibrarse cada seis meses para evitar errores.

El director del Centro de Solución de Conflictos, Édgar Lupera, destaca que los dispositivos son revisados de manera constante. Recuerda que los usuarios tienen el derecho a la apelación y pueden hacer convenio desde los 112,50 dólares.

La multa por exceso de velocidad es de 112,58 dólares. En lo que va del año, la ATM ha recaudado cerca de 10 millones de dólares por la infracción. Según la entidad, los recursos son reinvertidos en planes para la mejora vial, como semaforización inteligente y señalización.

El GPS, otro aliado para el control

Cerca de 1.600 de los 2.400 buses urbanos que circulan en Guayaquil cuentan con GPS, uno de los requisitos para continuar operando.

La ATM detectó que el 40 % de las unidades con el equipo abusó de la velocidad. La infracción la cometieron principalmente en la autopista, 25 de Julio, Perimetral, vía a Daule y Francisco de Orellana.

“En el último mes logramos bajar a un 20 % esa de infracción”, dice el director de Transporte Público, Fernando Amador.