Un tablero electoral con fichas cada vez más definidas
Tener una gran cantidad de aspirantes no ayuda a la decisión del votante. Que haya más cuadros no es sinónimo de una sana democracia
Una decisión y muchas opciones. El ecuatoriano está ansioso por conocer al fin quiénes son los precandidatos a la Presidencia de la República. Una larga espera que a partir de hoy dejará un panorama electoral un poco más definido y que desembocará en una pregunta: ¿a quién escoger?
El PSC elige precandidatos con un llamado a la unidad
Leer másHabrá quienes voten por el candidato que realmente consideren que es el mejor para el complicado futuro, sobre todo económico, que le depara al país. Otros votarán con el afán o temor de que otra tendencia gane. Y otros preferirán a un aspirante fuera del molde, sin importar su plan de gobierno, propuestas o si está preparado o no para gobernar.
Para suerte o desgracia, depende de cómo se lo mire, la baraja se perfila bastante robusta, pese a las recientes deserciones. Más de 24 precandidatos surgieron y con los procesos de elecciones primarias o convenciones nacionales ese número se ha reducido considerablemente, pero a poco más de un día hay algunas organizaciones políticas y figuras públicas que aún no definen su participación o no, a menos de seis meses de los comicios.
Está claro que cada carta es una visión diferente (tal vez algunas con ciertas similitudes) de cómo sacar al país de la complicada situación económica, cómo afrontar la crisis sanitaria en la fase pospandemia, cómo luchar contra la corrupción, cómo construir un sistema de salud más eficiente y sin corrupción, cómo transformar la educación a una de mejor calidad y al alcance de todos, cómo rescatar al Seguro Social, entre otros aspectos que esperan soluciones de la próxima administración. Mientras más variedad en las opciones, más complicado resultará para el votante tomar una decisión, pero no cualquier decisión, sino la mejor para el país.
Y en facilitar a los votantes llegar a una respuesta a la pregunta ‘¿a quién escoger?’ ya fallaron los partidos y movimientos. El analista político César Coronel cree que la gran cantidad de candidaturas no ayuda a tomar una decisión y evidencia que las organizaciones políticas no logran entender “la necesidad de deponer egos personales y poner por encima al país”. “Estamos a nada de que se cierren las elecciones primarias, sin embargo lo importante de fondo es que los partidos entiendan la necesidad de unirse, de consolidar alianzas, de evitar que el populismo vuelva a golpearnos”.
No es nuevo tener papeletas abultadas. La gente está acostumbrada. Sin embargo, estamos viviendo una situación un poco particular... La gran cantidad de candidaturas lo que evidencia es un juego de egos
Pablo Romero, condenado por el secuestro de Balda, es propuesto como precandidato a la Asamblea
Leer másLa palabra ‘unidad’ cuando sale de la boca de un dirigente político parece perder sentido. Ha resultado fácil aparecer ante las cámaras de televisión e invocarla, pero nunca o casi nunca se dice lo que se está dispuesto a ceder o deponer en favor de esa unidad. Un intento de aglutinar a varios grupos de diferentes corrientes en 2017 fracasó en medio camino y ahora existen deserciones de precandidatos que intentan aglutinar a una tendencia.
José Chalco, constitucionalista y catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad del Azuay, considera que la figura del ‘caudillo’ dentro de las organizaciones políticas sigue pesando y dejando las intenciones de unidad en eso, solo intenciones. “Yo no recuerdo hasta ahora que exista en los partidos actuales una tradición a la que estábamos acostumbrados desde el retorno a la democracia o quizás antes: partidos políticos orgánicos, con estructura, con una lógica de formación de nuevos cuadros. Ahí no había personalismos, sino relevos. La ausencia de esos partidos es una de las causas de la carencia de procesos de unidad”.
Lo fundamental en el país es pensar en unidad... Creo que la necesidad de este país débil institucional y financieramente requiere que los cuadros políticos y partidos puedan unirse para abrigar progreso y esperanza
Ninguna organización política está obligada a concretar una alianza. Y todas tienen el legítimo derecho de participar con candidatos propios o en coalición si así lo desean. La participación es parte de una democracia sana. Lo que no es sano, a criterio de los expertos, es una exagerada participación.
El analista y consultor político César Luis Barthelotti considera que la democracia no se mide por el número de postulantes, sino por mejores partidos políticos y candidatos. “No hay democracia interna, no hay una democracia hacia afuera. Van a dispersar el voto. Acabarán armando sábanas electorales sin mayor capacidad de decisión por parte del votante. Eso no mejora la democracia, la empeora”.
Tener un número abultado de candidatos no ayuda al votante a tomar una decisión. La cantidad exagerada lo que hace es polarizar entre dos o tres aspirantes y que los demás compitan para mantener sus partidos políticos
Están habilitadas, hasta el momento, 24 organizaciones políticas nacionales (ocho más de las facultadas para participar en las elecciones presidenciales de 2017) que pueden postular candidatos al binomio presidencial, asambleístas nacionales, provinciales, distritales y al Parlamento Andino. Cuatro de ellas están en la cuerda floja. El Consejo Nacional Electoral inició un proceso administrativo, con base en un informe de la Contraloría General del Estado, por supuestas irregularidades en las firmas que respaldaron su inscripción. Además, existen otras 72 organizaciones políticas provinciales que pueden postular candidatos a legisladores provinciales y distritales (de acuerdo con la provincia).
Hasta el momento existen 9 precandidatos presidenciales proclamados en elecciones primarias o convenciones nacionales, o que figuran como seguros contendientes en 2021. Ocho rostros participaron en la última contienda electoral, siendo dos las banderas, PAIS y CREO, que se consolidaron como las más opcionadas y que pasaron a la segunda vuelta.
Conocerlos a todos y sus propuestas en menos de seis meses para emitir un voto responsable es una tarea complicada para el votante que, por lo visto, quedó en un segundo plano.