Taura versus Daular, un debate necesario

Guayaquil no tendrá nuevo aeropuerto hasta 2029. Así lo anunció en febrero pasado el entonces alcalde de la urbe, Jaime Nebot.

El cambio de planes se decidió tras revisar las estadísticas anuales de pasajeros y determinar que la terminal aérea José Joaquín de Olmedo aún no alcanza un número de usuarios que obligue a levantar un nuevo aeropuerto.

La decisión, sin embargo, ha provocado cuestionamientos sobre la validez de edificar la nueva terminal aérea de la ciudad en el sector de Daular, en el kilómetro 33 de la vía a la costa. Ese fue el lugar escogido por la administración de Nebot, pero un grupo de expertos cree que la zona más propicia es la parroquia Taura, en la vía Durán-Boliche, que pertenece al cantón Naranjal.

El primero en proponerlo públicamente fue Alfredo Adum, excandidato a la Prefectura del Guayas, quien incluyó esta idea entre sus propuestas de campaña. “En Taura cuesta mucho menos, porque ya está la pista y la infraestructura, entonces lo que hay que hacer es la terminal de pasajeros. Al llevar el aeropuerto a Taura vamos a estar en un sitio tan estratégico que va a hacer que Milagro, Durán, El Triunfo, Yaguachi, Jujan, Naranjal, Puerto Inca y La Troncal sientan que tienen ese aeropuerto”, explicó en su momento.

EXPRESO consultó a expertos en varias áreas sobre la factibilidad de elegir a esta parroquia ubicada a media hora de Guayaquil, donde se encuentra la principal base aérea militar.

El ingeniero civil especializado en infraestructura hidráulica Marcos Runruil señala que la idea no es nueva. Surgió originalmente tras la Guerra del Cenepa. “Se hizo un estudio hace unos veinte años, que no fue aceptado pero que planteaba esta posibilidad, pues se trata de una zona agrícola importante y una pista facilitaría el traslado de los productos”.

Concede que el sector es susceptible a inundaciones por la confluencia de los ríos, pero añade que lo responsable sería hacer un análisis de costo-beneficio. “Se tendría que invertir en relleno hidrosanitario y en una infraestructura para control de inundaciones. Pero por la alta productividad de la zona y las facilidades de acceso, resulta rentable. Es un análisis que habría que hacer”.

Con él concuerda el ingeniero Rafael Pezo, quien indica que la edificación del viaducto Sur, que unirá la zona portuaria con Durán y la vía Puerto Inca-Naranjal, contribuiría a facilitar el acceso a este sector.

José Luis García, aviador comercial y catedrático, agrega que mientras que Daular es una zona propicia para aterrizajes, en Taura se puede hacer un análisis más profundo sobre impacto y accesibilidad. “La pista de la base de Taura es considerada estratégica por las características del sector, y sin duda también lo sería para una terminal aérea. La geografía y el clima de la zona sustentan esto. Creo que sería una propuesta viable y beneficiosa”.

Los expertos añaden que si bien el proyecto desarrollado en Daular se está llevando a cabo de manera adecuada, es válido, dado su aplazamiento, que se debata la idoneidad de su ubicación.

Para los alcaldes de las zonas aledañas (ver voces), la propuesta de construir un aeropuerto regional beneficiaría a los productores de sus zonas.

Beneficios

Ubicación

Terrenos destinados principalmente al cultivo de camarón rodean las zonas de Taura y Churute. Ríos rodean las áreas cercanas, lo que hace a la zona baja del lugar susceptible a inundaciones, situación que podría corregirse con una obra de control de inundaciones y relleno, según los expertos.

Accesibilidad

Cantones de alta productividad agrícola rodean Taura, entre ellos Milagro, Yaguachi y Durán. Se tiene planificada la construcción del viaducto Sur, que uniría la zona portuaria de Guayaquil con Durán, Naranjal y Puerto Inca, aumentando la accesibilidad de la zona.

Experiencia

La idoneidad para los vuelos está determinada tras años de funcionamiento de la pista de la base de Taura. Hace veinte años se desarrolló un plan que tenía como fin habilitar esta y otras pistas para la salida de productos agrícolas, pero no fue implementado.

Fuerza Aérea

La base de Taura, una pista aérea de uso intermitente

Pese a su posición estratégica y sus buenos resultados durante la guerra del Cenepa, en 2010, los desperfectos de la pista de la base aérea de Taura y la falta de fondos para repararla o darle mantenimiento llevaron a la Fuerza Aérea Ecuatoriana a suspender las operaciones allí y trasladar sus aviones a la base de Manta. En 2016 Ricardo Patiño, que fungía como ministro de Defensa, indicó que se habían conseguido los $ 7 millones necesarios para la reparación. La licitación, no obstante, no fue subida al portal de Compras Públicas. Hace tres semanas EXPRESO consultó a la FAE sobre el estado actual de la pista y su uso, pero, pese a la insistencia, no hubo respuesta hasta el cierre de esta edición.

Productividad

Las cifras incentivan el cambio

El agricultor y catedrático quiteño José Antonio Ycaza considera positivo el cambio de ubicación de la terminal aérea no solo por las características de la zona, sino por las altas cifras de productividad de la zona de influencia de Taura. “No se trata solo de la zona del Guayas, sino de El Oro, Azuay y Los Ríos, que se beneficiarían; mientras que en la zona de Daular se priorizaría la pesca, que si bien es positiva, no es tanta en volumen como el área a la que nos referimos”, comentó. La opinión es respaldada por las cifras de la ‘Encuesta de superficie y producción agropecuaria continua’, que elabora el Instituto Nacional de Estadística y Censos. Este establece que en Guayas, Los Ríos y El Oro se cultiva el 80 % del banano del país. Allí también se produce el 74 % del arroz, 64 % del maíz duro seco y un alto porcentaje de la cría de camarón. En los diversos puertos de Santa Elena, en cambio, se captura cerca del 35 % del pescado del país, según un informe de 2017 del Ministerio de Acuacultura y Pesca.

Las voces

“Estamos abiertos a un aeropuerto regional”

Luigi Rivera prefiere no hablar de la idoneidad de Taura sin estudios técnicos de por medio, pero considera que la zona de Taura sería ideal para un aeropuerto regional. “Sacaría a esa zona de un olvido en el que lleva sumida más de 180 años y la abrirían al turismo y al desarrollo”. Manifestó que además de contar con el visto bueno de Naranjal para llegar a un posible acuerdo con el Cabildo porteño, el proyecto, de darse, tendría el apoyo de los moradores tanto de Naranjal como de cantones aledaños. “Esta es una zona muy productiva, y nos beneficiaría a nosotros y a nuestros vecinos”.

“Hay un área de influencia importante”

Es cauto y reitera que su opinión es personal, pero a la hora de considerar la propuesta Paco Asán sopesa las ventajas y cómo afectaría a Milagro. “Por posición geográfica, a nosotros sin duda nos convendría más que esté en Taura”, explica. Añade, no obstante, que los beneficios no serían solo para los cantones del Guayas. “Hay un área de influencia importante: estamos hablando de Azuay, El Oro, Los Ríos, que son provincias de mucha población y que tienen acceso más directo a Taura que a Guayaquil”. Taura, agrega, también es una zona “sin muchos vientos, que parece ideal”.

“Daular es un sitio sin restricciones climáticas”

El proyecto fue creado durante su alcaldía y, para ello, se desarrolló un estudio con la prestigiosa empresa Perkins Eastman. La fecha de inicio de construcción se pospuso en febrero de este año. La fecha de operaciones del nuevo aeropuerto “no puede ser ni antes de que se lo necesite ni después, sino cuando el gatillo, el disparador, nos anuncie que la meta de pasajeros internacionales se ha cumplido, porque se necesitan tres años para construirlo”, dijo en su momento. Agregó que en Daular la construcción se hará en 2.020 hectáreas ubicadas “en un sitio sin restricciones climáticas, geográficas o físicas, lo que nos favorece”.

“A Santa Elena le conviene que sea en Daular”

Otto Vera es enfático. Considera que debería mantenerse el proyecto original del nuevo aeropuerto de Guayaquil. Explica que este beneficiaría a las industrias locales, a los pescadores y, de paso, generaría más empleo para los ciudadanos de la provincia. “A Santa Elena nos conviene que sea en Daular. Estamos más cerca, colindantes con la zona sur de Santa Elena, al igual que con el muelle de aguas profundas en Posorja, que genera fuentes de trabajo a muchos peninsulares. Sería muy bueno tener en nuestros límites el aeropuerto de la ciudad más importante del país, comercialmente hablando, como es Guayaquil”. JL

“Por su cercanía a Cuenca, sería beneficioso”

Con una distancia de poco más de dos horas y media entre la capital azuaya y Taura, el exalcalde Marcelo Cabrera ve como “beneficiosa” la idea de que la ubicación del nuevo aeropuerto sea Taura. “Desde mi punto de vista sería mucho mejor que se ubique en Taura, por su mayor cercanía con Cuenca”, indicó. “La capital azuaya tiene importantes industrias que exportan cerca de $ 900 millones al año”. Los cantones aledaños producen una importante parte de los cultivos de papa y maíz del país. Durante su gestión, firmó acuerdos destinados a aumentar la producción agrícola de las zonas rurales y expandir mercados.

“Se podría consolidar el callejón interandino”

Para el prefecto Juan Pablo Cruz, sería de gran interés que las autoridades decidan establecer la terminal aérea en Taura, zona más cercana al callejón interandino. Señala que chimboracenses de segunda y tercera generación realizan comercio de forma bastante regular, además de la exportación de varios productos como flores y cereales vía aérea. “La ubicación de este aeropuerto en el sector de Taura sería estratégica y consolidaría a Guayas como nudo estratégico de primera instancia para el Ecuador central y del sur”, opinó. Agregó que la decisión representaría una oportunidad de crecimiento y desarrollo para Chimborazo. PO

“Significaría mejores costos para el sector turístico”

No solo mejoraría la conexión, sino el turismo, indicó el presidente de la Corporación de Cámaras de la Producción de Riobamba, Geovanny Puebla. “Chimborazo es un abastecedor de productos con una gran conectividad con Guayas. El tener el aeropuerto en Taura permitiría una mejor productividad y tiempo. Eso significa más recursos y mejores costos para el sector turístico, comercial y productivo. Además esto patearía el tablero, pues obligaría a trabajar y aprovechar un proyecto de esta magnitud con nuevos proyectos integradores que permitan el desarrollo de ambas provincias. Sería un triunfo no solo para nosotros, sino para toda la región”, argumentó.