Pablo Játiva, abogado y profesor universitario
Pablo Játiva, abogado y profesor universitario en la UIDE.Ángelo Chamba.

“Tenemos un TCE que es más poderoso que la Asamblea”

Pablo Játiva, abogado y profesor de la UIDE, analiza el caso de Verónica Abad y la figura de violencia política de género

El abogado y profesor universitario Pablo Játiva anticipa que la vicepresidenta Verónica Abad podría ganar una impugnación en cortes internacionales, aunque tarde unos años. Enfatiza en que el Tribunal Contencioso Electoral (TCE) ni siquiera debió aceptar la denuncia en su contra. Recuerda que ciertos funcionarios, por su jerarquía, están en un régimen especial y la Constitución los blinda.

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La opinión pública ha visto con sorpresa que tras una resolución del TCE, la vicepresidenta Verónica Abad perdió el cargo de elección popular. ¿Eso es legal?

La Constitución señala que solo la Asamblea puede destituirla, después de un juicio político. Cualquier otro camino será contrario a la norma y será impugnado en cortes internacionales. Hay precedentes, como por ejemplo (el caso) Petro vs. el Estado colombiano. Gustavo Petro fue destituido de la Alcaldía por la Contraloría de Colombia y se ordenó indemnización y restitución en el cargo. A nivel de Corte Interamericana se protege a los dignatarios, que representan el voto popular... Es una aberración que el Contencioso Electoral pueda destituir a alguien electo con el voto popular. No tiene esa facultad. Eso abriría la puerta para que este Contencioso, con el argumento de la violencia política de género, mañana destituya a Daniel Noboa, o a Luisa González (si hubiera ganado la Presidencia). 

¿Se está abusando de la violencia política de género?

Se abusa de la figura. El espíritu de la norma no está equivocado: hay que proteger a las mujeres que hacen política, que están en cargos de elección popular, a funcionarias y autoridades. Por supuesto que están expuestas y sistemáticamente se las ha atacado por su condición de mujeres.

¿Cuál es el problema?

El problema es que se hace una interpretación extensiva e incluso arbitraria de la figura y cualquier cosa puede ser violencia política de género. En el caso de Abad, la causal es brutal. El TCE dice que ella ejerció violencia política de género contra otra mujer, la canciller, al decirle en una carta que se ha mantenido de oídos sordos ante sus pedidos. ¿Qué pasaría si mañana, por ejemplo, dijera que la prefecta de Pichincha no ha sido tan eficiente, en un caso hipotético? Ella me podría denunciar diciendo que estoy ejerciendo violencia en contra de ella. Quizá la figura deba ser reformada, porque hay un abuso de parte de los políticos.

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¿Qué tipo de reforma?

La figura podría aplicarse mejor a través de la Ley para Prevenir la Violencia contra la Mujer, porque los políticos la están usando como un comodín para la ‘vendetta’ pública.

¿No sería mejor cambiar a los jueces electorales?

Completamente de acuerdo. Un juez imparcial, no condicionado por el Ejecutivo, jamás habría sancionado así a la vicepresidenta. Es más, debían declararse incompetentes (para juzgar ese caso), ya que Abad tiene protección constitucional. En realidad, más allá de la figura, el problema está en quién ejerce justicia electoral. ¿Por qué deciden dar paso a algo que no tiene ni pies ni cabeza? En el futuro, el Estado será condenado, es evidente que se están vulnerando sus derechos.

¿Qué ente debería poner orden al respecto en el país? ¿La Corte Constitucional?

Estamos creando una mala costumbre: queremos que la Corte sea el réferi de todos los problemas políticos del país. Está saturada, con causas represadas para de aquí a tres años. Hay una actuación inconstitucional de parte del Contencioso. ¿Quién resolverá? Cortes internacionales... Si todas las cortes del país están politizadas, la reparación se puede encontrar fuera, para tener una reparación real. La institucionalidad en general ha fallado. Desde antes debió detenerse esta arbitrariedad, pero no se lo hizo. Queda en manos de la Corte Interamericana.

El TCE debió declararse incompetente para juzgar a una vicepresidenta. Así debía terminar el proceso.

Pablo Játiva

abogado y catedrático

¿Qué tan grave para la democracia es que se burlen de esta figura en un país con tantos femicidios?

Es un precedente nefasto. La mujer que tenía el cargo más importante, la Vicepresidencia de la República, puede ser fácilmente vulnerada en sus derechos utilizando una figura que se creó para protegerlas. Hay una contradicción, nos indica que el sistema de justicia está fallando. El meollo es quiénes son los jueces. ¿Con buenos jueces esta sentencia habría existido? Puedo apostar que no. 

¿Qué pasa con el sistema de justicia?

Está fallando. No tenemos instituciones confiables y las cortes de justicia, incluyendo al TCE, no salen de esa lógica. La Corte Constitucional tiene un nivel jurídico y ético, pero el resto del sistema judicial está podrido, sin duda.

¿Quién es?

Pablo Játiva es abogado, profesor de Teoría Política y del Estado de la Universidad Internacional del Ecuador (UIDE). Tiene una maestría en Política Internacional por la Universidad de Melbourne, Australia. Ha sido asesor parlamentario y director jurídico del Parlamento Andino.

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