
El telar, un simbolo en los artesanos salasakas
La materia prima con que elaboran los tejidos es la lana de borrego.
El pueblo Salasaka, declarado patrimonio cultural inmaterial nacional, se esfuerza por mantener y rescatar sus costumbres y tradiciones. Una de ellas es el tejido elaborados con telares artesanales. Los instrumentos eran armados con madera reciclada.
En antaño, esta era la herramienta principal para confeccionar prendas de vestir, tapices y todo tipo de productos que los indígenas imaginaban.
Salasaka, una parroquia perteneciente a Pelileo, está ubicada entre los cantones Ambato y Pelileo, en la vía a Baños.
En la actualidad, los abuelos se resisten a dejar morir la tradición, pese a la modernización de la industria textil. Kuri Antonio Caisabanda aún la mantiene. Mencionó que elaboró su telar con ramas de árboles caídos. Para hacerla se tomó su tiempo y le pidió permiso y sabiduría a la Pachamama o Madre Tierra, para que el instrumento sea de mucha utilidad y le permita elaborar creativas prendas. “Así lo hacían nuestros abuelos y así les enseñamos a los jóvenes. Al pedir permiso a la Madre Tierra, esta nos direcciona en nuestro trabajo”, aseguró Caisabanda.
Según Kuri Antonio Caisabanda, uno de los artesanos de la comunidad, con los telares tejen tapices, ponchos, anacos y un sinnúmero de artesanías. La materia prima principal es la lana de borrego.
Mientras que el artesano Luis Manuel Jerez se refiere a que cada uno de ellos se encarga de armar, reparar y, en especial, utilizar el instrumento para el desarrollo artesanal.
El tamaño de cada tejedora puede variar, pero en especial es agarrada por un madero grande en la parte frontal, para sostener los hilos y la lana. Los diseños son variados y de paisajes andinos, de la vida diaria de los hombres y mujeres de la comunidad e incluso de las fiestas en honor a la Pachamama.
Santiago Chasipanta es otro de los artesanos que mantiene la tradición ancestral. Los telares tienen dos filos de clavos en cada costado donde se enrolla el hilo. Se controla por pedales y las hebras de los hilos o la lana se colocan en el tapiz base para ir formando los diseños. “El telar parece rudimentario, pero quienes sabemos de su utilización sabemos que se pueden crear hermosos diseños y prendas”, acotó el artesano kichwa.
Las prendas se comercializan en las dos plazas del centro de la parroquia y en las ferias en las ciudades de Otavalo, Quito, Ambato y Galápagos.
El pueblo Salasaka está habitado por más de 12.000 personas. “La utilización de los telares requiere de paciencia y también conocimiento”, dijo Jerez, quien lleva más de 10 años con su máquina artesanal.
En su establecimiento se muestran las artesanías creadas, la mayoría representan la naturaleza, fertilidad, flora, fauna, las fiestas, el danzante, la vida de la comunidad, la minga y la cosmovisión andina.
El uso de la herramienta
Al frente del telar, los artesanos pasan sentados hasta seis horas diarias. La madera va atada con sogas de cabuya. Los pequeños hilos son templados y sujetados por largueros del mismo material.
Luego se cruzan de un lado a otro los hilos de colores y se da forma al paisaje o figura. Se ajusta con otro madero que baja y golpea para unir las hebras. Los salasakas conservan la técnica basada en el uso de herramientas ancestrales de madera, los tinturados naturales de los hilos finos de la lana de borrego se hacen con el uso de flores y hierbas.