Personal de la Corporación de Seguridad Ciudadana de Guayaquil recorrió la ciudad para evaluar los daños que dejó el sismo. Una vivienda situada en la calle 29, entre Rosendo Avilés y Nicolás Augusto González resultó con graves fisuras y fue acordonada.

El temblor de 5,98 grados asusto, pero no dejo victimas

Hubo derrumbes y fisuras en varias zonas. En el Puerto, tres carriles del túnel Cerro Santa Ana fueron cerrados al tránsito.

Un movimiento telúrico sorprendió al mediodía de ayer a quince provincias del país. A pocos meses de cumplir tres años del terremoto del 16 de abril, que dejó consecuencias catastróficas, Ecuador volvió a temblar. Esta vez, el epicentro se ubicó a 32 kilómetros al noreste de Playas, provincia del Guayas, con una magnitud de 5,98 grados en la escala de Richter. Según los reportes del Sistema Integrado ECU-911, los Cuerpos de Bomberos y el Servicio Nacional de Riesgos no hubo víctimas mortales ni heridos.

En el balneario de Playas, donde se sintió con mayor intensidad el remezón, solo hubo susto en locales y turistas que alarmados salieron de sus viviendas, casas comerciales y se alejaron del mar por varias horas.

El Comité de Operaciones Emergentes de Playas (COE) informó que en el reservorio de agua se abrieron viejas fisuras que ya habían sido reparadas. Además se registraron cuarteaduras en la estructura de una farmacia y de una vieja casa de construcción mixta.

En Guayaquil, la situación fue más dramática. Las calles del centro de la ciudad se llenaron de trabajadores de los diferentes edificios que forman el casco comercial de la ciudad. El tráfico se paralizó y las bocinas y alarmas de los autos indujeron al pánico.

Quienes realizaban trámites en el Registro Civil, situado entre las calles 9 de Octubre y Pichincha, protagonizaron escenas de pavor. Entre gritos y empujones, decenas de personas pretendían salir por la puerta principal. Hubo quienes, por su afán de correr para ponerse a salvo, cayeron al piso.

Pero también hubo edificaciones de las cuales el personal salió con calma y en orden. “A pesar de que el edificio se movía como si fuera a derrumbarse y las ventanas retumbaban, el grupo de brigada nos ordenó en filas y nos condujo por las puertas de salida y de emergencia”, contó Brian Lazo, quien labora en la biblioteca de la Universidad de las Artes.

En el Puerto hubo dos viviendas con daños estructurales, una de ellas, situada en las calles 29, entre Rosendo Avilés y Nicolás Augusto González, fue acordonada para ser demolida, según anunció la Corporación de Seguridad Ciudadana, luego de una inspección.

La Autoridad de Tránsito Municipal informó a EXPRESO que luego del suceso, cerró dos de los tres carriles del túnel del cerro Santa Ana para reparar daños menores e inspeccionar el lugar. Los trabajos terminan hoy.

En los pobladores de la provincia de Santa Elena, los nervios también estuvieron de punta. En La Libertad, una estantería de computadoras, de un local comercial, se cayó dejando averiada la mercadería. En Santa Elena, tres escuelas sufrieron fisuras y en la isla Puná colapsó una vivienda.

En Babahoyo, de acuerdo con reportes de la Gobernación de la provincia de Los Ríos, se presentaron fisuras y grietas en una pared de la Unidad del Milenio Simón Bolívar, de la parroquia Pimocha. Mientras que en Vinces se registró un leve hundimiento en la calzada de la avenida Aquiles Carriel.

Coincidencialmente la ciudad de Riobamba, capital de la provincia de Chimborazo, ayer rememoraba el fatal terremoto del 4 de febrero 1797, que destruyó esa villa con sus casas señoriales y templos.

El sismo se sintió también en ciudades como Quito, Cuenca, Machala y Ambato.

Para saber

Destrucciones

Una casa en la isla Puná se derrumbó. Otras construcciones sufrieron fisuras.

Tráfico vehicular

Dos carriles del túnel del cerro Santa Ana en Guayaquil fueron cerrados al tránsito. Hoy serán reabiertos.

Peligros

El COE Cantonal del Guayas confirmó que solo hubo daños materiales por el sismo.