En el Teodoro Maldonado, los pacientes ponen hasta la ventilación
Afiliados internados en este hospital del IESS develan otras carencias de la entidad, aparte de la falta de insumos y equipos para exámenes y cirugías
Las puertas abiertas de los cuartos exponen ante todos quienes pasan por el extenso y transitado corredor del hospital la intimidad de pacientes y familiares, pero es la forma en que ellos tratan de que ingrese algo de aire fresco a esos espacios. Otra opción es abrir las ventanas, aunque con la alta temperatura y humedad que en estos días sofoca a la ciudad, lo que ingresa suele ser un aire caliente y, en la tarde y noche, los mosquitos.
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Leer másA la crónica queja de los afiliados y jubilados del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) por la falta de insumos y medicinas en el Hospital Teodoro Maldonado Carbo (HTMC), se agrega la del deterioro de las áreas de reposo de las personas internadas, en especial de los equipos de aire acondicionado que alguna vez funcionaron. Ahora, ante la necesaria climatización de las habitaciones, los pacientes y sus allegados se ven obligados también a hacerse cargo de la ventilación.
Definitivamente no es un ambiente adecuado para los pacientes. Así lo confirma Javier López, afiliado de 55 años de edad que sufre de fuertes dolores en piernas y espalda por un problema en la columna que lo obliga a estar en reposo. Él ha estado internado recientemente en dos periodos de seis y ocho días, mientras le realizaban los exámenes previos para una cirugía que los médicos han calificado de indispensable y urgente, pero cuya fecha depende “de que haya quirófano”.
“Me han dicho que solo uno o dos quirófanos funcionan. A veces cuando ya programan una cirugía, la posponen porque hay otra más urgente o más rápida”, cuenta Javier, basado en lo que observó en su estadía en el hospital. En octubre pasado, durante el aniversario del HTMC, las autoridades de entonces reconocieron que solo funcionaban cuatro de los 22 quirófanos de la institución, y reivindicaban haber rehabilitado otros cinco. Es decir, operaban nueve en total.
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Leer másPor correo electrónico y por mensaje de teléfono, este Diario consultó al respecto a las autoridades actuales del hospital a través de sus encargados de Comunicación. Estos ofrecieron responder “lo más pronto posible”, pero hasta el cierre de esta edición eso no se concretaba.
La consulta incluía las quejas de los pacientes sobre la situación de las habitaciones, salas de espera y algunos baños. En todo caso, la situación no es general, pues hay zonas de la casa de salud donde funciona el aire acondicionado central, lo que se percibe en los pasillos, y habitaciones climatizadas. Pero al recorrer el segundo y tercer piso es común ver los cuartos con puertas y ventanas abiertas, y dentro de ellos a los pacientes y familiares con sus ventiladores.
López relata que él debió llevar su propio ventilador porque la mezcla de dolor y calor no lo dejaba descansar. Para su fortuna, otro paciente que llegó al mismo cuarto decidió reparar por su cuenta y con su dinero el ‘split’, el equipo acondicionador de aire que era solo parte del paisaje de esa habitación.
“Realmente no esperaba ver esa situación de desatención de la infraestructura. Hay baños de los que se han llevado hasta las duchas y se nota que no hay una supervisión real de la limpieza de los cuartos. No es justo para los afiliados que aportamos por tantos años al Seguro”, dice.
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Leer másComunicador de profesión, López dice que conocía y comprobó la ausencia de medicamentos e insumos para la atención de los pacientes en las unidades médicas del IESS. De hecho, también tuvo que comprar una caja de parches para el dolor, aunque dice que fue poco comparado con otros pacientes.
Uno de ellos, que pide omitir su nombre por temor a posibles represalias, dice que en los días que lleva internado ha gastado unos 100 dólares. Y que para la cirugía que le deben realizar, le pidieron adquirir otros fármacos e insumos médicos que le costaron otros 200 dólares.
“Para internarme en el hospital y poder operarme hice un préstamo de 1.000 dólares. Ya llevo gastados 300. Yo me pongo a pensar qué pasará con la gente que no tiene los recursos”, reflexiona el paciente, padre de familia de tres hijos, dos de ellos todavía menores de edad.
Entrevistados por separado, ambos coinciden en resaltar la preparación de los médicos que los han tratado y la atención que les han brindado. López asegura que la intervención del neurocirujano que lo debe operar ha sido clave para que su proceso de preparación haya sido rápido.
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Leer másSolo lo ha frenado una biopsia por una formación en una de las vértebras de la columna, que es una de las causas del dolor por la presión del hueso sobre los nervios. El resultado tardará un mes y hasta tanto el pasado lunes 26 de febrero le dieron de alta temporalmente. “El proceso ha sido rápido, de eso no me puedo quejar. Yo lo que reclamo es la desatención de la infraestructura. Los afiliados no nos merecemos ese servicio”, reitera.
- Un nuevo proceso de compra de prótesis
Tras la publicación de EXPRESO sobre la decepción de los pacientes del HTMC que esperan una prótesis desde hace años, por la decisión de declarar desierto el proceso de compras, la entidad pidió un correo formal con la solicitud de su versión.
Este Diario envió el correo, en el que reiteró su pedido de conocer por qué se había declarado desierto el concurso de compras de 233 dispositivos para 229 pacientes, pero la respuesta no ha llegado. No obstante, en su cuenta en redes sociales el hospital publicó el 29 de febrero un llamado a un nuevo concurso para contratar la fabricación de las prótesis.
- Lo del 'nuevo hospital' se queda solo en anuncio
El 5 de octubre pasado, las autoridades del IESS anunciaron una gran ampliación y mejoramiento del HTMC, como parte de lo que ellos llamaron “un nuevo hospital”, lo que incluía incrementar su capacidad operativa a 1.087 camas, sobre todo en hospitalización y cuidados intensivos, además de edificaciones para pacientes y familiares.
El entonces representante del IESS, Alfredo Ortega, afirmó que la obra tendría un plazo de 18 meses y para ello contaban con “una partida guardada” para empezar. Pero las actuales autoridades no se han referido a este proyecto.
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