Los terroristas planeaban un ataque con explosivos
En menos de 24 horas, un país consternado vio una manifestación excepcional: el rey Felipe VI, el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, y su homólogo catalán, Carles Puigdemont, guardaron un minuto de silencio en el centro de Barcelona.
Los presuntos autores de los ataques en Barcelona y Cambrils planificaban atentados de mayor envergadura, pero tuvieron que decantarse por los atropellamientos masivos que dejaron 14 muertos y 126 heridos, afirmó ayer la policía en España.
Los dos atentados siguieron el mismo modus operandi, con conductores que arrollaron deliberadamente a los peatones con sus vehículos en zonas concurridas, en el último ataque de este tipo en Europa, que recibió la condena de los líderes mundiales.
En menos de 24 horas, un país consternado vio una manifestación excepcional: el rey Felipe VI, el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, y su homólogo catalán, Carles Puigdemont, guardaron un minuto de silencio en el centro de Barcelona, acompañados de miles de ciudadanos, que estallaron espontáneamente en un canto de “no tinc por” (“no tengo miedo” en catalán).
Las Ramblas, la turística avenida donde ocurrió el atropellamiento, se llenó ayer de colores en memoria de las víctimas, con altares improvisados con flores y velas, y carteles que tenían frases como: “Las Ramblas lloran, pero están vivas”.
La masacre, reivindicada por la organización yihadista Estado Islámico (EI), podría haber sido peor, reconoció la policía.
Una explosión ocurrida la noche del miércoles en una casa de Alcanar (Tarragona), donde los terroristas manipulaban varias bombonas de butano, hizo que cambiaran de planes.
Así, decidieron actuar “a la desesperada” para atentar en Barcelona, primero, con una furgoneta y horas más tarde en el paseo de Cambrils un automóvil arrolló a cinco personas antes de impactar con un vehículo policial. Un agente abatió a cuatro de los cinco presuntos atacantes, según la policía, que destacó su valentía.
Entre los atacantes muertos está el conductor de la furgoneta con la que se cometió el atentado de Barcelona, confirmaron las autoridades. No obstante, uno de los buscados es Moussa Oukabir, un joven de 17 años considerado el presunto autor del atentado de Barcelona, nacido en Ripoll y con nacionalidad marroquí.
Moussa es hermano de Driss Oukabir, uno de los cuatro detenidos, y cuyos datos correspondían a la persona que recogió una de las tres furgonetas que habían alquilado los terroristas. Los otros tres buscados, domiciliados también en Ripoll, son marroquíes.
Uno de los cuatro detenidos hasta ahora fue arrestado en Alcanar -donde murió otro sospechoso a causa de la explosión- y tres en Ripoll (Gerona). Todos son jóvenes y sin antecedentes policiales por terrorismo. tres son de origen marroquí y uno nació en España.
El rastro de las tres furgonetas alquiladas, todas en poder de la Policía, permitió a los investigadores vincular la célula de Alcanar con los atentados de Barcelona y Cambrils y concluir que se trata de un mismo grupo terrorista.
Uno de los vehículos fue el del atropello de Barcelona, otro se localizó en Vic (provincia de Barcelona) y el tercero en Cambrils con varios cuchillos y un hacha en el interior.
El jefe de la Policía catalana explicó que se trabaja con la hipótesis de que la célula preparaba desde hacía meses uno o una serie de atentados en Barcelona de un “mayor alcance” que los del jueves.
Están fuera de peligro
Dos víctimas ecuatorianas
Las dos ecuatorianas que resultaron heridas en el atentado registrado el jueves en Barcelona, España, están fuera de peligro, informó la Cancillería. Se trata de Katty Vargas Bonilla, guayaquileña de 39 años, y Carmen Judith Romero, de 40.
Bonilla permanece hospitalizada y bajo observación en el hospital Sagrado Corazón; mientras que Romero fue atendida en el hospital San Martín. “Ya ha sido dada de alta y se encuentra en su domicilio”, indicó la Cancillería. El cónsul general, Richard Olivo las visitó para conocer su estado de salud y brindar toda la asistencia posible.
61 heridos
Se elevó a 14 el número de muertos
Los atentados yihadistas en Barcelona y Cambrils costaron la vida hasta el momento a catorce personas y provocaron heridas a otras 126 de al menos 33 países, entre ellos de Latinoamérica.
Ayer fueron dados de alta 61 heridos, mientras que 65 permanecen ingresados en centros hospitalarios, 17 de ellos en estado crítico, según las autoridades.
Un equipo de 24 médicos forenses realizó las autopsias a los fallecidos, que se encuentran en el Instituto de Medicina Legal de Cataluña, en hospitales de Llobregat. Allí llegaron los familiares de las víctimas del ataque para ayudar a la identificación legal de sus allegados, 13 de los cuales murieron durante el ataque. La decimocuarta víctima falleció ayer por las heridas sufridas al ser atropellada, junto a otras cinco personas, en Cambrils.