Tito Valencia: ”tenemos un DT berraco que nos exige jugar de igual a igual”
Tito Valencia sufrió una trágica fractura y luxación en el tobillo izquierdo cuando Barcelona recibió a Guayaquil City por el torneo.
Tito Valencia sufrió una trágica fractura y luxación en el tobillo izquierdo cuando Barcelona recibió a Guayaquil City por el torneo. A lo lejos vio la hazaña que lograron sus compañeros en Brasil, de la que se siente parte y tiene total plenitud de que llegarán a la final. Para él, Guillermo Almada y la dirigencia son fundamentales en este presente.
- Tenía regularidad y llegó la lesión. ¿Cómo ha sido todo?
-Cuando vi mi pie lo primero que se me vino a la mente fue lesión de tibia y peroné, no me acordé del Toño (ríe), pero sí pensé en que se me iba todo lo que estaba logrando. Traté de asimilarlo rápido, luego al salir del quirófano estaba tranquilo, cuando vi a mi esposa e hijo me quedé aún más tranquilo. No me imaginé tener tantos mensajes de apoyo de la gente, estoy agradecido con los que han estado y siguen aquí apoyándome en este momento.
- Decidido ... ¿fin al 2017?
-Sí, por más que llegue a finales de noviembre no me quiero apresurar. Haré una pretemporada adelantada, para que al año siguiente esté a la par de mis compañeros.
- ¿Vio el partido contra Santos?
-Sí claro, estaba muy emocionado. Aquí en IMDO (Instituto de Medicina del Deporte y Ortopedia, lugar donde sigue su terapia) me preguntaban si pasaba Barcelona, yo dije: ‘no sé si es que ganan, pero van a pasar y clasificamos como sea’. Nos merecemos estar donde estamos.
- ¿Creyeron que esto podía ser posible?
-Todo esto no comienza este año, sino el anterior. Cuando José Francisco (Cevallos) tomó la dirigencia, se vino un cambio, y este año que formamos un mejor grupo con los que llegaron, ahí están los resultados.
- Irradia alegría, ¿no queda un mal sabor al no estar allá con sus compañeros?
-Sí me gustaría estar ahí, pero son circunstancias de la vida que tocan y hay que saberlas tomar de buena manera. Esta vez no me tocó a mí, pero el fútbol da revanchas, así que paso a pasito, suave suavecito (ríe).
- Su partido soñado en Copa.
-Contra Botafogo allá. Mal que lo diga, pero esa salvada que tuve creo que fue muy importante. Quizá si nos anotaban la historia cambiaba.
- ¿Hubo un partido puntual en el que se mentalizaron como protagonistas del torneo?
-Desde el principio. Nos decían que venían argentinos, brasileños y demostramos que eso no es diferencia, y que todo está en la mente. Tener un técnico berraco, que diga que vamos a salir a jugar de igual a igual sea quien sea el rival, ha motivado mucho.
- ¿Crees que son muy sensibles las bajas para medir a Gremio?
- Cualquiera está listo. Lo sigo sosteniendo, no importa quién juegue, el que entra, entra a hacer las cosas bien y eso existe por la competividad que hay, todo por la presión que nos impone el profe (Almada) en los entrenamientos.
- ¿Cuesta jugar en Barcelona?
-Nunca me voy a olvidar mi primer partido de titular. Barcelona contra Independiente y me gritaban “no”, hoy la hinchada me envía mensajes de apoyo. No ha sido fácil, el primer año jugaba, no jugaba, estaba el profe Almada y por cosas internas entre él y yo era muy irregular, pero siempre me tuvo en cuenta.
- ¿Qué pasó con Almada, limaron asperezas?
-Sí, una semana antes de cerrar el campeonato con Aucas (2016) sacamos todo. Fue lo mejor porque aclaramos cosas que fueron malentendidas, y esas charlas entre técnico y jugador generan confianza.
- ¿Te gustaría verlo en la Tri?
-(Ríe) En lo personal sí, vale la pena y lo ha demostrado.
- ¿Le llaman mucho la atención?
-Sí, la puteada siempre va, me acuerdo que con Jonatan (Álvez) tuvimos roces, pero son cosas del fútbol que quedan ahí. Después en el entrenamiento como si nada, igual puede haber hasta golpes, pero no es porque no nos llevemos, sino porque queremos lo mejor y es un momento de calentura. Después nos seguimos haciendo bromas, no pasa nada. Si fuéramos un grupo dividido no estaríamos donde estamos.
- ¿No le pesa la camiseta de Barcelona?
-He demostrado que ya no. Mira que yo siempre he jugado con camisetas talla M, pero en esta temporada escogí la S, porque dije que quería una camiseta a mi medida. Ajustada. No me queda grande.
- El 2018.
-Mi meta es vestirme de amarillo (selección), pero hay que ir con tranquilidad. Los sueños no hay que decirlos, hay que cumplirlos. Sé que lo voy a lograr, quizá este año me truncó esto, pero es una excusa para mejorar.
- ¿Viaja para la semifinal?
-No, no. Yo voy para la final. Nada de si es que va a ver, estoy 100 % seguro que habrá final. No he visto mucho a Gremio, pero sé que habrá final en Guayaquil.