Trajes y máscaras para atraer la reactivación económica
Locales de alquiler y venta esperan que Halloween sea el ‘puntapié’ inicial. Niños, jóvenes y adultos ya están reservando disfraces para la festividad
Es una de las actividades más esperadas del año, y más cuando se intenta salir de una pandemia. Las tiendas de venta y alquiler de disfraces de Quito desempolvan sus mejores trajes para la fiesta de Halloween, con la expectativa de que este sea el inicio de su propia reactivación.
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Leer másDe la vitrina del local El Limoncito, ubicado en la avenida América y Bogotá, el primer disfraz en desaparecer fue el del Capitán América. Eso da esperanza a Gisella Yánez, su propietaria, de que este año será mejor que el pasado.
La inversión que ha hecho es importante. Muchos de los disfraces que ofrece son importados, “porque son más reales y eso es lo que le gusta a la gente. No solo a los jóvenes, también acuden a la tienda personas adultas que gustan de disfrazarse”, explicó Gisella.
Los favoritos son los de los personajes de la película ‘El conjuro’, pero también los de los superhéroes. El alquiler de un traje como el del payaso Pennywise puede costar al día unos $ 15 y el de Chewbacca, de la ‘Guerra de las Galaxias’, hasta $ 60. Solo se lo renta bajo pedido especial.
Alejandro Iza llegó ayer apresurado a la Casa del Disfraz, que está ubicada en la Ladrón de Guevara y Lugo, en busca de la ‘pinta’ de Hugh Hefner, que por años fue la cabeza de la revista Playboy. En la noche tenía una fiesta de disfraces con sus amigos de la universidad.
Un disfraz nos puede ayudar a expresar cosas que no haríamos normalmente. Por eso, los jóvenes cada vez más se acercan a este tipo de celebraciones.
“Esto de organizar fiestas de disfraces lo hemos hecho varios años. La pandemia paró nuestra tradición, pero lo estamos volviendo a hacer. El hecho de llevar un disfraz muchas veces nos ayuda a expresar cosas que normalmente no haríamos, así que hay que disfrutar”, dijo.
Este negocio es regentado por Bexy Valencia desde hace más de 30 años. Esta profesora manabita dijo que empezó con esta actividad impulsada por el exvicepresidente Blasco Peñaherrera. Luego se dio cuenta de que “al quiteño y a los serranos en general les gusta usar disfraces y son más festivos con ellos”.
Varios trajes ya están reservados para ser usados en diferentes actividades que se realizarán especialmente entre el jueves 27 y el domingo 31 de octubre. “Sí se nota mayor movimiento e interés por los trajes. Varias empresas privadas y los estudiantes universitarios están planificando fiestas. Ya es hora de retomar estas que, aunque no son tradiciones propias, nos ayudan a despejar la mente”, señaló Valencia.
El conde Drácula, la momia o Freddy Krueger son clásicos que no pueden faltar entre los amantes del disfraz. Pero los más pequeños prefieren ahora emular a los personajes de los cómics o películas de ficción, tendencia que se denomina cosplay y va ganando adeptos.
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Leer másTanto Gisella como Bexy tienen la expectativa de que la demanda de trajes se inicie ahora y se extienda en diciembre con las fiestas de Quito y las celebraciones de Fin de Año, y que en carnaval también se organicen eventos culturales que requieran interpretar a ciertos personajes.
No son los únicos. Los locales comerciales han adornado con calabazas, telarañas y fantasmas sus accesos, para atraer a los clientes.
Cristhian Zamora es empresario de bares y discotecas en la capital. Dice que para el 28 de octubre se ha organizado un gran evento en Cumbayá, al que espera que acudan unas 1.500 personas con sus respectivos disfraces. Asimismo, otros locales de diversión están preparando concursos y entregarán premios para atraer a la clientela durante el fin de semana.
Luego de este encierro que nos ha golpeado económica y mentalmente a todos, la mejor terapia son las fiestas de disfraces y salir a compartir entre amigos y familiares.
“Lo que esperamos es tener aforos completos, tener rotación de la gente que ingresa, para de esta manera empezar a recuperar definitivamente la normalidad; aunque se puede decir que la gente ya está conectada con la reactivación en el área de la diversión”, manifestó Zamora.
Menos optimista se muestra Martha Guerrero, que representa a algunos bares y discotecas de la capital. Dice que siguen corriendo en desventaja frente, por ejemplo, los restaurantes, que gozan de mayores libertades y posibilidades de atraer a clientes de todas las edades.
“Aunque el panorama no es del todo favorable, por varios factores, obviamente esperamos que esta y las siguientes festividades sean beneficiosas para uno de los sectores más golpeados por la pandemia. Dependemos mucho de las decisiones de las autoridades para lograr una reactivación verdadera”, señaló la empresaria.