Transporte publico: nuevos aires

En el concepto moderno de ciudades felices, el transporte público debe proporcionar al usuario el mismo estatus social y la libertad de quien maneja un auto: la certeza de llegar a tiempo y el hacerlo en forma cómoda y segura. Por ser Guayaquil una ciudad tropical densamente poblada, son gratificantes los avances que se están dando con miras a lograr esas características de seguridad y confort.

El sistema de transporte público local ha estrenado un articulado que es capaz de trasladar a un mayor número de pasajeros y en un ambiente climatizado -tal como lo requiere nuestra calurosa ciudad-, con el fin de probar el funcionamiento de este servicio -que tendría tarifa diferenciada- y su aceptación por parte de los usuarios, para optar o no por la ampliación de la flota con más unidades de este tipo. Asimismo, meses atrás se dio inicio a un acompañamiento policial a los pasajeros en sectores considerados de alto riesgo, como estrategia para frenar el incremento de robos o casos de acoso a bordo de los buses. Y para completar los requisitos mencionados, la autoridad de tránsito municipal acaba de activar una aplicación móvil que indica al pasajero cuál es la unidad de transporte que debe tomar para ir de un punto a otro, dando información sobre horarios y distancias a las que se encuentran las paradas.

A la optimización del servicio contribuirá la incorporación en 2019 de veinte buses eléctricos para cubrir una ruta que conecta el norte con el centro, también, con tarifa diferenciada.

Transporte público con aire acondicionado, buses ecológicos, información accesible desde el celular sobre puntos de embarque y desembarque, y resguardo policial, parece la descripción de un servicio de transporte urbano del primer mundo.

Todos estos esfuerzos simultáneos constituyen un magnífico inicio para que los usuarios -actuales y futuros- comiencen a cambiar su percepción del transporte público. Pero sin duda, el que se vaya ampliando la cobertura de estos nuevos servicios hasta alcanzar la totalidad de unidades y sectores de la ciudad, constituirá la mayor aspiración de los guayaquileños. Solo así será posible que eventualmente sea considerado como la opción óptima para la movilización masiva, desplazando a los vehículos privados a un segundo lugar, con la consecuente disminución del congestionamiento vial y de la emisión de gases contaminantes.