Dirigente. Shirley Rivera comenzó a organizar el gremio del transporte turístico en el país en el 2003.

El transporte turistico se siente desconectado

La crisis y la suerte se juntaron en su vida. Le cambiaron de manera radical su día a día e hicieron de ella, en pocos años, la primera mujer en la conducción de la dirigencia del transporte de turismo en el Ecuador.

La crisis y la suerte se juntaron en su vida. Le cambiaron de manera radical su día a día e hicieron de ella, en pocos años, la primera mujer en la conducción de la dirigencia del transporte de turismo en el Ecuador.

Con un año en el cargo, Shirley Rivera Guerrero hoy pasa revista a esa ardua tarea en la que, asegura, el machismo está desterrado.

Consciente de que su gremio aún está en desarrollo, se permite hacer ciertas reflexiones, entre las que destaca su llamado de atención tanto al Ministerio de Turismo como a los municipios del país. “Al transporte turístico lo habían desconectado del crecimiento”, dice, al precisar que en la organización las autoridades solo piensan “en hoteles y agencias de viaje, pero se olvidan del transporte como servicio vital”.

Esta mujer, menuda y segura de sí, tiene claro el tema por el que ha luchado desde el 2003, en que adquirió la furgoneta Kia Pregio con un dinero que juntó de su cuñada y lo que ella misma había ganado con un ‘guachito’ de la Lotería. Ese fue su despegue. Expreso escolar primero, servicio de transportación privada luego, algo de turismo de manera incipiente después. Hasta que se quedó en este último.

Desde entonces Rivera comenzó a organizar, por cuenta propia, al sector del transporte turístico en la provincia. Creó la Unión Provincial de Operadores de Transporte Turísticos del Guayas (Upotug) y de allí ayudó en otras 4 provincias hasta conformar la Federación Nacional de Transporte Turístico del Ecuador (Fenatture), de la cual es su presidenta. Lleva un año en el cargo y le faltan otros tres por cumplir.

El gremio consta con unas 60 unidades a nivel nacional y espera una aprobación para poder ingresar vehículos exonerados para mejorar el servicio. “Nosotros arriesgamos e invertimos”, asegura, pero espera que la contraparte les brinde las facilidades.

Y entonces vuelve a la parte organizativa. “La mayoría de ciudades aún no entiende que el transporte también es un pilar del turismo”, asegura.

Cuestiona, por ejemplo, resoluciones pasadas como la del Municipio de Salinas de no permitir el ingreso de buses a la zona urbana y dejar a los turistas en un playón a tres o cuatro cuadras; o la de Cuenca, “que no quiere dejar entrar a buses desde las 06:00 a 20:00 y toda esa gente tiene que salir arrastrando las maletas, tomar taxis hasta llegar a nuestras furgonetas o buses”.

Y Guayaquil también tiene su parte. “Tratamos de tener un acercamiento con el Municipio, pero no hemos tenido su apoyo como transportistas”, precisa.

Hasta tanto, el gremio espera que la Agencia Nacional de Tránsito (ANT) concluya y presente el ‘Estudio de necesidad’ de transporte turístico a nivel nacional. De lo que se sabe, solo Guayas debe contar con una capacidad de 2.000 asientos disponibles para el servicio.

RECLAMO DE DIÁLOGO

Sin respuestas del Cabildo

Pocas facilidades al transporte turístico. Esa es la observación que, en voz de Shirley Rivera, hace este gremio sobre el Municipio de Guayaquil.

La mala señalización o la falta de esta, y el que no haya sitios para el embarque y desembarque de turistas en las zonas que se quiere resaltar de la ciudad (el centro, Malecón 2000, Palacio de Cristal y otros), son dos de los ejemplos que pone. Igual con la terminal terrestre, “de donde debemos sacar corriendo a los grupos de turistas que nos contratan (algunos del exterior), porque no puede ingresar ningún bus de turismo”.

Según Rivera, “no he recibido respuesta del Municipio y le he dejado ya tres cartas” para poder trabajar y provocar mejoras al turismo. Igual acercamiento en busca de coordinación dice haber tenido con la Agencia de Tránsito Municipal (ATM), pero tampoco ha tenido eco.