Tres elementos moldearán la efectividad del debate 2025

Debate, en el estricto sentido de su acepción, implica controversia y lo es porque contempla la confrontación de ideas. ¿Es eso lo que se espera del debate presidencial 2025 previsto para mañana?

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La respuesta sencilla es no. El mismo formato lo limita y, en el mejor de los casos, el encuentro podría terminar en una larga presentación de los candidatos. Sin embargo, la coyuntura actual y polarización evidenciada por las encuestas sí le dan un escenario diferente al de las elecciones anticipadas de 2023.

¿El debate pone presidentes?

Después del encuentro entre candidatos del 13 de agosto de 2023, varios analistas pusieron a Daniel Noboa como ganador. Muchos de ellos afirmaron que eso fue lo que lo catapultó a Carondelet. Sin embargo, es una afirmación difícil de probar.

Entonces, lo que está en juego mañana es si el debate será o no decisivo para los participantes. Y en ese escenario, hay tres elementos a tomar en cuenta.

El primero tiene que ver con Noboa. Por primera vez, desde que en 2021 empezaron los debates obligatorios y organizados por el Consejo Nacional Electoral (CNE), habrá un candidato que a la vez es presidente.

Para Patricia Hidalgo, exintegrante del Comité Nacional de Debates, eso implica que será el centro de los ataques. Añade que lo ubicarán como el responsable de la situación del país.

Con eso coincide la consultora en comunicación política Carolina Jaramillo. Dice que las referencias a los problemas del país estarán presentes y, en ese escenario, Noboa tendrá que definir si responde a los ataques o se concentra en sus propuestas.

El segundo elemento tiene que ver con que los dos candidatos que lideran la intención de voto según las encuestadoras no se verán las caras. Esta vez, como en 2021, hay 16 candidatos y eso obligó a que se los divida en dos grupos. Noboa está en el primero y Luisa González, del correísmo, en el segundo.

“Habría sido interesante ver a quiénes están punteando las encuestas en el mismo grupo”, señala Jaramillo. Pero también recuerda que el estar en la misma franja horaria no garantiza que se interpelen. Los candidatos llegarán al debate conociendo quién replicará sus intervenciones después de los sorteos hechos el lunes pasado.

El tercer elemento que definirá la efectividad del debate para cada candidato será el posdebate. Wendy Reyes, profesora de la George Washington University, explica que hay mensajes que cada candidato intentará posicionar. En ese escenario influirá la discusión en redes y lo que se diga de los candidatos, por ejemplo, en los medios de comunicación.

¿El debate incidirá en el algo?

Jaramillo y Reyes coinciden en que sí. Sobre todo por el alto porcentaje de indecisos. Pero Hidalgo plantea el tomar en cuenta que hay dos tendencias marcadas, siendo allí donde podría haber alguna definición, no en relación al pelotón de aspirantes que aparecen detrás de Noboa y González.

Reyes también dirige la consultora Proyelítica, que hizo un estudio con grupos focales en Quito, Guayaquil y Cuenca. Descubrieron que la gente espera que los candidatos no utilicen el tiempo para pelearse.

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