Tres exigencias mantienen en protesta a Archidona pese a la suspensión de la cárcel
La Confeniae advierte que el contrato del proyecto sigue vigente
Aunque el Gobierno Nacional anunció el 16 de diciembre la suspensión de la construcción de la cárcel de máxima seguridad en Archidona, provincia de Napo, las protestas continúan. La Confederación de Nacionalidades Indígenas de la Amazonía Ecuatoriana (Confeniae) advirtió que la resistencia se mantendrá hasta que se cumplan tres exigencias puntuales.
Las tres exigencias de la Confeniae
- Anulación definitiva del contrato para la construcción de la cárcel, que aún figura en el sistema de contratación pública con un presupuesto de USD 20 millones asignado.
- Renuncia de Gary Rivadeneira, gobernador de Napo, a quien acusan de haber “traicionado al pueblo nápense”.
- Transparencia sobre el futuro de la cárcel en Archidona y los planes para su repotenciación.
La lucha no termina en Archidona
Tras 15 días de resistencia, las comunidades Kichwa (FOIN), Quijos (NAOQUI) y Waorani (ONWAN), respaldadas por la Confeniae, lograron que el Gobierno retrocediera parcialmente al trasladar la cárcel a Salinas. No obstante, la organización insiste en que la medida no resuelve el problema de fondo y temen que el proyecto pueda reactivarse.
Además, la Confeniae denunció la devastación provocada por la minería legal e ilegal en la provincia de Napo, señalando que no permitirán que continúe el “saqueo” de su territorio amazónico.
José Esach Puenchir, presidente de la Confeniae, llamó a las bases a mantener la unidad y la resistencia hasta que sus demandas sean atendidas. Asimismo, expresó su solidaridad con otras comunidades del país, como Bajada Chanduy, en Santa Elena, que enfrentan luchas similares.
“La resistencia se mantiene”, declaró la Confeniae, dejando claro que no cesarán su lucha por la defensa de sus derechos y territorios.
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